Provençana segle X. Camins i orígens.


El territorio de Provenzana, establecido en 1101 con la consagración de su iglesia, Santa Eulalia de Provenzana, estaba comprendido entre Montjuïc y la Riera Blanca, al Este; las estribaciones de Sant Pere Mártir de la sierra de Collserola (monte Orsa), al Norte; el río Llobregat al Oeste y el litoral marino al Sur, donde atracaban barcos en las playas de arena y se daban intercambios comerciales con los pastores que, desde tiempos inmemoriales bajaban siguiendo el curso del río.

El riu Llobregat a Monistrol de Montserrat (el color amarronat és degut a les argiles vermelloses). Foto: R. Solé

Siguiendo la Vía Augusta romana, sobre la primitiva vía Domitia que unía Italia y el sur de Hispania pasando por las Galias, encontramos colonias cada 50 Km., como Iluro (Mataró), Baetulo (Badalona), Barcino o Tarraco -la capital de Hispania para los romanos-. De ella salían algunos ramales sobre los que se ponían miliarios o señales cada km. y medio, más o menos, de los que quedan algunos restos como puentes, arcos triunfales, villas… que se levantaban entre las sucesivas reparaciones de una vía muy necesaria para recaudar impuestos.

L’anomenat «Pont del Diable» a Martorell permetia creuar el riu Llobregat seguint la Via Augusta romana. Foto: Ramon Solé

El Camí Ral era un ramal de la Vía Augusta romana que salía de la de la puerta sur de la muralla barcelonesa, pasaba por la calle Hospital y St. Antonio Abad, llegaba a la Plaza España por la Avenida Mistral y, desde Creu Coberta (donde se encontró un miliario) por la Carretera de la Bordeta, a Santa Eulalia de Provenzana, en cuyas proximidades se cita “Quart” (cuarto miliario), que cruza con en el Torrent Gornal[1], llegando, por la actual Calle Mayor, al centro de nuestra ciudad o “Quinçá” desde donde ir a la villa de Cornellá y a St. Boi.[2] El “Camí Ral” separa la Marina (Banyols) del Samontà, (estribaciones de Collserola).

Desde la zona deltaica de Sant Boi[3] (“lantana” o laguna) salía el “Camí de Llanera” que atravesaba Banyols[4] hacia «Enforcats» (cruce de caminos entre Sants, Montjuïc y Provenzana).

El hallazgo casual de una cabeza de medusa hecha con piedra de Montjuïc bajo la casa rectoral anexa a la ermita de Santa Eulalia de Provenzana señala el itinerario romano que se recorría desde Barcelona hacia el puente del Llobregat en Martorell y señala la posibilidad de que se estableciera, como en otras villas romanas con necrópolis, una primitiva iglesia cristiana con su sagrera[5], durante el periodo visigótico.

Creu de terme. Sta. Eulàlia de Provençana.

La “Villa Provintiana”[6], primera referencia histórica de nuestra ciudad, con su medusa como parte de un conjunto funerario, debía estar, en los primeros siglos de nuestra era, dedicada a la viticultura, pues estaba cercana al primer puerto de nuestro entorno (Zona Franca actual), desde donde comerciar con otros lugares. La base de nuestra dieta es el pan y el vino a la que se añade las hortalizas que se pudieran cultivar, las plantas aromáticas, los frutos de los bosques y de los ríos, los de los árboles frutales, el aceite, las legumbres, los productos del pastoreo o las aves de corral. Ya desde entonces nuestra zona cultivaba principalmente al servicio de Barcino.

Cal Trabal, últim espai agrícola de la Marina de Provençana. foto: AGC

Josep Morán de l’Institut d’estudis catalans (IEC) señala que los primeros toponímicos de nuestra ciudad: Proventius,[7] Quart, Quinçà[8]…  son de origen romano, señales que marcan el itinerario que se recorría por la parte seca. Añadimos que, si remiten a personas, se refieren a un varón y a su propiedad, lo cual será una tendencia a lo largo de los siglos debido al dominio que establece, alrededor de la parroquia de Provenzana, el obispado i la Catedral de Barcelona.

La toponímia d’origen romà (…) es troba situada en les terres més seques, encara que en fos al límit, però no trobem noms d’aquesta procedència en les terres més baixes i humides del pla deltaic inclosa la Marina litoral. Aquestes terres sovint eren inundades per la riuades del Llobregat fins a un període ben recent, en el nostre segle. Això feia que fossin bastant insalubres, sobretot les maresmes i estanys litorals, com el de Port i la zona dita de Banyols, i que probablement romanguessin deshabitades, almenys de manera permanent, durant l’època romana.” [9]

Aunque el término de “villa Provintiana”,[10] tal como lo vemos escrito por primera vez en el 908: “Provencana”, también podría tener un origen provenzal, como Sant Martí de Provençals de Barcelona. Quizás ambos orígenes se fusionaron con la llegada de provenzales a Banyols.

En una publicación antigua de la ciudad encontramos: “El mot Provençana sens dubte és d’origen franc ja que cap l’any 800 vingueren prop de la ciutat de Barcelona gran nombre de provençals, els quals vivien separats dels naturals i conreaven el lloc construint aixoplucs”.[11]

Sin analizar lo que es difícilmente demostrable, hay que recordar que, además de los intercambios comerciales, las Galias eran entonces un lugar inseguro debido a las invasiones que sufrían, por lo que no resulta extraño que algunos occitanos, que bien seguro comerciaban, acabaran estableciéndose por aquí. La evolución de los hechos históricos conocidos de esos siglos, no lo contradice.

Por otra parte, Santa Eulalia de Mérida –a quien está consagrada la ermita de Santa Eulalia de Provenzana- era una figura martirial muy apreciada por hispanos y provenzales, conocida desde las primeras persecuciones del siglo IV, por lo que podría haberse dado ese culto en la iglesia visigótica que ocuparía el sitio de la villa romana con su necrópolis y podría haber sido continuado por provenzales, quizás en Banyols.

Capitells d’estil corinti. Foto AGC

Text: Àngels García-Carpintero, L’H, juny, 2020


[1] Moran, J. IEC: “Gornal: de gènere masculí, és d’origen germànic, sense que es pugui precisar si és gòtic o franc. És compost dels elements gorn (del germ. war(i)n ‘protecció’) i ald (del germ. *alth ‘vell’)”.

[2] De la Pinta, Jordi (1991). “La investigació arqueològica en l’Hospitalet de Llobregat”. Butlletí n. 1 del Centre d’Estudis de la Natura del Barcelonès Nord, p. 69-85.

[3] S. Baudilio (St. Boi) era un mártir provenzal, poco conocido en la Hispania visigótica.

[4] Hay dos zonas en Banyols: la cercana a la laguna o actual Prat, más relacionada con St. Boi y la cercana a Montjuïc, la actual Marina hospitalense, más relacionada con la ciudad de Barcelona.

[5] Lugar alrededor de las iglesias en donde, desde tiempos visigodos, se guardaba el grano o las herramientas y se enterraba a los muertos.

[6] Las villas romanas con necrópolis, fueron la base de las primeras iglesias del periodo visigótico.

[7] Proventius”, formado sobre “Provius”, que debía ser el colonizador romano que se estableció. El sufijo indica pertenencia y la forma femenina indicaría que había una “mansio” o “villa”.

[8] De “Quintius”, el sufijo masculino indica la propiedad de un terreno –fundus o praedium-.

[9] Moran i Ocerinjauregui, J. (1999). “Toponímia amiga de l’Hospitalet de Llobregat”. Català Review, vol. XIII, n. 1-2, p. 155-160.

[10] En la alta edad media el término “villa” puede hacer referencia a una masía con sus edificios anexos, a un conjunto de casas más o menos agrupadas o al lugar donde se sitúa la iglesia parroquial (Pagès, 589).

[11] “Ressenya històrica de l’Hospitalet” a les revistes hospitalenses: L’Espill. Entre los núm. 29-32 de 1936 es resumeix la història recullida dels arxius parroquials por Mn. Joaquim Guiu i Bonastre. Arxiu Municipal de L’Hospitalet de Llobregat. Fons privat de la bibliotecària Mercè Gómez: AMHL_907_0145_19360301

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