La “torre del cap del riu” en las marismas del Llobregat (siglos XV-XVIII)

Pintura de 1826 de la torre del riu desfeta per les batalles feta per Adolphe Hedwige DE LA MARE (París 1793-1861)

La “torre del cap del riu” precedente del “faro del Llobregat” está vinculada, desde sus remotos inicios al Delta, a la unión del río y el mar, con las riquezas que genera y los problemas que comportaron. Las marismas del Prat, aunque dificultaban la vida a las gentes que vivían, generaban bienes preciados para reyes y magnates, como el comercio, el pastoreo, la caza o la pesca.

Hemos ido viendo en artículos anteriores:

  • La formación del Delta y el primer faro citado en el siglo X, relacionado con el antiguo “Castell de Port” de Montjuïc.[1]
  • La torre “Esllampegada” del siglo XII, que en el XIV se denominará Llampada y su relación con el Castell de Bellvís en la Torrassa.[2]
  • Las inundaciones del Llobregat y sus pasos (puentes y barcas) hasta el siglo XIV en el que los habitantes de las poblaciones empiezan a agruparse para hacer frente a sus problemas.[3]

Ahora recorreremos los últimos siglos previos al faro del Llobregat observando las dificultades de la vida en la zona que ya es El Prat de Llobregat.

En 1432 unas ordinaciones de Alfonso el Magnánimo regulan la pesca en el Llobregat. Cada día de la semana podían pescar, bajo el puente de St. Boi, las personas o núcleos acordados: El lunes el rey o su representante, el martes Provençana y El Prat, el miércoles Sant Boi, el jueves Viader y los suyos (el que tenía la concesión desde 1408 de la torre “Llampada”),[4] el viernes Cornellà, el sábado St. Joan Despí y St. Feliu y el domingo Molins de Rei.[5]

La riada de 1402 destruyó los molinos de Molins de Rei, ocupando todo el llano del Llobregat y la de 1509 destruye el puente de St. Boi dejando la zona incomunicada, ya que la barca, aunque se ayudaba de una cuerda entre ambas riberas, era insegura y no siempre se podía utilizar. Las inundaciones se suceden durante el siglo XV: 1410, 1447, 1459, 1463, 1475 y 1496. La Marina está frecuentemente encharcada. Entre 1448 y 1459 se consigna la aparición de balénidos muertos, el de 1458 constituyó todo un espectáculo con la presencia de tres o cuatro mil personas.[6]

1390 Ordinacions del rei Joan I sobre el manteniment del desguassos al Baix Llobregat

Como réplica al libre aprovechamiento de los pastos para los ciudadanos de Barcelona, muchas propiedades se vallan, como la “Dehesa de Bellvís” (mencionada en 1424) en manos de una familia barcelonesa rica, los Antich. La propiedad, de ciento cincuenta mojadas de terreno, la mitad de las cuales eran para el cultivo, estaban todas en la zona del final del río. El terreno, rico en vegetación y caza, se hace cerrar quedando legitimado su dueño a imponer sanciones y a retener los utensilios de caza, pesca o tala de quien entrara sin permiso. En 1512 la propiedad estaba muy repartida entre gentes de Esplugas, Sant Just y Sarrià, además de los Femades del Torrent Gornal y de Cornellá.[7]

El carrer Femades i la masia-museu Casa Serra entre L’Hospitalet y Conrnellà

La regulación de la pesca de la saboga generará conflictos violentos entre el Sr. de St. Boi y los municipios de Cornellá, L’Hospitalet y El Prat a los que se acabará reconociendo sus derechos en 1670. El cultivo principal durante siglos fue el de secano: cereales en esta parte baja, junto a algunos árboles frutales y el aprovechamiento de juncos, cañas y salinas.

Años 20, siglo XX, niño pescando en el Delta del Llobregat

A los peligros naturales se añaden, los que provocan las razias de naves enemigas. En 1456 galeras genovesas realizan una incursión en el delta robando ganado ovino. Un siglo después, en 1556, el día de St. Pere y St. Pau, cuando el Prat (la Illa de Banyols) celebra su reciente independencia (1540-1547) con su parroquia, atraca una galera saqueando las casas cercanas y llevándose trece personas, la mayoría muy jóvenes, aunque algunas serán rescatadas.

1580 Plano de Nicolau Cedensa

En 1564 se ordena reedificar la torre del cap del riu, instalando en ella una guarnición que había de proteger la ciudad (Barcelona). La torre, de piedra, comunicaría visualmente con otras que se alzaban en Castelldefels, con el mismo fin de defender las costas de los ataques de corsarios y piratas que encontraban en el delta un buen lugar para atracar, con lugares donde esconderse y proveerse de agua dulce y comida.

La Talaya de l’Hospitalet era una antiga torre del 1587 adosada a una masia: Can Modolell de la torre

Innumerables fueron las inundaciones y desbordamientos del río, en 1589 el obispo concederá licencia para derruir la iglesia parroquial del Prat gravemente deteriorada a causa de las riadas, mientras que la de 1617, “el año del diluvio”, será recordada especialmente puesto que se llevó las barcas de St. Vicenç dels Horts, St. Boi y El Prat, esta última con el barquero. Después de los desastres toca rehacer el terraplén, lo que supuso, en esa ocasión como en muchas otras, unos esfuerzos conjuntos dignos de recordar, no sólo físicos, también económicos y de organización política al servicio del bien común. En 1620 el terraplén ya estaba arreglado y la tierra más fértil. “Aquell any les festes del Corpus i de St. Roc, a càrrec de la confraria dels francesos, van tornar a tenir ballades amb la cobla de músics de Barcelona.”[8] Las fiestas serían inolvidables para aquellas gentes que vivían entre tantas penurias. En 1676 y 1678 se producennuevos desbordamientos del río “amb la collita, ja en sacs, treta de les cases i nedant cap a mar”.[9] También las sucesivas guerras causarán destrozos y apropiaciones de la torre.[10]

1697, la torre del rio en otro de los planos que e hicieron con las guerras que asolaron Barcelona

El ilustrado siglo XVIII será el de la búsqueda de una mejora en la salubridad, especialmente necesaria en estos terrenos aún pantanosos. Se ordena la construcción de barracas (1721), se exponen los problemas de salud pública vinculados al cultivo del cáñamo en el estanque del Port (1722) se proponen medidas en la constante lucha contra los desbordamientos del río (1726) o se menciona una comuna en el Ayuntamiento, donde estaba la primera escuela municipal (de niños, ya que las niñas se dedicaban a hacer bolillos o “puntes de coixí”, primera industria manufacturera de nuestra ciudad).

En este siglo encontramos mención al “hostalet de cap del riu” (1735), una barraca para vender pan, vino, aguardiente, aceite, pesca salada, nieve (hielo que se mantenía en pozos adecuados para ello) y demás comestibles necesarios para el sustento de la tropa, de pescadores o de cazadores que por allí pasen. En el cuestionario de Francisco Zamora de 1780 se explica que l’Hospitalet tiene una torre antigua con dos cañones de artillería y un destacamento de defensa.

1750 plano en el que aparecen Montjuïc y la Ciudadela a un lado y al otro de Barcelona

El cultivo del cáñamo, bien valorado económicamente, había creado problemas de insalubridad en el estanque de Port y se traslada a los del Delta, aunque pronto se emitirán quejas al respecto.[11] Entre finales del siglo XVIII y los inicios del XIX se dará una tímida pero progresiva reducción de los embalsamientos de agua, con la apertura de pozos y de canalizaciones, la mejora del regadío y la horticultura y los inicios industriales con la instalación de molinos harineros o textiles. Todo ello tendrá su auge a mediados del XIX, con el canal de la Infanta.

1918, quan l’Hospitalet encara tenia platja amb la torre del cap del riu

[1] La “torre del riu2 preludio del faro del Llobregat: 1. El Delta del Llobregat y los cauces del río: historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/13/la-torre-del-riu-preludio-del-faro-del-llobregat/

[2] La torre “Esllampegada”, los milites y el final de la acción de las mujeres (siglo XII) https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/14/la-torre-esllampegada-los-milites-y-la-expulsion-de-la-accion-de-las-mujeres-siglo-xii/

[3] El Llobregat, puentes y barcas en la zona baja del río: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/28/el-llobregat-puentes-y-barcas-en-la-zona-baja-del-rio/

[4] Codina, Jaume (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions de la Abadia de Montserrat, vol. I, p..263

[5] Codina, J. (1987), o.c., vol. I, p 285

[6] Codina, J. (1987), o.c., vol. I, p. 336-337

[7] Codina, J., o.c., vol. I, p. 251-252 (1408-1411), 264 (1414), 280 (1424) i 506 (1512)

[8] Codina, J. (1987), o.c., vol. II, p. 233

[9] Codina, J. (1994). Inundacions al Delta del Llobregat. R. Dalmau, ed., p. 26

[10] Domínguez, Manuel: Local Mundial, “El far del Llobregat” http://localmundial.blogspot.com/2017/01/el-far-del-llobregat.html

[11] Codina, J. (1987), o.c., vol. II, p. 602-607 y vol. III, p. 32-33 y 216-219

La torre “Esllampegada”, los “milites” y el final de la acción de las mujeres (siglo XII)

Mapa de Carreras Candi donde se puede ver la situación de las «Llanes Fenoses» en el margen izquierdo del río, donde estaría la «torre del río».

En 1079 Berenguer Ramón II (1058-1097) “el fraticida” y su asesinado hermano Ramón Berenguer II (1058-1082) se reparten los bienes heredados de su padre, entre los que encontramos un terreno con su mansión en Provenzana, los alodios de Port donde se alzaron “guardias” y los de Banyols, con las casas que habitó Mir Geribert (de la familia vizcondal) y sus pertenencias.[1] El término “guardia” hace referencia a una torre de vigilancia y comunicación.

Promotorio donde se alzó el «Castell de Port» desde donde se podía controlar las costas.

En 1134 el obispo de Barcelona establece a un clérigo en el Delta para que alce (o reconstruya) una torre de piedra y cal denominada “Esllampegada” que limitaba al sur con el mar, a poniente con un alodio del monasterio femenino de St. Pere de les Puel·les de Barcelona y al norte con la vía que iba a Banyols[2] (la vía Lanera de la que hablamos anteriormente).[3]

La propiedad de St. Pere de les Puel·les en esta zona (mas Guardiola), era una entre otras que tenía en Banyols, donde, en el siglo X y principios del XI encontrábamos la presencia abundante de mujeres junto al monasterio femenino y el canal de Amalvígia. En 1059 Bovet Renard dejaba una propiedad en Las Landas que limitaba al norte con el Vall Antic y al sur con el canal de Amalvígia.[4]  El territorio de “Landes” era el de la zona deltaica más cercana al río en Banyols o la Marina.

En 1147, en la segunda consagración del monasterio femenino de St. Pere, con Guisla de Llobregat (de una familia importante del Prat) como abadesa y la intervención de los obispos de Barcelona y de Vic, entre las muchas propiedades que se reconocen, aparece la “parroquia de Banyols” de Provenzana,[5] algo que no ha tenido la suficiente transcendencia en nuestra historia local, ya que “parroquia” conlleva, además de un señorío, una demarcación territorial.

El siglo XII es el de los “milites”, caballeros al servicio de una o varias instituciones laicas y religiosas. La preponderancia de las órdenes religioso-militares: Temple, Hospital y Santo Sepulcro y de otras propiamente religiosas como la reformadora del Císter (Valldaura del Vallés) o las canónicas, acaba con la acción femenina de lugares codiciados, aunque sea la de órdenes reconocidas como St. Pere, a las que se controla, reduce y somete.

La mitad de los habitantes de Provenzana del siglo XII son caballeros, algunos de sus descendientes serán los primeros masoveros o propietarios locales. En 1162 Aimeric de Perusia (Italia) daba al monasterio de Valldaura de Cerdanyola, para hacerse monje, un mas a Les Lanes que había comprado en 1157. Ramón y Ermesenda venden, en 1168, al prior de Valldaura, un mas en el mismo lugar que limitaba con una laguna al norte, el mar al sur y con propiedades de los monasterios de Santes Creus (al que se incorporó Valldaura del Vallés) y de Sta. Eulalia del Camp. En 1266 Pere de Ferrán da al prior de Sta. Anna (donde estaba adscrita la orden del Santo Sepulcro) el mas de Lanes, con una torre, un palomar, hombres, mujeres y censos.

Carrer de St. Pere on les germanes de St. Pere tenien esglèsia al seu càrrec, de la que ja no queda més que el nom. AGC, 2021

También de la segunda mitad del siglo XII, serán las primeras menciones a los Bellvís que tendrán en la Torrassa una concesión de los condes de Urgel y de Barcelona por su participación en las conquistas por tierras de Lérida. Encontramos a los Bellvís firmando diversos documentos relativos a las órdenes del Temple y del Hospital, siempre al servicio condal i/o real.

Castell de Bellvís a la Torrassa (L’Hospitalet de Llobregat), desde donde se alcanza a divisar la Marina y el mar. AGC, 2022

En 1198 Pere de Bellvís firma, junto a Pere, sacristán de Osona y otros caballeros, un documento por el que se concede a la orden del Hospital parte de un canal que traía aguas del Llobregat, donde había algunos molinos del rey, para que lo prolonguen hasta Montjuïc y lo exploten, a cambio de que el monarca reciba la cuarta parte de los réditos.[6]

El Castell de Bellvís, como la Torre Blanca, tenía jurisdicción propia. Los Bellvís, encargados de “la defensa de la Marina”, recibían diezmos de los campesinos de los alrededores y de las parroquias de Sta. Eulalia de Provenzana y de St. Bartomeu de Sants. Aunque disponen de numerosas propiedades, no actúan como terratenientes, son militares y parecen asumir las funciones que anteriormente realizaba el Castell de Port, ahora en manos de particulares. La primera “casa fuerte” de Bellvís (siglos XII-XV) ya disponía de aspilleras y fosos abiertos.[7] El último descendiente de los Bellvís en Provenzana venderá o traspasará las propiedades a la cartuja de Montalegre en el siglo XIV.

Espitlleres del Castell de Bellvís, AGC, 2022

Hasta 1211 no había separación entre El Prat o Llanera y el actual Bellvitge. Pero en 1211 un nuevo cambio de cauce forma la Illa del Prat, dejando aislado este sector que en el siglo XVI se independizará de l’Hospitalet.

En 1408 Pere Palau establece a Arnau Viader (otra notable familia de El Prat) en la torre “Llampada”, en Les Landes o “Llanes”.[8] Esta torre (Esllampegada o Llampada) es el preludio del actual faro del Llobregat o “torre del cap del riu” reedificada en el siglo XVI para proteger de los ataques de piratas y corsarios. La mujer en estos tiempos ya va estando sometida a la familia o al claustro.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 14-06-2023

A quienes escuchan las voces que reclaman justicia histórica en nuestros lugares emblemáticos, como el Castell de Bellvís o el faro del Llobregat.


[1] Baiges, Feliu i Salrach (dir.) (2010). Pergamins de l’Arxiu Històric de la Corona d’Aragó, segle XI, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV. FN, ACA, 48-51, n. 99

[2] Mas, Josep, (1909-1914). Notes històriques del bisbat de Barcelona. Rúbrica dels Libri Antiquitatum de la seu de Barcelona (LA), n. 1438

[3] García-Carpintero, Àngels: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/13/la-torre-del-riu-preludio-del-faro-del-llobregat/

[4] Baucells et. al., o.c., ACB, n. 993

[5] Paulí, A. (1945). El real monasterio de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona, p. 189-193

[6] Miret i Sans (1910=, Les cases de templers i hospitalers a Catalunya, p. 229

[7] Geladó, Adriana i Salvadó, Ivan (2010) “Del Castell de Bellvís a la masia de la Torrassa”. Actes del IV congrés d’arqueologia medieval i moderna a Catalunya.

[8] Codina, Jaume (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions de la Abadia de Montserrat. Vol. I, p. 263

La “torre del riu”, preludio del faro del Llobregat

1. El Delta del Llobregat y los cauces del río

En aquesta imatge es veu els diferents nivells del relleu de l’Hospitalet, amb la zona de Marina o deltaica, a redós de Montjuïc i el Samontà.

La “torre del río”, en el margen izquierdo de la desembocadura del Llobregat, se construye en el siglo XVI para defender las costas de los ataques de piratas y corsarios. En realidad, se re-construye aprovechando los fundamentos de piedra de una antigua torre que debía hacer funciones de vigilancia y comunicación.

Para situarnos en el contexto previo a esta edificación debemos tener en cuenta que el Delta del Llobregat se fue formando entre los siglos V-XV con los sedimentos que traía el río, por lo que la línea de la costa fue variando. “El Delta creixia, ja des d’abans de l’època romana, pel sector oriental, a recer de la muntanya de Montjuïc”.[1]

Formació del Delta entre els segles V-XV

La zona portuaria más comercial se daba (siglos IV AC-V DC) en la antigua línea de la costa y cerca del final de río que en tiempos fue navegable y donde las embarcaciones podían encontrar agua dulce, en lo que se conoce como Les Sorres de Gavà. En 2018 se restauró la villa y la cisterna romana de Can Valls.

“L’activitat en aquest port de les Sorres començà cap al segle IV aC, encara en època ibèrica, i devia tenir el moment àlgid d’activitat la segona meitat del segle I aC i la primera meitat del segle I dC, quan els habitants de Barcino van impulsar la producció i comercialització del vi de la Laietània, arribant potser a esdevenir, a finals del segle I aC, la seva activitat econòmica més important”.[2]

Cisterna romana de Can Valls, Gavà. AGC, 2022

En los años sesenta del siglo XX, la extracción masiva de piedra y arena hizo que se perdieran muchos restos arqueológicos de la zona, sin embargo, el empuje y la dedicación de algunos estudiosos locales lograron sacar a la luz diferentes restos de barcos y de materiales de almacenamiento como ánforas que son una muestra de esta actividad comercial.[3]

Por otra parte, el curso bajo del Llobregat cambió en ocasiones de cauce, desdibujando antiguos caminos o marcando otros. Uno que había desembocado cerca de Montjuïc, formando un pequeño puerto, ya no estaba vivo desde el s. VIII y había generado el estanque del “Port”, alrededor del cual se edificarán algunas casas en el espacio conocido como “Círculo”. En época romana, se embarcaba desde aquí la piedra de Montjuïc para amurallar Barcino.

En el siglo X la familia vizcondal se instala en el Castell de Port controlando la actividad portuaria comercial que se seguía dando cerca de la desembocadura del río donde atracan embarcaciones buscando refugio y agua dulce. En 963 se menciona «el faro», a poniente de Montjuïc.[4]  Este faro o torre de vigilancia establecería comunicación con el Castell de Port y con otros puntos elevados cercanos como el de la “Peña del moro” de St. Just.

Restes del castell de Port a Montjuïc, AGC, 2021

Al sur de la ermita de Bellvitge (Banyols), otro brazo del río que ya no tenía salida al mar, el “Llobregadell vell”, también había formado un estanque, que en estos tiempos y seguramente gracias al canal de Amalvigia (citados ambos en 995) se iba desecando favoreciendo los cultivos y pastos y facilitando la vida.

La zona de Banyols cercana al Castell de Port de Montjuïc (la Marina de l’Hospitalet), bajo la casa vizcondal hasta mediados del siglo XI, tendrá un dinamismo comercial que contará con la intervención de las mujeres en los siglos X- XI y que nunca se dará alrededor de la parroquia de Provenzana.

Otro antiguo cauce había formado el estanque conocido como Llanera (entre El Prat y St. Boi), mencionado en 965. La vía Lanera iba desde los prados de Lagunaria, Lannaria o Landas (garrigas), atravesando Banyols, hacia “Enforcados” (cruce de caminos entre Provenzana, Montjuïc y Sants), también era conocida como “Carraria Bovatera” porque era un camino ganadero que seguía un antiguo cauce del río que corría de poniente a oriente, conectando el trasiego comercial de los rebaños que bajaban por el río con la ciudad. En 1210 este camino se denominará el del Medio (actual carretera del Medio), alrededor del cual se instalan numerosas masías.

Plànol 1782, el «camí» de la Barca, actual carretera del Mig, era un camí que va deixar un antic curs del riu que corria paral·lel al camí ral.

[1] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 26.

[2] Informació del museu de Gavà sobre la vil·la romana de Can Valls de Gavà.

[3] Izquierdo i Tugas, Pere (2013) “L’ancoratge de les Sorres: el port de la vall del Llobregat”.

[4] Feliu, Gaspar (1971) El dominio territorial de la Sede de Barcelona (800-1010). Tesis UB, I: obra y II: documentación, n. 30

L’Hospitalet de Llobregat: dues Santa Eulàlia?

Sta. Eulàlia Provençana. AGC, 2019

Les llegendes martirials (“martyr” prové del grec i vol dir testimoni) ens han arribat plenes d’excessos i d’informacions creuades. Són històrics aquests fets:

  • Les persecucions als cristians durant els primers anys del cristianisme. Les últimes van ser les decretades per Dioclecià i executades a la Península per Dacià entre el 303-304 de la nostra era.
  • El culte a les figures martirials i les seves relíquies promogut des de les antigues esglésies visigòtiques, afavorint les peregrinacions.
  • Algunes restes arqueològiques i algunes dades documentades.
La màrtir Eulàlia i St. Jaume, un sant associat al culte dels màrtirs. Interior de l’ermita romànica de Provençana. AGC, 2019

De la màrtir emeritense de dotze anys, Eulàlia, tenim aquestes referències:

El Governador Aurelio Prudenci Clement (348-410), probablement de Calahorra, cristià i poeta al final dels seus dies va escriure catorze poemes, inspirats en les actes martirials, que es van publicar el 404 amb el nom de “Peristephanon liber”, un d’ells està dedicat a la màrtir Eulàlia. Arribat fins els nostres dies, el poemari, pròxim temporalment als fets, dona compte de l’antiguitat del seu culte i fa probable que existís una Eulàlia executada a Mérida durant les persecucions.

Aquests himnes es van propagar per Europa i el Nord d’Àfrica, fent-se ressò d’ells pràcticament tots els textos posteriors, com els de St. Agustí, St. Gregori de Tours, l’oracional visigòtic de la litúrgia mossàrab o la mateixa litúrgia catòlica, així com l’imaginari iconogràfic de diverses èpoques i estils. Tant els escrits com les imatges pretenen oferir un model, en aquest cas el de la noia verge que s’enfronta al poder donant raó de la seva fe.

Romanç o «seqüència» de Sta. Eulàlia, any 880

El segon text és del 635: “La vida de los Santos Padres emeritenses” que, inspirat en una història del segle IV, relata la “passió Sancte Eulalie Vigines”. Si d’aquesta narració traiem les dades màgiques i/o dubtoses del martiri i ens fixem només en noms, fets i circumstàncies, trobem elements que mostren arrels històriques poc conegudes:

  • Al text es menciona Calpurniano, governador de Lusitania, com a jutge del procés contra la noia Eulàlia i s’han trobat restes arqueològiques que corroboren la existència d’aquest personatge.[1]
  • Un fet curiós, i més per a nosaltres, és que Eulàlia viatjava amb una altra verge que la tutelava, Júlia, a Promtiano, a trenta-vuit milles de Mérida, al lloc de Lusitania que limitava amb la Bètica.[2]
  • També trobem un mestre, “Donat” i un confessor (només els bisbes ho eren), Félix, al davant de la comunitat de verges en Prontiano.

El nom de Donat remet al donatisme, una corrent cristiana del nord d’Africà (Cartago, Numídia…) que promulgava un rigor més gran entre el clergat. Finalitzades les persecucions, continuaren rebutjant el domini de l’Emperador. Sentint-se hereus dels màrtirs, no acceptaren el bisbe escollit, Cecilià, al que consideraven “traditor”. Cecilià, ardiaca quan el bisbe anterior (Félix) abjurà per eludir el martiri, va lliurar els llibres sagrats que Dioclecià manà eliminar. El conflicte entre els partidaris del bisbe Donat i els de Cecilià s’estén. Els emperadors, caps de l’església, condemnen el “donatisme” com a heretgia. L’església perseguida es torna aviat perseguidora dels seus propis fidels.

St. Agustí amb els donatistes. Il·lustració a la capilla dels invàlids. Viquipèdia.

Darrera dels moviments que la imaginació fa créixer, sempre n’hi ha les condicions materials de la existència, com va ser en aquell cas la llunyania d’una zona immersa en lluites tribals, respecte d’un poder centralitzat que només els considerava per a recaptar impostos i hosts.

El viatge de dues donzelles, una més joveneta acompanyada d’una altra que la tutela, remet a les comunitats femenines dels primers temps amb donzelles, dones consagrades i vídues que encara no seguien una regla fixada.

Amb la entrada de les tribus nord-africanes a la Península, alguns cristians es converteixen a l’Islam i uns altres continuen amb la seva fe (mossàrabs) pagant un tribut més alt per a mantenir les seves esglésies. Alguns d’aquests fugen al nord peninsular amb una part de les relíquies dels seus màrtirs, propagant el seu culte i propiciant les peregrinacions.

El text del 660, atribuït al bisbe Quirze de Barcelona, d’una Santa Eulàlia de Barcelona, és una recreació del poema de Prudenci. El 2004 l’església la va treure del martirologi deixant-la com a santa popular.

Representació de la Santa Eulàlia barcelonina

I arribem a Santa Eulàlia de Provençana, anomenada així el 986 quan el Comte Borrell ven a Aurúcia Deodicada un terreny a Banyols, al lloc conegut com «Torres», «in termini de Sancta Eulàlia Provinciana», que limitava amb terra que havia estat d’Ilia i de Just, el prat de Port (Montjuïc) i terres de la mateixa Aurúcia que havien estat d’Honerada Deodicada i dels seus fills, «dona que va ser de el jutge Deudesin i monjo en l’actualitat».[3] Els matrimonis que, al final dels seus dies, viuen en castedat i/o es fan monjos, eren una realitat en aquells temps. El lloc de “Torres” era a Espodolla (actual ciutat de la justícia).

Tot i que el 908 es fa esment de la “vila Proventiana”, la de 986 és la primera referència a un culte i apareix vinculat a dones que tenien cura de les esglésies i dels enterraments fins que l’església va acabar amb la seva tasca.

La troballa casual d’un cap de Medusa sota la rectoria propera a l’ermita de Provençana indica que podria haver-se establert una església visigòtica sobre una necròpolis romana, com va passar a molts llocs, però no s’ha fet mai una recerca arqueològica. El nostre topònim de Provençana sembla derivar d’un Proventius, que seria el propietari d’una vil·la romana, però això és una hipòtesi, n’hi ha massa similitud entre el topònim “Promtiano”  i el de “Provintiana”, com per no preguntar-nos si no podria ser aquest l’origen. Per una altra banda, el culte a Sta. Eulàlia de Provençana hauria pogut arribar a nosaltres des de Provença, que aviat es va fer ressò de la màrtir emeritense.

Cap de medusa trobat a principis del segle XX durant unes obres a la rectoria de provençana. AGC, 2020, Museu Arqueològic de Catalunya

La Catedral de Barcelona va ser consagrada en 1058 sota les advocacions de la Santa Creu (la que ja tenia) i Sta. Eulàlia (de Barcelona, de la que el bisbe Frodoí va dir, el 878, que “trobà” les seves restes a Sta. Maria de les Arenes (o del Mar) i no a l’Agris Provincialis» (Sta. Eulàlia del Camp) on les havia buscat prèviament. Amb aquestes “troballes”, de nou romanitzades, l’església franca s’imposava eliminant tot vestigi de l’anterior litúrgia visigòtica-mossàrab.

La primera església i parròquia de Sta. Eulàlia de Provençana, al barri d’aquest nom, està sota l’advocació de la màrtir de Mérida ja que l’himne de Quirze no va tenir ressò fàctic fins la consagració de la Seu. La posterior de Sta. Eulàlia de Mérida (segle XV-XVI), al barri del centre, també, no només perquè dugui aquest nom, sinó perquè la volgueren posar sota la invenció barcelonesa, però finalment es va decidir que seria consagrada a l’única que pot ser autèntica.

Evolució de l’escut de l’Hospitalet a una revista de 1969 de l’Ajuntament. Amb els símbols de la palma i de la creu barcelonina de Sta. Eulàlia. Forma part del procés iconogràfic.

Quines conclusions podem treure?

  • Si n’hi hagué una màrtir Eulàlia, va ser la de Mérida
  • La de Barcelona és una “inventio” o recreació sobre els primers textos
    • Els mites, com el de la medusa, en els que les dones podem trobar reflectida la nostra força (de la mirada en aquest cas), degeneren en llegendes que el patriarcat aprofita per a manipular consciències
  • La primera vida monàstica femenina, de la que en tenim molt poques referències a les nostres terres es troba documentada als petits i concrets detalls d’alguns documents i escrits.

Als que indaguen en la història, l’art i la cultura, destriant els petits detalls.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 20-05-2023


[1] Castro Mateos, A. (2012) “La construcción de lo sagrado. Santa Eulalia de Mérida y su extensión por el Levante español”. Tesis. Universidad de Cáceres.

[2] Sabio González, R. “Eulalia de Mérida y la villa de nombre Ponciano o Prontiano” en: Eulalia (Mérida, 2017)

[3] Descarrega i Martí, Francesc. Santa Eulàlia de Provençana. Segles X-XI. (documentació). Disponible a la web del Museu d’història de l’Hospitalet, doc. 6

Sant Pau del Camp y el primer “Hospital” de Provenzana

St. Pau del Camp des del claustre. AGC, 2019.

Se atribuye la primera fundación de St. Pau del Camp de Barcelona a Guifré Borrell (874-911), hijo primogénito de Guifré el Pilós, ya que Geroni Pujades encontró, en 1596, una lápida con una inscripción que decía que allí estaba enterrado. El descubrimiento sucedió durante unas obras para canalizar las aguas de las diversas rieras que desembocaban en el portal de St. Pau o “dels molers”, ya que era el lugar de entrada para los canteros de Montjuïc.[1]

Làpida de Guifré Borrell (-911) AGC, 2019.

En base a otra inscripción funeraria se supone una segunda fundación. En la lápida de la tumba donde reposan los restos de Guillem de Bell·lloc (-1307), se dice que allí fueron trasladados los de Geribert Guitard y Rotlendis, fundadores en 1117 “cuando lo entregaron a la Iglesia romana”. Esta expresión sugiere que aún no estaba bajo el control del obispo. Geribert y Rotlendis son considerados los iniciadores del linaje de los Bell-lloc, ya que entregaron en esa fecha los diezmos del Castell de Bell-lloc y de su iglesia de St. Pere.[2

Castell de Bell-lloc en La Roca del Vallés. Postal antigua.

No hay documentación anterior a esta fecha referida a St. Pau, pero hemos encontrado que Geribert y Rotlendis habitaron en Quinçà, una zona de Provenzana cercana al núcleo poblacional de la Torre Blanca. En 1075 dieron a la Canónica un amplio alodio entre Banyols y Cornellá con casa, sagrario (lugar donde se guardaba el grano y se enterraba a los muertos), establos y árboles que tenían como compensación que les hizo Guillem Bernat (probablemente de los Claramunt) por litigios que tuvieron. El alodio limitaba con la vía que iba desde la Gavarra (Cornellá) a Banyols, la vía que iba al Llobregat, el alodio de St. Julià de Montjuïc y el de los hijos de Guifard (de Cornellá), a cambio de quedarse aquí mientras vivieran.[3]

St. Pau va quedar sota la protecció dels comtes de Bell-lloc. AGC, 2019.

En 1127 St. Pau del Camp quedará sometido a St. Cugat. En 1120 el obispo y los prohombres de la ciudad acusaron a la comunidad de llevar una vida disoluta, pero hemos de poner en cuestionamiento esos juicios de valor que no se sustentan en ninguna documentación.

Un proceso similar ocurrió con Sta. Eulalia del Camp que pasó a ser “de la Iglesia” en 1155 cuando el obispo le confirió los terrenos que la rodeaban quedando bajo canónicos de S. Agustín y con el mandato expreso de que “no pueden enterrar a nadie sin licencia del obispo”,[4] lo que indica claramente un interés más económico que moral. Sta. Eulalia del Camp quedará adscrita al priorato de Sta. Anna, con la orden del Santo Sepulcro. Alturo Perucho[5] nos dice que una mano eliminó toda la documentación anterior a esta fecha. Se desconoce el emplazamiento exacto de este monasterio que estaría entre St. Pere de les Puel·les y Sta. María del Mar.

Claustro de Sta. Anna en el centro de Barcelona. Foto: Ramon Solé

Aunque no sepamos apenas nada de la vida en el monasterio entre la primera y la segunda fundación, tenemos algunas menciones en documentos de compra-venta o testamentos, muchas de las cuales son relativas a Provenzana y Montjuïc. Este es un ejemplo: en 1022 Bernat Oliva y Emó (nombre femenino) daban a la Canónica el sitio de “St. Pau apóstol” que limitaba al norte con la “vía que va a St. Julià”, al este con Benveniste, hebreo, al sur con el estanque de Port y al oeste con Guitard Arnald.[6]

En 1155, Aimeric de Perusia, da a St. Pau la iglesia de St. Fruitós de Montjuïc, que limitaba a oriente con la vía que ascendía a St. Julià. Este caballero se hará posteriormente monje de Valldaura de Cerdanyola, uno de los primeros monasterios en instaurar la reforma del Císter, aunque tuvo una corta duración.

La extracción de piedra en Montjuïc se realizó desde el Imperio Romano. AGC, 2020

En Banyols (La Marina deltaica) el monasterio de Valldaura tenía propiedades gracias a diversas donaciones: el mismo Aimeric de Perusia compró un mas a Les Lanes en 1157 que da en 1162 para hacerse monje, Pere de Claramunt dejó bienes que tenía en Sta. Eulalia de Provenzana y Sta. María de Esplugues para la fundación de la Pia Almoïna y se hace monje de Valldaura en 1162 donando una tierra en el Port, un prisionero que murió en Algeria dio un alodio en Banyols por el que pleiteó la familia (a la que dieron una compensación), Pere de Agell da un prado en Banyols en 1182 en cuyos límites encontraremos juntos los topónimos de St. Pau y el “Hospital”, primera mención a un Hospital en Provenzana

En 1179, en una venta a Pere Bru, en Espodolla (actual parroquia de St. Isidro) encontraremos, cerca del Port y de propiedades de St. Cugat, un alodio que hace mención al Coll de Frares.[7] La riera dels Frares, cerca del cementerio de la ciudad, es un topónimo que perdura en el barrio de St. Josep, entre el de Sta. Eulalia y el del Centro. Pere Bru comprará de nuevo en 1184 en Espodolla un alodio por ciento diecinueve sueldos que limitaba al norte con la vía de Lanera (actual Carretera del Medio) y a poniente con un alodio del “Hospital” y esta será la segunda mención de este topónimo en Provenzana.

Puente bajo las líneas ferroviarias en St. Josep, uno de los accesos al cementerio de la ciudad. AGC, 2021

Pere Bru parece ser un propietario local que quiso engrandecer su patrimonio. Desgraciadamente, en 1194, Ermesenda, viuda de Pere Bru, con sus hijas Guilleuma, Saurina, María y Juana se ven obligadas a vender a Ramón Sallent,a causa del hambre y la necesidad”, parte de lo que Pere había comprado.[8]

En 1188 en un establecimiento que hace el obispo en el alodio episcopal de Montjuïc a Pere de Marca y su esposa Nine, se cita en el límite norte a Pere de St. Pau y a Arnau, arriero (traginer).[9]

Caminos de Montjuïc por los que han atravesado gentes con duros oficios. AGC, 2020.

En 1210 St. Pau y Sta. Eulalia del Camp conDolça y Bernat de Banyols, madre e hijo, establecen a Joan Roig en Banyols para edificar un mas y cuidar de un campo con la condición de que los suyos serán hombres sólidos al servicio y fidelidad de los establecientes.

El siglo XIII será el de la construcción del precioso claustro de St. Pau, donde encontramos una combinación de elementos de origen bizantino y árabe.

Claustro románico de St. Pau. AGC, 2019,

St. Pau quedará adscrito al monasterio de Montserrat, en una historia de conflictos que se escapa a nuestro estudio y en 1617 pasará al monasterio de St. Pere de la Portella (Berguedà). En 1835 fue declarado parroquia urbana utilizando algunas de sus edificaciones como caserna militar.

En Provenzana encontramos el topónimo de la «riera dels Frares», hoy día el nombre de una calle que bajaba del cementerio e iba por la “carretera del Hospici” (actual calle de Miquel Romeu) a «la farola» (el far del Llobregat, en la Zona Franca) o, atravesando la Marina, a la torre del “cap del riu” (precedente del faro del llobregat) que controlaban los militares y al “Gual dels Tarongers”, un vado donde se podía cruzar el río en Viladecans, es decir una zona agrícola con unas vías comerciales propicias.

Barcelona, siglo XVIII con Montjuïc y la huerta de Provenzana. Las guerras nos dejaron estos planos antiguos.

Sabemos que Sta. Eulalia del Camp tenía un hospital y que el prior de St. Pau intervenía en la gestión del hospital de Olesa de Bonesvalls, pero, de momento, el origen del topónimo «hospital», que dará lugar al nombre de L’Hospitalet, suscita más preguntas que certezas, tanto para la desconocida historia de St. Pau y Sta. Eulalia del Camp como para nuestra propia historia local.

Olivera en el barrio de St. Josep de l’Hospitalet, restos de un pasado agrario en un lugar contaminado por tanto cemento armado. AGC, 2021

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 28-09-2022

A quienes defienden nuestro maltratado patrimonio en L’Hospital


[1] Dalmases i Pons, David (1992). “Bibliografia sobre St. Pau del Camp de Barcelona. Aproximació a la seva fundació”

[2] Mutgé i Vives, J. (1993) “Notícies històriques sobre el monestir de St. Pau del Camp de Barcelona (1117-1212)”. Institució Milà i Fontanals, CSIC.

[3] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006). Diplomataris de l’Arxiu Capitular de Barcelona (ACB) segle XI. Fundació Noguera, n. 1281

[4] Mas, Josep (1909-1914). Notes històriques del bisbat de Barcelona. Rúbrica dels Libri Antiquitatum de la seu de Barcelona, n. 1730

[5] Alturo i Perucho, Jesús (1985). L’arxiu antic de Santa Anna de Barcelona del 942 al 1200. Fundació Noguera. Textos i documents, vol. 8.

[6] Baucells, Fàbrega, et al., o.c, ACB, n. 342

[7] Mas, Josep,o.c. LA, vol. XI, n. 2059

[8] Mas, Josep,o.c. LA, vol. XII, n. 2158 (1184) y 2249 (1194)

[9] Mas, Josep,o.c. LA, vol. XII, n. 2191

El monestir de Valldonzella. Un exemple de resistència femenina.

Restes de l’ermita de Valldonzella al camí de la creu d’Olorda. AGC, 2022

El lloc de Valldonzella és documentat el 1147, quan els esposos Guillem Mir i Sança (senyors de Santiga) donen al monestir de Sant Cugat el que tenien a la Vall Donzella, a la parròquia de Sta. Creu d’Olorda i de St. Just Desvern, endemés d’altres possessions a Sta. Eulàlia de Provençana, Montmeló, Santiga i Mollet. Ho donaren per eixugar el deute de Guillem Mir.[1]

Valldonzella és al terme de Sant Feliu de Llobregat, però la torre, coneguda com Sta. Margarida, pertany a Barcelona, potser aquest fet explica l’abandó que pateix aquest lloc amb una història que cal conèixer, doncs és un clar exemple del maltractament sistèmic envers la dona i de les seves resistències.

Restes de la masia de Valldonzella, probablement el lloc on habitaren les germanes. AGC, 2022

El topònim “Vall donzella” suggereix que devia ser un cenobi femení molt antic.

Santa Maria de Valldonzella és anomenada per primer cop en un llegat de 1175, tot i que el culte devia ser anterior. En aquest document signa un prevere, Arnau, i una priora, Ermessenda.[2] A partir d’aquest moment trobem diverses referències, com altres donacions, establiments o uns plets sobre una olivera i una vinya, entre el monestir i l’altar de Sta. Magdalena de la Seu,[3]  evidentment guanya els plets la Seu. Tot plegat dona idea de que els recursos de Valldonzella, una zona de boscos i conreus regats per torrents i per la riera “jocundi” (la Salut), eren valuosos. Ja en 1162 Valldonzella havia donat la pedra per refer Santa Maria de Vallvidrera.

La font de Santa Margarida amb aigua procedent d’una mina. AGC, 2022

En aquests temps la comunitat estava formada per Deodonades, dones vídues o joves que es lliuraven a sí mateixes amb part dels seus béns (tenim documents de 1206 i de 1218 que ho confirmen). La primera abadessa coneguda és Ermessenda de Muredé, que signa un document de lliurament de dues novícies (1218) amb cinc Deodonades més, una d’elles era Sança de Plegamans.[4]

Els primers cenobis que s’establien sobre antics llocs d’eremites, a les valls o a peu dels camins principals, on s’atenien viatgers i peregrins, no seguien una regla determinada i podien ser mixtes, el que motiva que acabin sent suprimits i/o absorbits per una església que demana, per damunt de tot, obediència.

Camí de la creu d’Olorda i edificacions de Valldonzella. AGC, 2022

Aquesta vida més autònoma veu el seu final en 1226, quan el bisbe Berenguer de Palou i el seu capítol de canonges donen Santa Maria de Valldonzella a l’orde del Cister, una orde reformada de St. Benet que se introduïa entre les ordes mendicants i els grups que reclamaven, amb la seva pròpia vida exemplar, més austeritat i una predicació de l’evangeli amb llengua vernacular. Totes aquestes iniciatives serien perseguides, com foren torturades i cruelment assassinades les persones que les seguien si no es sotmetien a l’autoritat eclesial.

Aquest primer cenobi de les valls serà anomenat “Valldonzella la vella”, “Santa Margarida” o “Valldonzella de dalt”, per diferenciar-la de la de “Valldonzella de baix”, que quedarà en mans del mateix bisbe que les va sotmetre, sent posteriorment coneguda com «la torre del bisbe».

Valldonzella de Baix pertanyia al segle XIII al bisbe Berenguer de Palou

Les dones de Valldonzella, com tantes altres, van haver de sotmetre-se’n al masclisme eclesial estructurat, en aquest cas, sota tres caps: el bisbe, l’abat de Santes Creus i els rectors pertinents. Obediència volia dir que el bisbe tenia dret a escollir l’abadessa, que l’abat de la branca masculina podia imposar la seva disciplina i controlar els seus béns i que els rectors, com el mateix bisbat, recaptarien els delmes.

Algunes d’elles eren filles de la noblesa, com l’abadessa Berenguera de Cervera que signa, en 1237,[5] amb onze germanes més, la adhesió a l’orde del Cister imposada per bisbe. Algunes no devien continuar, ja que només es mantenen Sança de Plegamans i dues més del document de 1237. Van haver de portar monges de Vallbona que ja pertanyien al Cister per iniciar el procés.

En 1255 el papa Alexandre IV els concedeix permís per cantar oficis a porta oberta, un indici de que les monges tenien una relació de proximitat amb el seu entorn. Però, per decisió del bisbe, seran traslladades en 1269 prop de la ciutat, com fan amb altres ordes femenines. L’excusa és la inseguretat en un temps de revoltes de la noblesa contra el rei, però el motiu principal sempre és tenir el control del seu fer i dels béns que gestionen. Mai és decisió d’elles, moltes es resistiren, com sembla que va passar a Valldonzella, on una llegenda explica que la mare de déu del cor tornà a la vall en tres ocassions.

Imatge de la mare de déu del cor o de la tendresa venerada a Valldonzella. Segons un estudi de Joan Ainaud se sap que la imatge originària va ser pintada sobre un pergamí del s. XI.

Tanmateix, la ciutat, centre de epidèmies i de guerres, sempre resultarà més mortal. S’establiran a uns camps de “Creu Coberta” o Enforcats (cruïlla de camins entre Montjuïc, Provençana i Sants), és a dir a l’actual Plaça Espanya, prop d’una de les entrades a Barcelona, la de St. Antoni, on s’instal·len provisionalment en una casa, bastint poc després el monestir.

1700 Barcelona, mapa antic. Es pot veure el monestir de Valldonzella entre el portal de St. Antoni i Montjuïc, on avui està la Pl. Espanya.

Com establiment fora murs, la comunitat femenina s’ocuparà d’assistir els viatgers que es quedaven a les portes de la ciutat. En el mateix recinte monàstic es basteix una residència que serà utilitzada per moltes persones, però només ens queda constància dels allotjaments reials.

Els reis són protectors des dels seus inicis. Jaume I concedí una dotació anual de blat per la seva manutenció (el que no caldria quan elles disposaven dels seus propis recursos). Jaume II, en 1291, confirmarà el dret de moltura a un dels seus molins al Rec Comtal, afegint drets al mercat de Piera i els delmes de St. Esteve de Parets. En 1308 ja n’hi havia 35 monges.

Santa Maria de Valldonzella als Enforcats. Dibuix d’un mapa de 1563

L’església de Valldonzella la vella, sota l’advocació de Sta. Margarida, segueix funcionant. Les monges defensaran la seva propietat, tot i que en 1340 es veuran obligades a cedir als senyors de Sant Feliu i a la Almoina de la Catedral la quarta part del seu bosc a fi de que aquests puguin tallar arbres i fer carbó per a ús del seu forn i de la seva farga.

Als murs que envolten el recinte s’han trobat restes que indiquin que al lloc hi hauria hagut un assentament romà. AGC, 2022

El primer “antipapa” (Clement VII) concedeix, en 1387, que es pogués celebrar a porta oberta a la seva església en temps d’entredit (“l’entredit”, posat per la Inquisició, era un pas previ a la excomunió). En 1416, un altre papa d’Avinyó, el “papa Lluna” (Benet XIII) les afavoreix amb la rectoria de Sta. Creu d’Olorda.

En 1403 és enviada com abadessa Constança de Cabrera (-1433), molt bé relacionada amb el rei Martí l’Humà, de qui va ser consellera matrimonial, casant-se aquest, en segones núpcies i sense descendència viva, amb Margarida de Prades, neboda de Constança. Llavors les monges ja arribaven al mig centenar. Pocs mesos després de casar-se i sobre alimentat per una “dieta procreadora” el rei morí al monestir. Uns anys després, Margarida de Prades (1387-1429), vídua per segon cop, s’hi retirà com a monja. Morí al monestir de Bonrepòs (Morera de Montsant) víctima de la pesta. El de Constança va ser un llarg i pròsper abadiat que mostra com les dones, malgrat les subjeccions imposades, troben maneres de fer-se valdre i de millorar els seus recursos.[6]

El 10 de març de 1458, el rei de Navarra, D. Joan, governador de la Corona d’Aragó i lloctinent d’Alfons el magnànim, germà seu, que moriria uns mesos després, és a dir el que aviat seria el rei Joan II, trobant-se a L’Hospitalet de Provençana, posa sota la seva protecció el monestir amb les seves famílies i béns.[7] No sabem què feia a L’Hospitalet, estava pendent de bastir-se l’església de Sta. Eulàlia de Mérida, que no es feia per l’absència continuada del rector de Provençana i que el rei Joan manaria fer dos anys després, eren temps de litigis per l’ús de les pastures entre els carnissers de Barcelona i els locals, temps dels conflictes del remences i estava a punt d’esclatar l’anomenada “guerra civil catalana” o guerra de successió entre el mateix Joan i el seu fill, Carles de Viana. Però, potser havia vingut a caçar o pescar al Delta.

En 1462, en plena guerra civil i amb l’abadessa malalta, les monges es refugien a la ciutat. Per tal d’alleugerir la precària situació que patien, fan establiment dels seus edificis i terres a Valldonzella la vella, el que els comportarà conflictes, deu anys més tard, amb el reformador general de l’orde.

Valldonzella «la vella». Ermita, torre i masia edificades posteriorment.

La imposició de clausura als monestirs femenins del concili de Trento (1545-1563) va suposar que no poguessin entrar novícies en un lloc obert on es feia posada. La situació es va alleugerir una mica, entrat ja el segle XVII, amb la intervenció del rei Felip. Cal dir que l’intent de forçar la clausura venia ja de molt abans (1298: “Decretal Periculoso”) i que la seva implantació provocà una minva d’aquells “espais de dones” que havien florit entre els segles XI-XIII. A Catalunya es van perdre 14 de 16 monestirs femenins cistercencs entre 1452 i 1717. Només es mantingueren Sta. Maria de Valldaura, al Berguedà i Valldonzella a Barcelona.[8]

Durant la a guerra dels Segadors (1640-43), les monges abandonen el monestir i es traslladen novament dins la ciutat, sent destruït el monestir el 1652 al setge de Barcelona. El 1674 la comunitat passà a viure al Priorat de Natzaret que pertanyia a Poblet. A l’actual carrer de la Verge, prop del carrer Valldonzella, encara queda el portal.

Portal de l’antic convent de Natzaret, priorat de Poblet als seus inicis, al carrer de la Verge, prop del carrer Valldonzella AGC, 2021

Valdonzella la vella resta en mans privades, es converteix en masia i es divideix en dos pisos, el de baix, destinat a celler i el de dalt, a església. El culte es manté fins el 1865 en que es tancà degut al mal estat de l’edifici.

Durant el segle XIX les monges hagueren d’abandonar el monestir en diverses ocasions. L’any 1847, les poques monges supervivents tornen a reunir-se residint-hi fins la Setmana Tràgica (1909) en que tornen a fugir sent el convent, com tants altres, destruït pel foc.

L’any 1911 es comencen les obres del nou monestir que actualment és a St. Gervasi de Cassoles, al carrer del Cister. Durant la guerra civil espanyola va ser destinat a preventori antituberculós, després fou restaurat i retornat al seu ús. Des de 1999, una part del monestir es ocupat per diverses dependències de la Universitat Ramon Llull.

Actual església i monestir de Sta. Maria de Valldonzella al carrer del Cister.

Per acabar un últim apunt, sembla que els monestirs femenins cistercencs catalans van ser establerts, estratègicament, a zones de frontera. Dos tipus de fronteres: la del sud, vinculada a la expansió de terres conquistades a l’islam i la del nord, per on entraven els moviments considerats herètics per una església que eliminava tot el que no sotmetia. Segurament van fer una funció, en un temps que ara caldria renovar, en tot cas forma part de la història de les dones, del que han fet les dones i del que ens han fet.

Gessamins del monestir al carrer de Claraval. Bernart de Claravall (1090-1153) va ser un reformador i difusor de la orde del Cister, molt tradicionalista s’oposà a les idees d’Abelard i establí la dependència de les dones del Cister respecte a un abat masculí, no és un personatge que vulguem destacar, ens quedem amb l’olor dels gessamins.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 21-05-2022

A les germanes que han mantingut el seu llegat d’humanitat i bon fer.


[1] Mas, Josep (1909-1914). Cartulari de Sant Cugat, vol. V, DCCCXXVI

[2] Mas, Josep (1909-1914). Notes històriques de Santa Maria de Valldonzella de Barcelona.

[3] Mas, Josep (1909-1914). Notes històriques del bisbat de Barcelona. Rúbrica dels Libri Antiquitatum de la seu de Barcelona, vol. XII n. 2127 (any 1183) i 2374-75 (any 1204).

[4] Pagès i Paretas, Montserrat (1992). Art Romànic i Feudalisme al Baix Llobregat. Centre d’estudis comarcals del Baix Llobregat, p. 502-524.

[5] Mas, J. Notes històriques de Santa Maria de Valldonzella de Barcelona, doc. II

[6] Roca, M. Carme (2014). Abadesses i Priores a la Catalunya Medieval. Barcelona: Base.

[7] Mas, Josep (1909-1914). Notes històriques de Santa Maria de Valldonzella de Barcelona.

[8] Obiols, Montserrat (2005) El monacat femení en la Catalunya Medieval. Santa Maria de Valldaura (1241-1399) Tesi UB dirigida per Mª Milagros Rivera Garretas

Collblanc: Un hostal, una antiga capella, un cementiri desubicat i un petit misteri.

Parc de la Marquesa a la Ctra. de Collblanc, davant de St. Ramon, entre la Travessera de Collblanc i la de les Corts. AGC, 2022

El temple de Sant Ramon Nonat, situat a la carretera de Collblanc, just davant d’aquest barri de l’Hospitalet de Llobregat, s’ubica al territori de Les Corts de Barcelona, però, com a parròquia, pertany a l’arxiprestat de Torrassa-Collblanc. En contraposició, uns metres més enllà tenim, al mateix Hospitalet i des de 1878, el cementiri de Sants. D’on ve aquest embolic?

Detall del cementeri de Sants al barri de Collblanc de l’Hospitalet. AGC, 2022

Sabem que són poblacions limítrofes separades només per aquesta carretera, al nord i per la Riera Blanca, a l’est. La divisió entre Sants i aquest sector del que avui és l’Hospitalet va ser molt confusa, trobant-se el nucli de Sants als censos de l’Hospitalet del segle XVIII. Recordem que el terme de Provençana va ser, durant molts segles, molt més ampli que l’actual municipi de l’Hospitalet, comptant amb El Prat, Les Corts, Pedralbes, Esplugues, Sants o Montjuïc, territoris que es van independitzant o cedint en diferents moments.

Provençana, any 1000, projecció d’Antoni Novell bofarull i adaptació de Valentí Julià,.

En 1601 el bisbe intervingué en un plet que mantenien el rector de Provençana amb el del Pi (de la que Sta. Maria de Sants era sufragaria) pels límits de les seves parròquies (el que volia dir recollir delmes i primícies). A la part nord no n’hi havia problema, la Riera Blanca era un límit natural. El document diu que “pertany a Hospitalet el que va del camí ral que travessa aquesta riera fins l’hostal dit de Sants”. La major dificultat estava al sector deltaic o la Marina, on es delimita que la zona que va des de l’hostal de Sants fins la muntanya de Montjuïc i la torre del Llobregat, on n’hi havia el corral dels carnissers de Barcelona, queda per la parròquia del Pi i la sufragaria de Sants, tot i que la torre, com a tal, i les cases adherents són de l’Hospitalet.[1] L’hostal de Sants era el de la Bordeta, a tocar de la Riera Blanca pel sector sud.

Antic hostal de la Bordeta, després Cal Ramonet

En 1684 Miquel Oliver de la Torre, un dels cinc hisendats més rics de la vila agrícola que era la nostra ciutat, va sol·licitar als regidors de L’Hospitalet obrir un hostal al servei de viatgers i traginers a l’antic ramal de la Via Augusta (actual Travessera de Collblanc) amb botiga, taverna i fleca, com el de que hi havia a la Bordeta. El permís va arribar el 1693, després de moltes negociacions sobre el control dels fluxos econòmics que l’establiment generaria. Miquel Oliver comprà terra prop de l’hostal i fa aixecar “l’Hostal de la Creueta”, dit així perquè devia haver-hi alguna creu de terme, ja que es trobava entre les poblacions de Sants, Sarrià-Les Corts i el mateix Hospitalet.

La Riera Blanca a l’alçada de la Ctra. de Collblanc, inici del terme de l’Hospitalet, AGC, 2022

Malauradament la guerra de Successió comportà moltes pèrdues i Miquel Oliver va haver de vendre, en 1726, dos anys abans de morir, l’hostal i la peça de terra adjunta al Comú per eixugar els seus deutes hipotecaris. Es llogarà a Jaume Torres, taverner i ciutadà de Barcelona, amb els censos establerts. Pensem que l’Ajuntament (el Comú o la Universitat) de l’Hospitalet fins èpoques recents ha estat més aviat pobre de recursos per fer front a les despeses que se li demanaven, especialment en temps de guerres i de crisis.

L’antic hostal era al lloc on es bastirien els «gratacels» de Ramon Puig Gairalt. Són considerats els primers gratacels de l’estat espanyol. Foto: AGC, 2022

A finals del s. XVIII es basteix un imponent pont de granit vermell a Molins de Rei que durà fins les inundacions de 1971. Al mateix temps es fan les obres que eixamplen el “camí de Dalt” de Provençana. La nova carretera facilitarà el transport rodat entre Barcelona, Aragó i Madrid, ja que l’antic camí, la Travessera de Collblanc que enllaçava amb la Travessera de Les Corts, s’enfangava i s’enfonsava sovint degut al pas dels nous elements industrials que havia de suportar i que a Collblanc eren per les bòbiles o rajoleries i les fàbriques de sabó, d’aiguardent, de teixits o de vidre, entre d’altres.

El Carrer Farnés, al Parc de la Marquesa, cantonada amb la Travessera de Collblanc duu el nom d’un dels primers industrials afincats a la zona. Foto: AGC, 2022

Aquesta nova via transversal de la part Nord de l’Hospitalet donarà més vida a pobles com Esplugues (de 87 habitants passa a 717), Sant Feliu de Llobregat i la zona de Collblanc, on només hi havia, als segles XVII-XVIII, alguna masia, poques cases, la torre de Can Rigalt i l’hostal. La “Carretera de Collblanc” travessarà l’antic hostal per la qual cosa l’ajuntament de l’Hospitalet va ser indemnitzat, també Can Rigalt va quedar dividit; en canvi, el que ara és el parc de la Marquesa, que era travessat per l’antic ramal de la Via Augusta o Travessera, quedarà agrupat, perdent aquesta part de l’antic camí.

La torre Barrina, una casa colonial al parc de la Marquesa, una casa d’indians bastida pels Farnés. AGC, 2022

L’hostal quedarà en mal estat després de la guerra del francès i haurà de refer-se. La construcció del Canal de la Infanta (1819) seguirà aquesta via i donarà un nou impuls a l’arribada de nous veïns i a la imminent industrialització.

Que hi hagués la carretera no vol dir que fos ben urbanitzat aquest raval de Barcelona i de l’Hospitalet per a una escassa població (1855: setze famílies) on els propietaris de les terres, les botigues i les indústries, eren barcelonins. El nostre hostal de titularitat municipal anirà perdent força davant d’altres establiments més ben equipats de serveis, com el “Mesón Nuevo de San Antonio” al mateix Collblanc o “l’Hostal de la Morera” a Sants.

Alguns edificis de la Ctra. de Collblanc encara recorden a aquell anitc hostal desaparegut. AGC, 2022.

En 1852 es vengué l’hostal de Collblanc que llavors era una casa molt vella amb baixos i un pis, una quadra i un estable per als cavalls, obtenint tretze mils rals de billó que serien destinats al nou cementiri que s’instal·là al lloc anomenat “Terra d’Escudelles” (l’actual cementiri de Sant Josep), ja que una orde real prohibia enterrar a les sagreres, com es feia des de segles.

La línia fèrria de Barcelona a Molins de Rei (1853) agreujà les dificultats de comunicació entre aquest sector i el de Torrassa i Santa Eulàlia respecte del Centre de l’Hospitalet; per aquest motiu el 1874 alguns veïns d’aquests barris sol·liciten ser agregats a Barcelona. No ho van aconseguir i van haver d’esperar una munió d’anys fins que es feren millores per travessar les línies, com el conegut “pont d’en Jordà” a la Torrassa.

Pont sota les vies a Sant Josep que dona accés al cementiri de L’Hospitalet. AGC, 2022

En canvi, el bisbe de Barcelona i el rector de Sta. Eulàlia de Mérida acorden el 1868 que el sector de Torrassa-Collblanc, des del Torrent Gornal fins la Travessera, fos atès per la parròquia de Sta. Maria de Sants, ja que aquest nucli tenien dificultat per accedir als serveis religiosos de l’Hospitalet Centre.

Breu història del cementiti de Sants a l’Hospitalet, si l’Hospitalet canviava d’ubicació el seu cementiti de la sagrera del nucli del Centre al nou sector agrícola-industrial de Sant Josep, Sants el duia al raval industrial de Collblanc.

A dos-cents metres de l’actual església de St. Ramon, n’hi havia des del segle XVII-XVIII, el “Manso Saurí”, del barceloní amb més propietats a la zona, Josep Vaquer i Saurí. Josep Anton Saurí i Many  disposà, al seu testament de 1833 que, finalitzat l’usdefruit del seu pedrís pels seus germans, es dediqués els rèdits dels seus productes a bastir una capella annexa a aquest mas dedicada a la Mare de Déu de la Mercè, pels veïns de Collblanc. En 1888 es concedí el permís per a celebrar-hi la missa dominical, però els batejos, casaments i enterraments s’havien de fer a la parròquia de Sta. Maria de Sants, de la que depenia. A la capella venien fidels d’Esplugues, Les Corts o Sants.

Al costat dels obradors del pessebrista Ricard Lluch (la casa de tres pisos) hi havia l’antiga capella de la Mercé. El dibuix és de Ricard Lluch, es troba al llibre que Àngel Lluch va escriure sobre el seu pare: Ricard Lluch pessebrista (1895-1988)

El terreny es va vendre per fer front a les despeses de la construcció de la nova església, però encara resta el petit edifici reconvertit en restaurant i habitatge que, malgrat les reformes internes, manté les parets mestres. Al finestral podem veure una data, 1929, que seria quan la deurien adquirir els nous propietaris. També podem contemplar un altar barroc dedicat a la Mercè a l’església de Sant Ramon.

Ctra. Collblanc, n. 29, edifici de l’antiga capella de la Mercè de Collblanc, venuda per ajudar a pagar les obres de St. Ramon. AGC, 2022

Per cert, Sant Ramon Nonat (1204-1240), a qui el Senyor de Cardona va fer néixer amb una espasa (d’aquí lo de “no nat”), va ser seguidor de Pere Nolasc, fundador de l’orde de la Mercè. Els mercedaris es dedicaven a alliberar captius i així va ser com Ramon va realitzar diversos viatges a Àfrica rescatant presoners mitjançant un pagament o intercanviant-se per la persona en qüestió, el que va fer tres cops, un a València i dos més a Alger, fins que la orde el va rescatar a ell, morint al poc tems al castell de Cardona on, sigui com sigui, havia nascut.

Imatge de St. Ramon nonat rescatant captius a la parròquia de St. Ramon. AGC, 2022

La de la parròquia de Sant Ramon Nonat de Collblanc és ja una història del segle XX que podeu trobar al blog de la mateixa parròquia en aquest enllaç: https://parroquiasantramon.org/historia-de-sant-ramon/

No és el mas Saurí però és un dels pocs edificis que encara mantenen l’aspecte de masia i no ens fa nosa fer propaganda d’un recomenable comerç local que resta en peus. AGC, 2022

Sobre l’antic hostal de Collblanc i la capella de la Mercè del mas Saurí podeu veure: L’hostal i la capella de Collblanc – Pladebarcelona, un resum de la informació que va recollir i publicar Inocenci Salmerón (2009) Històries de Collblanc-Torrassa, en el que m’he fonamentat per fer aquest article.

I per últim un misteri no resolt. Aquesta foto de l’arxiu Gavin sembla ser l’antiga capella de la Mercè de Collblanc, però al llibre n. 25 de l’inventari d’esglésies de Josep M. Gavin (Barcelonés, 1), a la pàgina 131, a peu de foto diu «Sant Salvador d’Horta, L’Hospitalet de Llobregat, desapareguda, nom popular, Collblanc, façana principal, 1921». És deia St. Salvador d’Horta i l’advocació de la Mercè era a un altar interior com el que ara és a St. Ramon? Era una altra? Hem preguntat al l’arxiu Gavin i ens han dit que la foto és d’una postal de 1921 i que a mà, al darrera està escrit el que diu al llibre pel fundador de l’arxiu, però que, degut a la seva edat avançada, no ens pot dir res més.

Mª Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 27 d’abril de 2022

A la gent dels barris veïns Collblanc, Torrassa, Les Corts o Sants.


[1] Codina, J. (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Public. Abadia de Montserrat. Vol. II, p. 171-172 i vol, III, p. 427-428, doc. XI.

El Port de les Sorres i la cisterna romana de Gavà.

Cisterna romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

El Delta del Llobregat no existia fa uns tres mil anys ja que la línia de la costa era molt més endins i el riu Llobregat acabava en una mena d’estuari. Els canvis climàtics que la terra ha patit, junt a l’activitat humana, com la desforestació, van fer que el Delta s’anés formant fa uns dos mil anys. “El Delta creixia, ja des d’abans de l’època romana, pel sector oriental, a recer de la muntanya de Montjuïc[1], no és estrany, doncs, que el port que van fer servir civilitzacions antigues i que servia per transportar la pedra de Montjuïc a la ciutat ja no funcionés, tot i que ens queda el topònim del Port.

Placa i restes del castell de Port a Montjuïc, davant la parròquia de la marededéu del Port. AGC, 2021

Fins el segle V els vaixells ancoraven al port conegut com «Les Sorres» (a Km. i mig a l’interior de l’actual platja de Castelldefels i a tres Km. de la de Gavà):

“L’activitat en aquest port de les Sorres començà cap al segle IV aC, encara en època ibèrica, i devia tenir el moment àlgid d’activitat la segona meitat del segle I aC i la primera meitat del segle I dC, quan els habitants de Barcino van impulsar la producció i comercialització del vi de la Laietània, arribant potser a esdevenir, a finals del segle I aC, la seva activitat econòmica més important”.[2]


La formació del Delta entre els segles V i XX

Endemés de la sedimentació que portava el riu, aquest va anar canviant de llera en diferents moments, creant diferents braços i estanys, com el de “Círculo” en Montjuïc o el de Lanera, entre St. Boi i El Prat, documentat des del 965. La via de Llanera (actualment Carretera del Mig) era un camí transitat i comercial que probablement seguia una antiga llera del riu y els prats de Llanera un ampli terreny guanyat al mar entre St. Boi i El Prat. En 1211 un nou canvi de llera deixa aïllada l’illa de Banyols, futur Prat de Llobregat.

El Cap del riu, cobert per la sedimentació del Delta, serà, durant el segle XIV, lloc de partida de naus (1343, el rei Pere “El Cerimoniós” cap a Mallorca contra Jaume III) i d’arribada (1355, naus genoveses en la seva lluita pel control del comerç marítim). El Delta oferia un lloc on aixoplugar-se per la vegetació, on proveir-se d’aigua dolça i on exercir el pillatge, per aquest motiu al segle XVI es refà l’antiga torre del cap del riu al marge de ponent de l’actual curs del riu, on està actualment, dins del consorci de la la Zona Franca.

La «farola» o far del Llobregat als anys 60

Als anys seixanta del segle XX, l’extracció massiva de pedra i sorra va fer que es perdessin moltes restes arqueològiques de la zona, malgrat tot, l’empeny i la dedicació d’alguns estudiosos locals aconseguiren treure a la llum diferents restes de vaixells i de materials d’emmagatzemament com àmfores que són una mostra d’aquesta activitat comercial a les platges, prop del Delta.[3]

Restes de la vil·la romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

També s’han trobat restes arquitectòniques romanes prop d’aquella primera línia d’ancoratge de “Les Sorres”, la més important és la gran cisterna d’aigua de la vil·la romana de Can Valls de Gavà, dalt del turó marítim de Caçagats, un lloc privilegiat i ben comunicat, cap el mar i cap a l’interior seguint el riu Llobregat, que llavors era navegable. Les troballes de Can Valls fan pensar que, més que una vil·la rústica, com d’altres de la època, podria ser un lloc portuari.

Interior de la gran cisterna romana de Gavà. AGC, 2022

En 1990, durant les obres de construcció del canal olímpic, es va trobar un vaixell medieval (probablement de la segona meitat del s. XIV) que es dedicava al transport de peix (segurament en conserva, degut a les salines que es feien en aquesta zona) i que es devia enfonsar en el que llavors eren els aiguamolls de la desembocadura del Llobregat. Es va catalogar com la troballa número deu (“Les Sorres X”) i actualment el podem contemplar al museu marítim de les Drassanes de Barcelona. [4]

Museu marítim de Barcelona. Vaixell medieval. AGC, 2021

L’any 2018 es va començar a consolidar i restaurar les estructures arquitectòniques que estaven en un estat més precari i es van fer noves excavacions arqueològiques, principalment de la cisterna romana. També es va adequar l’espai per tal que pogués ser visitat pel públic, minimitzant el risc tant pels visitants com pel monument.

2020 exposició al Museu Marítim de Barcelona de «Les Sorres X. Un vaixell medieval» https://www.mmb.cat/blog/el-museu/premi-seleccio-fad-intervencions-efimeres-per-a-lexposicio-les-sorres-x-un-vaixell-medieval/

Al poc temps arribà la pandèmia i ens hagueren de quedar a casa; ara que ja podem sortir, aquest és un bon lloc per visitar amb el màxim respecte i millor si ho fem acompanyats de qui ens ho pot explicar, amb les visites que organitza el museu de Gavà, per exemple; un lloc que, tot i que ja és conegut, serà un autèntic descobriment per a nosaltres.

Vil·la romana de Can Valls. Gavà. AGC, 2022

Maria Àngels Garcia-Carpintero Sánchez-Miguel, 05-02-2022

(Revisat i corregit 1-2-2023)

Als i a les que han treballat amb dures condicions de vida i als i a les que procuren donar-les a conèixer..


[1] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 26.

[2] Informació del museu de Gavà sobre la vil·la romana de Can Valls de Gavà.

[3] Izquierdo i Tugas, Pere (2013) “L’ancoratge de les Sorres: el port de la vall del Llobregat”.

[4] VVAA (1992) Les Sorres X. Un vaixell medieval al canal olímpic de rem. Castelldefels, Baix Llobregat. Ed. Generalitat de Catalunya.

Entre Santa Eulàlia de Provençana i la “de Mérida” (s. XIV – XV). El contrapunt de l’ermita de Bellvitge.

Frontal de l’actual reconstrucció de l’ermita de Santa Eulàlia de Provençana. AGC, 2020.

A un article anterior sobre els inicis de Santa Eulàlia de Provençana ja mostràvem com l’absentisme de rector, el sots-arrendament de càrrecs i de propietats i la desídia en les seves funcions, és el fil conductor de la història d’aquesta església i serà el principal motiu de que al segle XV s’erigeixi una nova església parroquial a «la pobla”, on començarem a trobat més activitat lligada al control de les pastures (Banyols) i el seu mercat o “carnisseria”.[1]

Al segle XIII trobem una duplicitat de càrrecs del rector, que és també canonge de Barcelona, duplicitat que agreuja la negligència envers la parròquia de Provençana. El 1324 l’església i la capellania de Santa Eulàlia de Provençana foren unides pel bisbe a la xantria de Barcelona, afegint poder sobre les terres i més abandonament de la cura. L’església recaptava delmes i rèdits per a complir unes funcions socio-religioses, com les d’enterrar els morts, celebrar els rituals de pas o exercir de notari, registrant les compra-vendes o els testaments, funcions que sovint es desatenien. Les queixes eren freqüents.

La Provençana rural, abans que l’edifici fos cremat al 1936. Foto: Arxiu parroquial de Santa Eulàlia de Provençana.

A les visites pastores del principis del segle XIV s’esmenten el mateix nombre de clergues que de pagesos que constitueixen el jurat parroquial (els més benestants, als que es demana el seu parer sobre afers morals denunciats). Evidentment n’hi hauria més gent treballant i vivint com a jornalers o mossos que no són mencionats i dones (les companyes dels clergues no són reconegudes, ja que eren considerades concubines i la resta ja no exerceixen el control sobre les seves pertinences que vèiem uns segles abans, sovint no tenim ni els seus noms, ja que són mencionades com a “dona de…”, “mare de …”, “filla de…”).

Per aquestes denúncies sabem de la existència d’un teixidor (que arribava tard a l’església) i trobem alguns noms de dones entre les nombroses acusacions de fornicacions; una d’elles, Elisenda Godai, és acusada amb una altra dona de Sant Boi de dedicar-se al curanderisme. Una de les denúncies recau sobre el regent parroquial acusat d’usurer el 1312, època del bisbe Ponç de Gualba, un reformador (amb més ombres que llum) de l’església del moment.

El 1321 trobem un forner prop de l’Hospital on s’anirà aglutinant el nucli urbà.[2] Aquest Hospital, més a prop de Cornellà, donarà nom a la nostra ciutat. Banyols, a pesar de les inclemències del terreny i del clima, continua tenint una vida dinàmica i activa, amb l’establiment de la barca de passatge i el comerç que generen les pastures i els conreus.

Degut a la deixadesa de funcions de la parròquia, el pagès Pere Duran no va poder enterrar el seu fill difunt durant la pesta de 1348 i va haver de fer un “llarg i penós pelegrinatge” a l’Hospital de Provençana.[3] Entre 1348 i 1371 es produeixen episodis de pesta que faran disminuir la població i l’economia.

Tot i així els rèdits de l’església de Provençana van a l’alça. En 1370 s’abonen 100 sous per la decoració policroma del retaule major de Santa Eulàlia a compte de les 35 lliures que s’havien de pagar al pintor barceloní Llorenç de Saragossa per la pintura d’aquest retaule a “Santa Eulàlia Emèrita”. Signen el rebut Guillem de Bellvís i Jaume Llunell, entre d’altres.[4]

Castell del Bellvís al barri de la Torrassa de l’Hospitalet, per sobre de Santa Eulàlia, actualment en procés de rehabilitació. Els Bellvís comencen a ser anomenats a partir de finals del segle XII. AGC, 2021

En 1371 s’autoritza a celebrar dues misses en dies festius (una a Provençana i l’altra a l’ermita de Bellvitge on acudeixen la gent del Delta). En 1375 l’ermità de Bellvitge, el donat Pau Genover, davant la necessitat d’atendre els caminants i en contra de la majoria de prohoms, demana permís del bisbe i compra l’hort de Paratge que ocupava Bernat Rosell, destinant a aquest fi alguns béns del que recaptava l’ermita, llavors envoltada de jonqueres (el conreu del cànem era important) i aixecant, amb el fuster Juan Ramón i l’ajuda d’alguns veïns, un nou hospital al que avui és el nucli de l’Hospitalet, «un hospital-hostal on els pobres, els captaires i les persones miserables que passin per allà o que vagin malaltes, rebien almoina i repòs», un hospital «de pobres i per a pobres» que constitueix: «la pàgina més bella i transcendent de la història de la nostra ciutat».[5]  

L’ermita de Bellvitge, un lloc senzill i humil que estava fins fa poc envoltada de camps de conreu i de pastura.

En 1379, Pau demana llicència a el bisbe, deixa la cura de l’ermita i es dedica a l’administració de l’hospital. Aconsegueix que la casa de l’Hospital de Barcelona posi un portal amb el senyal de la ciutat (la “casa de l’Hospital” podria ser la de l’orde de l’Hospital de Jerusalem, però més aviat sembla que seria l’Hospital de la Canonja que més endavant constituirà “la Pia Almoina”).

El 1390 es demana al rei Joan I, i aquest ho concedeix, unes ordinacions per a netejar les sèquies que no desguassen prou bé amb l’augment del cabdal de l’aigua per les pluges i el baix nivell del Delta. La lluita contra les inundacions amb els recs i els terraplens serà una constant a les terres de Marina.

1390 Carta del rei Joan I als prohoms de Sant Boi ordenant la neteja dels desguassos del Delta.

En 1391 es concedeix llicència per instal·lar una carnisseria que disposarà dels seus ramats “in sacraria seu popula hospitalis vocati de provinciana”, és a dir que el lloc de l’hospital és reconegut com el nucli aglutinador on s’instal·larà el mercat i al voltant del qual es generarà l’administració pública. Els conflictes per les pastures entre els autòctons i Barcelona serà una altra constant.

Pels volts de 1410 el rector de Santa Eulàlia de Provençana registra el Capbreu de les rendes de Provençana, una mena de Cadastre que li permet controlar i recollir ingressos. Aquest capbreu és una informació valuosa pel coneixement de la distribució de la població, d’entrada el que veiem és que aquí sí que es constaten alguns noms de dona, tot i que pocs i probablement de vídues. El 1412 es fa l’inventari dels béns de la parròquia.

La visita pastoral de 1421 mostra la l’església de Provençana endreçada, amb un pal·li de cànem amb la imatge de Santa Eulàlia pintada, una Bíblia en dos volums, un Flos sanctorum (vides de Sants) escrit en romanç i una consueta (conjunt de regles eclesiàstiques) antiga amb coberta de pergamí.

Clau de volta gòtica amb la figura de Santa Eulàlia

El nou Hospital es construirà, poc a poc i amb aportacions populars, cap el 1420, prop de la capella de Santa Càndida que suplia la manca de parròquia a la zona de “la pobla”. Cal dir que les dues esglésies tenen la mateixa advocació a Santa Eulàlia de Mérida, una figura molt més antiga que la de Barcelona, el que apunta, en el cas de Provençana i degut a la troballa de la medusa, a una continuïtat entre una vil·la romana i una primera església visigòtica, el que es podria confirmar si es fessin excavacions.

El 1426 Joan Rosell, mercader de Barcelona, deixa un llegat per a la manufactura, a l’església de Sta. Eulàlia de Provençana, d’un retaule dedicat a Sant Joan Baptista i Sant Joan Evangelista. No sabem si es va fer, ja que uns mesos després el bisbe dona llicència per a construir la nova parroquial al nucli de “la Pobla” i per a traslladar l’església antiga amb els seus altars, material, construcció, cementiri i ossos dels difunts, així com d’altres pertinences i annexos de milloraments. La causa que es dona es que aquella ha anat despoblant-se, mentre que el nou nucli aglutina més gent que té dificultats per desplaçar-se a l’antiga. Entre mig, un llarg plet amb els propietaris de la capella de l’Hospital que explicarem quan parlem de la Torre Blanca.[6] 

El 1460 les obres encara no havien començat, al·legant els feligresos que el rector, Joan Aznar, no hi era mai, cosa ben certa, però el rei Joan II (1398-1479) l’excusa assegurant que presta serveis reials i mana que es comencin les obres concedeix llicència per l’establiment d’una taula de carnisseria a benefici públic d’aquesta obra.[7] Els següents anys el rei mantindrà una lluita amb Barcelona per la seva successió (“Guerra Civil Catalana”, 1462-1473) quan ja s’havien iniciat els conflictes entre la Biga (grans terratinents i/o mercaders) i la Busca (propietaris, comerciants, menestrals…) i es donava la primera revolta dels remences contra el poder feudal.

Tot i així a l’Hospitalet els obrers es deurien posar a la feina, perquè en 1475 (any de males collites i pesta) es fa una assemblea a la nova església per determinar com seguir practicant el culte a les dues esglésies, establir les quotes a pagar en funció de les diferents economies i acordar la renúncia al pasturatge privat en benefici d’un ramat comú. Seran les Primeres Ordenacions de l’Hospitalet, on es dóna veu i vot a tots els estaments socials: terratinents principals, pagesos propietaris i no-propietaris, més una representació dels “dellà l’aigua” –el Prat- i dels de “deçà l’aigua” amb el donat de Bellvitge i els caps de família de «la pobla».[8] Sembla estrany que siguin els actors locals (representats mascles i alguna vídua) els que s’ocupen de les funcions religioses, però cal recordar que l’església complia també una funció social i que no havia separació entre civil i religiós.

Les reiterades absències del rector motiva que es prenguin acords al marge d’aquest. El bisbat es veurà obligat a signar si no vol quedar enrere. Tot un inici de Consell Municipal amb una democràcia (si deixem de banda la no representativitat de les dones) que aviat minvarà, deixant el govern de la població en mans de tres jurats escollits anualment.

El canvi de la parròquia no evita l’absentisme del rector i a vegades del vicari, ja que es sota-arrendaven els càrrecs en dos o tres graus. En 1483 el rector de Provençana, Pere Vilassaló és excomunicat després d’un procés inquisitorial que se li obre per dir dues misses diàries sense llicència (és a dir per fer més del compte). Pere té arrendades tres rectories (Provençana, Sant Boi i Gavà), deixava la de Provençana a càrrec del seu germà, Jaume, que al seu torn, tenia al seu servei a Joan Monpaller. Tots tres admeten la celebració diària de les dues misses, una a Provençana i l’altra a Bellvitge. Fan més del compte i no donen la seva part al bisbat? Menteixen i justifiquen així uns sobresous? [9]

L’hivern de 1484-1485 Jaume Huguet (Valls, 1412 – Barcelona, 1492), el millor pintor del moment, realitza un retaule a la capella de Bellvitge encarregat per Arnald Goday de la parròquia de Santa Eulàlia de Provençana “o d’Hospitalet”, pel que va cobrar 8 lliures i 8 sous el desembre de 1484 i 50 sous més el gener de 1485.[10] A la visita pastoral de 1492 a l’ermita de Bellvitge, se’ns descriu unaimatge de talla de la Mare de Déu tota enjoiada. Aquesta seria una imatge petita, com deien alguns goigs i tal com eren les talles gòtiques d’ermites similars.

Les pedres que formen un arc al mig d’un mur lateral de l’ermita de Bellvitge, delimitarien la porta de l’edifici gòtic del s. XV. Foto: AGC, 2021

Com a contrapunt d’aquesta eufòria de bonança econòmica per alguns observem que a la mateixa època es venen tres esclaus: Eulàlia, de 40 anys, per 45 lliures (1488), un serf “negre” de 25 anys i de nom Joan, per 50 lliures i un noi de 18 anys, serf o captiu, de nom Cistòfor, per 40 lliures (1492).[11]

En 1493, davant els desastres que provoquen les riuades, Barcelona dóna la pedra per reedificar l’ermita des dels seus fonaments. D’aquesta re-construcció deu ser la clau de volta que tenim al Museu d’Història de la Ciutat i que podem observar en algunes fotografies de principis del segle XX, a la façana. També és gòtic el campanar que devia quedar més alt respecte d’aquell edifici que podem entreveure a les pedres que dibuixen una porteta massa petita per l’edifici actual. L’ermita de Bellvitge, malgrat tots els desperfectes patits, sempre ha estat refeta.

Clau de volta gòtica de l’ermita de Bellvitge, la figura sembla un Sant Pere amb el seu bàcul. Museu d’història de la ciutat AGC, 2020

El 1499 l’ermita de Provençana és desmantellada d’altars i ornaments per dur-los a la que encara s’ha de començar a bastir. L’antiga parròquia quedarà abandonada durant dos llargs segles en els que arriba a ser utilitzada com a galliner o refugi de pastors.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, L’Hospitalet, 17-11-2021

Als i a les que tenen cura de les seves responsabilitats.


[1] García-Carpintero, Àngels: “Santa Eulàlia de Provençana. Segles X-XIII” https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2021/10/06/santa-eulalia-de-provencana-segles-x-xiii/

[2] Codina, Jaume (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions de la Abadia de Montserrat. Vol. I, p. 128 i 138

[3] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 139, 169 i 188.

[4] Madurell, J. M. (1977) Fulls Històrics de l’Hospitalet de Llobregat. Notes documentals d’arxiu, doc. 2

[5] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 208.

[6] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 248, 262 i 281-284

[7] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 282 i 344

[8] Álvarez Jáuregui, Clara (2009) “Les ordinacions de 1475” Museu d’història de l’Hospitalet.

[9] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 402

[10] Valcárcel, A. (2011) L’ermita de Bellvitge ayer y hoy. Del siglo XI al XXI, p. 42 Transcripció dels rebuts de Jaume Huguet

[11] Codina, Jaume (1987), vol. I, p. 419

El castell de Port a Montjuïc, segle XI

Restes de l’antic Castell de Port a montjuïc. AGC, 2021.

L’antic “castell de Port”, del que només en queden unes restes, era una estructura de vigilància d’un lloc amb una important activitat comercial generada al voltant de l’antic port romà, quan les ciutats romanes com Barcino (Barcelona), Baetulo (Badalona), Iluro (Mataró) o Tarragona es comunicaven per vaixell (entre el segle V aC i el segle I).

Es trobava a la vessant sud-oest d’aquest massís de pedra sorrenca que és Montjuïc, damunt del fossar de la Pedrera del cementiri. Un enclavament idoni per la seva visibilitat cap el mar i cap al Delta del Llobregat que no s’ha de confondre amb la fortificació que n’hi ha dalt de la muntanya.

Pedrera i fossar que la extracció de pedra va generar. AGC, 2021.

Estava situat entre dues vies que són esmentades sovint: al nord la de Provençana una via pública “que va pertot” i al sud la que es descriu, en 1078 com “la recta via que va de la ciutat al mar”.[1]

El camí de l’erparver duu al castell de Port. la pedrera al fons. AGC, 2021.

No l’hem d’imaginar com un típic castell medieval d’una època més avançada, sinó com una estructura amb diverses edificacions com habitatges (al voltant de l’estany del Port, a la zona anomenada “Cercle”), altres de producció (vi) i d’emmagatzemament (sitges), a prop d’alguna sagrera com podia ser la de Sant Julià, on s’enterraven, des de molt antic, els jueus i amb alguna torre de vigilància, com deuria ser aquesta de la que només queden les restes.

Restes de la torre del castell de port a Montjuïc que encara es podia veure a 1910

El curs del Llobregat va anar canviant sovint de llera, un que havia desembocat a Montjuïc no estava viu des del s. VIII i havia originat l’estany del Port.  Els recs que n’hi havia a la zona devien aprofitar aquests cursos morts, com el d’Amalvígia, que trobem mencionat el 995 a la zona propera de Banyols i que es troba al mateix camí del sud que va a “Cercle”.[2]

Els primers documents que parlen de l’activitat comercial de la zona són del segle X i ja els vam exposar en una entrada anterior.[3] El Delta havia avançat pels dipòsits arrossegats pel riu inutilitzant aquest port i ancorant els vaixells al port de les Sorres (Gavà). Tot i així a Montjuïc es devia conservar algun sistema d’il·luminació doncs el 963 es parla d’un far prop de la “Fonte Cova” (font del gat) i, segons Carme Miró, el topònim “llampegada” o “esllampegada”, que trobem a Provençana, també en deu fer referència.[4]

Vistes des de les restes del castell de Port: memorial contra el nazisme al fossar de la Pedrera i l’actual zona de mercaderies del port.

El castell de Port, com a tal, no és mencionat fins inicis del segle XI. Els topònims del segle X, parlen d’una “Vila Nova” o nova concentració al raval de Barcino (938), de l’aigua (estany) que adquireix entre el 970 i el 975 el vicari o veguer del comte, Erovigi (Eroig o Ervigi), de “Cercle” (978), de “Port” (984) i del conreu de vinyes (996). També coneixem nombrosos noms de jueus i jueves que devien ser els primers habitants del massís conegut com “Mont dels jueus” que en aquesta època eren “propietat” del comte.

Cementiri jueu i tomba de Lluís Companys al fossar de la pedrera on s’enterraren moltes víctimes del franquisme.

El comte, amb els seus braços executors: el veguer i els vescomtes, són els principals propietaris al segle X, tot i que també veiem, des de molt aviat, a l’església amb els monestirs de Sant Cugat i el bisbat adquirint possessions en aquesta zona i en la propera de Banyols, on es donava un dinamisme que devia estar lligat a la pastura, amb diverses mencions a prats i recs. La presència de diverses “Deovotes” o “Deodicades” a Banyols durant el segle X podria relacionar-se amb les propietats que anirà gestionant el monestir de Sant Pere de les Puel·les que no actuarà com a tal fins entrat el segle XI.

La primera menció del “Portum” o “Circulum”, ja entrat el segle XI, és de 1014, quan el bisbe Deodat amb la canònica, i la seva mare, Senegondis, amb la resta de fills (del llinatge dels Claramunt) venen a Ermengarda, filla del comte Borrell i esposa de Geribert (fill del vescomte Guitard i germà d’Udalard, també va exercir com a vescomte mentre el seu germà va ser captiu) terra amb cases i vinyes que limiten amb dues vies al nord i al sud, amb terra de Geribert, fill de Gondemar, a l’est i amb el Llobregat a ponent. Deodat ho tenia per donació de l’ardiaca de la Seu, Seniofred Llobet, i Senegondis pel seu espòs difunt, Bonuç (un altre vicari comtal). El preu és de cinc unces d’or que serviran per desempenyorar un calze d’or i el “Castro Episcopale”.[5] Segons l’historiador Ruiz-Domènec, un preu força abusiu que Ermenganda paga per ser a prop de la seva germana Riquilda, dona del vescomte Udalard.[6]

Estany de la Foixarda a Montjuïc. Foto: Ramon Solé

En 1020 Guifré de Mediona, fill d’aquell veguer de 970 i 975, anomenat Eroig, dona a la canònica cinc peces i mig estany de terra al Port, amb la meitat de les fonts, de les terres ermes i els joncars, prop de Montjuïc i del mar, entre diferents vies, junt al “Castrum de Geribert”, de la família dels vescomtes, ja que totes les peces limiten amb propietats de Geribert i la seva dona Ermengarda, inclosa l’última que era a la vall de Cannelles (Olèrdola).[7] Una de les peces de terra limita “in strata” (via pública) i amb terra “qui fuit rafegaria Geribert”, que segons el professor Gibert es deu referir a la taxa que cobraven els vescomtes sobre les pastures,[8] potser sobre el comerç en general.

Camins d’ara que tal vegada van ser camins d’ahir. AGC, 2021.

El mateix any Casta (vídua de Gondemar) permuta amb Deodat el seu alou de Cercle, al terme de Port, amb terra, cases, corts, cuina, colomars, horts amb pous, una font, ceps, figueres i altres arbres i un canyar. Endemés de les moltes possessions que s’indiquen, trobem que ella i en Gondemar devien ser uns personatges importants, ja que en una permuta anterior, Ponç, levita, l’anomena “Casta de Cercle” (la primera dona que trobem amb una referència al lloc d’on és, com veiem amb molts homes). En aquesta permuta trobem, endemés de les dues vies, un altre rec amb nom de dona: el “rec de Geriberga” (així es deia l’esposa del vescomte Guitard i mare d’Udalard i Geribert) i en la permuta que fa Casta s’anomena “La vall i terra d’Ermengarda”.[9] Veiem com el protagonisme de les dones encara perdura al primer tram del segle XI.

Al testament d’Ermengarda de 1029, entre els nombrosos béns i les moltes donacions s’esmenta per primer cop la capella de la Mare de Déu del Port i, per últim cop, el monestir de Santa Maria de Castelldefels amb el que es va fer el monestir de Sant Cugat.[10]

L’antiga ermita de la Marededéu del Port. Del llibre de Julio Baños: Imatges retrospectives de la Marina.

A més de la capella del Port trobem esment de la de Sant Julià, enderrocada el segle XVII quan es va bastir el “castell” de Montjuïc, i el lloc de “Sant Pau apòstol” el 1022 quan Bernat Oliva i la seva dona Em venen als canonges de Barcelona una terra per tres onzes i mitja d’or que limitava amb la via que anava a Sant Julià al nord, terra de Benevinisti, hebreu a l’est, l’estany i la mar al sud i les terres de Guitard de la prole d’Arnall (a Banyols) a ponent. Guitard Arnau (o Arnallis) i la seva dona Richildis faran poc després una permuta amb la canonja donant el seu alou de Cercle.[11]

El 1021 El jueu Benveniste empenyora a Ermengarda (no sabem quina, ja que el nom és freqüent) terra situada a prop de Santa Maria del Pi i a l’estany que limitava amb terra erma de “Monte Judaigo” per un deute de 38 cafissos d’ordi que havia de tornar la festa de Sant Félix de Girona (ú d’agost). El 1022 el comte Berenguer Ramon I i la seva dona Sança venen a Ramon, fill del difunt Guifré, unes terres i vinyes a Montjuïc que es va adjudicar el comte per l’adulteri del jueu Isaac, fill de Gento, amb una cristiana. Per la venda d’aquestes propietats amb la d’unes cases amb torres heretades al Regomir, obtindrà 300 sous d’argent, el valor d’una bona espasa, d’un escut i de sis cafissos d’ordi que devien a la Canònica. Posteriorment la canònica vendrà al mateix Ramon Guifré la propietat que tenia empenyorada als comtes.[12]

Muralles de Barcelona., on n’hi havia la porta del «Regomir». AGC.

Tot plegat ens retorna a l’inici del cercle de poder que hem traçat: el del comte, que té els jueus com a propietat, i el de la Seu que, amb la seva canònica, es va fent amb un domini molt superior a qualsevol altre, una riquesa que acabarà quedant en unes quantes mans privades (un inici de la burgesia).

Com exemple del que diem: el 1048 Bonfill Miró i la seva dona Quixol venen una vinya “amb l’assentiment del bisbe” al lloc conegut com a “Vinyes episcopals”. En tot cas, serà a partir d’aquests moviments d’apropiació i control per part de l’església que les dones perdran el reconeixement i la capacitat de gestió que tenien en èpoques anteriors.

Acabarem la nostra anàlisi amb una data significativa dels canvis que ja s’havien donat, l’ú de juliol de 1058 Mir Geribert (fill de Geribert i Ermengarda), amb la seva dona, Guisla de Besora, i els seus fills, Bernat Mir i Gombau Mir, lliura als Comtes el castell del Port exceptuant l’alou que tenien en feu pel bisbe Guislabert, cosí seu, reconeixent una «culpam maximan quan contra vós comisimus» i els jura fidelitat en presència del bisbe Guislabert, decantat a favor de la connivència entre el poder comtal i eclesial. S’especifica que el terme era al peu de Montjuïc, entre Enforcats (cruïlla de camins entre Sants, Provençana i Montjuïc) a l’est, la via que va a Santa Eulàlia de Provençana al nord, el litoral marí al sud i el riu Llobregat a l’oest (és a dir, Banyols). En 1057 el bisbe havia infeudat el “mansum de Malvige”, seria aquest el feu que s’exceptua?[13]

Si Banyols (la part més propera a la ciutat) era sota l’àrea d’influença del castell de Port com anem veiem, més que de Provençana, a la que serà sotmesa amb la infeudació del 1057, la parròquia de Provençana serà finalment la que tingui el domini de Banyols i del terme del castell de Port, que anirà passant de mà en mà fins la seva decadència.

Placa que va fer posar l’AVV del Port en record del castell del segle XI. AGC, 2021.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, L’Hospitalet, 29-07-2021

Als que han mantingut les seves creences i tradicions malgrat les persecucions.


[1] García-Carpintero, Àngels (2021) “Camins de Provençana. Travessar el riu i aprofitar les rieres”; https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2021/06/18/camins-de-provencana-travessar-el-riu-i-aprofitar-les-rieres/(abre en una nueva pestaña)

[2] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006). Diplomataris de l’Arxiu Capitular de Barcelona (ACB) segle XI. Fundació Noguera, vol. 40, n. 1066

[3] García-Carpintero, Àngels (2020) “Montjuïc, el mont dels jueus, segle X” a: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2020/06/15/montjuic-el-mont-dels-jueus-s-x/

[4] Miró i Alaix, Carme (2009) “El castell de Port a Montjuïc: un enclavament estratègic per la consolidació del territori (segles XI-XV)” XI congrés de Història de Barcelona.

[5] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006) o.c., vol. 37, n. 225

[6] Ruiz-Domènec, J. E. (2006). Quan els vescomtes de Barcelona eren. Història, crònica i documents d’una família catalana dels segles X, XI i XII. Fundació Noguera, p. 57-58.

[7] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006) o.c., vol. 38, n. 324

[8] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI).

[9] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006) o.c., vol. 38, n. 327 i 328

[10] García-Carpintero, Àngels (2020) “El monestir de Santa Maria de Castell de Félix” https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2020/05/13/el-monestir-de-santa-maria-de-castell-de-felix/(abre en una nueva pestaña)

[11] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006) o.c., vol. 38, n. 342 i 351

[12] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006) o.c., vol. 38, n. 334, 356 i 357

[13] Feliu, G. i Salrach, J. M., dir. (1999). Els pergamins de l’Arxiu Comtal de Barcelona de Ramón Borrell a Ramón Berenguer I. Fundació Noguera. Diplomataris, vol. 19, n. 524.