La “torre del cap del riu” en las marismas del Llobregat (siglos XV-XVIII)

Pintura de 1826 de la torre del riu desfeta per les batalles feta per Adolphe Hedwige DE LA MARE (París 1793-1861)

La “torre del cap del riu” precedente del “faro del Llobregat” está vinculada, desde sus remotos inicios al Delta, a la unión del río y el mar, con las riquezas que genera y los problemas que comportaron. Las marismas del Prat, aunque dificultaban la vida a las gentes que vivían, generaban bienes preciados para reyes y magnates, como el comercio, el pastoreo, la caza o la pesca.

Hemos ido viendo en artículos anteriores:

  • La formación del Delta y el primer faro citado en el siglo X, relacionado con el antiguo “Castell de Port” de Montjuïc.[1]
  • La torre “Esllampegada” del siglo XII, que en el XIV se denominará Llampada y su relación con el Castell de Bellvís en la Torrassa.[2]
  • Las inundaciones del Llobregat y sus pasos (puentes y barcas) hasta el siglo XIV en el que los habitantes de las poblaciones empiezan a agruparse para hacer frente a sus problemas.[3]

Ahora recorreremos los últimos siglos previos al faro del Llobregat observando las dificultades de la vida en la zona que ya es El Prat de Llobregat.

En 1432 unas ordinaciones de Alfonso el Magnánimo regulan la pesca en el Llobregat. Cada día de la semana podían pescar, bajo el puente de St. Boi, las personas o núcleos acordados: El lunes el rey o su representante, el martes Provençana y El Prat, el miércoles Sant Boi, el jueves Viader y los suyos (el que tenía la concesión desde 1408 de la torre “Llampada”),[4] el viernes Cornellà, el sábado St. Joan Despí y St. Feliu y el domingo Molins de Rei.[5]

La riada de 1402 destruyó los molinos de Molins de Rei, ocupando todo el llano del Llobregat y la de 1509 destruye el puente de St. Boi dejando la zona incomunicada, ya que la barca, aunque se ayudaba de una cuerda entre ambas riberas, era insegura y no siempre se podía utilizar. Las inundaciones se suceden durante el siglo XV: 1410, 1447, 1459, 1463, 1475 y 1496. La Marina está frecuentemente encharcada. Entre 1448 y 1459 se consigna la aparición de balénidos muertos, el de 1458 constituyó todo un espectáculo con la presencia de tres o cuatro mil personas.[6]

1390 Ordinacions del rei Joan I sobre el manteniment del desguassos al Baix Llobregat

Como réplica al libre aprovechamiento de los pastos para los ciudadanos de Barcelona, muchas propiedades se vallan, como la “Dehesa de Bellvís” (mencionada en 1424) en manos de una familia barcelonesa rica, los Antich. La propiedad, de ciento cincuenta mojadas de terreno, la mitad de las cuales eran para el cultivo, estaban todas en la zona del final del río. El terreno, rico en vegetación y caza, se hace cerrar quedando legitimado su dueño a imponer sanciones y a retener los utensilios de caza, pesca o tala de quien entrara sin permiso. En 1512 la propiedad estaba muy repartida entre gentes de Esplugas, Sant Just y Sarrià, además de los Femades del Torrent Gornal y de Cornellá.[7]

El carrer Femades i la masia-museu Casa Serra entre L’Hospitalet y Conrnellà

La regulación de la pesca de la saboga generará conflictos violentos entre el Sr. de St. Boi y los municipios de Cornellá, L’Hospitalet y El Prat a los que se acabará reconociendo sus derechos en 1670. El cultivo principal durante siglos fue el de secano: cereales en esta parte baja, junto a algunos árboles frutales y el aprovechamiento de juncos, cañas y salinas.

Años 20, siglo XX, niño pescando en el Delta del Llobregat

A los peligros naturales se añaden, los que provocan las razias de naves enemigas. En 1456 galeras genovesas realizan una incursión en el delta robando ganado ovino. Un siglo después, en 1556, el día de St. Pere y St. Pau, cuando el Prat (la Illa de Banyols) celebra su reciente independencia (1540-1547) con su parroquia, atraca una galera saqueando las casas cercanas y llevándose trece personas, la mayoría muy jóvenes, aunque algunas serán rescatadas.

1580 Plano de Nicolau Cedensa

En 1564 se ordena reedificar la torre del cap del riu, instalando en ella una guarnición que había de proteger la ciudad (Barcelona). La torre, de piedra, comunicaría visualmente con otras que se alzaban en Castelldefels, con el mismo fin de defender las costas de los ataques de corsarios y piratas que encontraban en el delta un buen lugar para atracar, con lugares donde esconderse y proveerse de agua dulce y comida.

La Talaya de l’Hospitalet era una antiga torre del 1587 adosada a una masia: Can Modolell de la torre

Innumerables fueron las inundaciones y desbordamientos del río, en 1589 el obispo concederá licencia para derruir la iglesia parroquial del Prat gravemente deteriorada a causa de las riadas, mientras que la de 1617, “el año del diluvio”, será recordada especialmente puesto que se llevó las barcas de St. Vicenç dels Horts, St. Boi y El Prat, esta última con el barquero. Después de los desastres toca rehacer el terraplén, lo que supuso, en esa ocasión como en muchas otras, unos esfuerzos conjuntos dignos de recordar, no sólo físicos, también económicos y de organización política al servicio del bien común. En 1620 el terraplén ya estaba arreglado y la tierra más fértil. “Aquell any les festes del Corpus i de St. Roc, a càrrec de la confraria dels francesos, van tornar a tenir ballades amb la cobla de músics de Barcelona.”[8] Las fiestas serían inolvidables para aquellas gentes que vivían entre tantas penurias. En 1676 y 1678 se producennuevos desbordamientos del río “amb la collita, ja en sacs, treta de les cases i nedant cap a mar”.[9] También las sucesivas guerras causarán destrozos y apropiaciones de la torre.[10]

1697, la torre del rio en otro de los planos que e hicieron con las guerras que asolaron Barcelona

El ilustrado siglo XVIII será el de la búsqueda de una mejora en la salubridad, especialmente necesaria en estos terrenos aún pantanosos. Se ordena la construcción de barracas (1721), se exponen los problemas de salud pública vinculados al cultivo del cáñamo en el estanque del Port (1722) se proponen medidas en la constante lucha contra los desbordamientos del río (1726) o se menciona una comuna en el Ayuntamiento, donde estaba la primera escuela municipal (de niños, ya que las niñas se dedicaban a hacer bolillos o “puntes de coixí”, primera industria manufacturera de nuestra ciudad).

En este siglo encontramos mención al “hostalet de cap del riu” (1735), una barraca para vender pan, vino, aguardiente, aceite, pesca salada, nieve (hielo que se mantenía en pozos adecuados para ello) y demás comestibles necesarios para el sustento de la tropa, de pescadores o de cazadores que por allí pasen. En el cuestionario de Francisco Zamora de 1780 se explica que l’Hospitalet tiene una torre antigua con dos cañones de artillería y un destacamento de defensa.

1750 plano en el que aparecen Montjuïc y la Ciudadela a un lado y al otro de Barcelona

El cultivo del cáñamo, bien valorado económicamente, había creado problemas de insalubridad en el estanque de Port y se traslada a los del Delta, aunque pronto se emitirán quejas al respecto.[11] Entre finales del siglo XVIII y los inicios del XIX se dará una tímida pero progresiva reducción de los embalsamientos de agua, con la apertura de pozos y de canalizaciones, la mejora del regadío y la horticultura y los inicios industriales con la instalación de molinos harineros o textiles. Todo ello tendrá su auge a mediados del XIX, con el canal de la Infanta.

1918, quan l’Hospitalet encara tenia platja amb la torre del cap del riu

[1] La “torre del riu2 preludio del faro del Llobregat: 1. El Delta del Llobregat y los cauces del río: historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/13/la-torre-del-riu-preludio-del-faro-del-llobregat/

[2] La torre “Esllampegada”, los milites y el final de la acción de las mujeres (siglo XII) https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/14/la-torre-esllampegada-los-milites-y-la-expulsion-de-la-accion-de-las-mujeres-siglo-xii/

[3] El Llobregat, puentes y barcas en la zona baja del río: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/28/el-llobregat-puentes-y-barcas-en-la-zona-baja-del-rio/

[4] Codina, Jaume (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions de la Abadia de Montserrat, vol. I, p..263

[5] Codina, J. (1987), o.c., vol. I, p 285

[6] Codina, J. (1987), o.c., vol. I, p. 336-337

[7] Codina, J., o.c., vol. I, p. 251-252 (1408-1411), 264 (1414), 280 (1424) i 506 (1512)

[8] Codina, J. (1987), o.c., vol. II, p. 233

[9] Codina, J. (1994). Inundacions al Delta del Llobregat. R. Dalmau, ed., p. 26

[10] Domínguez, Manuel: Local Mundial, “El far del Llobregat” http://localmundial.blogspot.com/2017/01/el-far-del-llobregat.html

[11] Codina, J. (1987), o.c., vol. II, p. 602-607 y vol. III, p. 32-33 y 216-219

La torre “Esllampegada”, los “milites” y el final de la acción de las mujeres (siglo XII)

Mapa de Carreras Candi donde se puede ver la situación de las «Llanes Fenoses» en el margen izquierdo del río, donde estaría la «torre del río».

En 1079 Berenguer Ramón II (1058-1097) “el fraticida” y su asesinado hermano Ramón Berenguer II (1058-1082) se reparten los bienes heredados de su padre, entre los que encontramos un terreno con su mansión en Provenzana, los alodios de Port donde se alzaron “guardias” y los de Banyols, con las casas que habitó Mir Geribert (de la familia vizcondal) y sus pertenencias.[1] El término “guardia” hace referencia a una torre de vigilancia y comunicación.

Promotorio donde se alzó el «Castell de Port» desde donde se podía controlar las costas.

En 1134 el obispo de Barcelona establece a un clérigo en el Delta para que alce (o reconstruya) una torre de piedra y cal denominada “Esllampegada” que limitaba al sur con el mar, a poniente con un alodio del monasterio femenino de St. Pere de les Puel·les de Barcelona y al norte con la vía que iba a Banyols[2] (la vía Lanera de la que hablamos anteriormente).[3]

La propiedad de St. Pere de les Puel·les en esta zona (mas Guardiola), era una entre otras que tenía en Banyols, donde, en el siglo X y principios del XI encontrábamos la presencia abundante de mujeres junto al monasterio femenino y el canal de Amalvígia. En 1059 Bovet Renard dejaba una propiedad en Las Landas que limitaba al norte con el Vall Antic y al sur con el canal de Amalvígia.[4]  El territorio de “Landes” era el de la zona deltaica más cercana al río en Banyols o la Marina.

En 1147, en la segunda consagración del monasterio femenino de St. Pere, con Guisla de Llobregat (de una familia importante del Prat) como abadesa y la intervención de los obispos de Barcelona y de Vic, entre las muchas propiedades que se reconocen, aparece la “parroquia de Banyols” de Provenzana,[5] algo que no ha tenido la suficiente transcendencia en nuestra historia local, ya que “parroquia” conlleva, además de un señorío, una demarcación territorial.

El siglo XII es el de los “milites”, caballeros al servicio de una o varias instituciones laicas y religiosas. La preponderancia de las órdenes religioso-militares: Temple, Hospital y Santo Sepulcro y de otras propiamente religiosas como la reformadora del Císter (Valldaura del Vallés) o las canónicas, acaba con la acción femenina de lugares codiciados, aunque sea la de órdenes reconocidas como St. Pere, a las que se controla, reduce y somete.

La mitad de los habitantes de Provenzana del siglo XII son caballeros, algunos de sus descendientes serán los primeros masoveros o propietarios locales. En 1162 Aimeric de Perusia (Italia) daba al monasterio de Valldaura de Cerdanyola, para hacerse monje, un mas a Les Lanes que había comprado en 1157. Ramón y Ermesenda venden, en 1168, al prior de Valldaura, un mas en el mismo lugar que limitaba con una laguna al norte, el mar al sur y con propiedades de los monasterios de Santes Creus (al que se incorporó Valldaura del Vallés) y de Sta. Eulalia del Camp. En 1266 Pere de Ferrán da al prior de Sta. Anna (donde estaba adscrita la orden del Santo Sepulcro) el mas de Lanes, con una torre, un palomar, hombres, mujeres y censos.

Carrer de St. Pere on les germanes de St. Pere tenien esglèsia al seu càrrec, de la que ja no queda més que el nom. AGC, 2021

También de la segunda mitad del siglo XII, serán las primeras menciones a los Bellvís que tendrán en la Torrassa una concesión de los condes de Urgel y de Barcelona por su participación en las conquistas por tierras de Lérida. Encontramos a los Bellvís firmando diversos documentos relativos a las órdenes del Temple y del Hospital, siempre al servicio condal i/o real.

Castell de Bellvís a la Torrassa (L’Hospitalet de Llobregat), desde donde se alcanza a divisar la Marina y el mar. AGC, 2022

En 1198 Pere de Bellvís firma, junto a Pere, sacristán de Osona y otros caballeros, un documento por el que se concede a la orden del Hospital parte de un canal que traía aguas del Llobregat, donde había algunos molinos del rey, para que lo prolonguen hasta Montjuïc y lo exploten, a cambio de que el monarca reciba la cuarta parte de los réditos.[6]

El Castell de Bellvís, como la Torre Blanca, tenía jurisdicción propia. Los Bellvís, encargados de “la defensa de la Marina”, recibían diezmos de los campesinos de los alrededores y de las parroquias de Sta. Eulalia de Provenzana y de St. Bartomeu de Sants. Aunque disponen de numerosas propiedades, no actúan como terratenientes, son militares y parecen asumir las funciones que anteriormente realizaba el Castell de Port, ahora en manos de particulares. La primera “casa fuerte” de Bellvís (siglos XII-XV) ya disponía de aspilleras y fosos abiertos.[7] El último descendiente de los Bellvís en Provenzana venderá o traspasará las propiedades a la cartuja de Montalegre en el siglo XIV.

Espitlleres del Castell de Bellvís, AGC, 2022

Hasta 1211 no había separación entre El Prat o Llanera y el actual Bellvitge. Pero en 1211 un nuevo cambio de cauce forma la Illa del Prat, dejando aislado este sector que en el siglo XVI se independizará de l’Hospitalet.

En 1408 Pere Palau establece a Arnau Viader (otra notable familia de El Prat) en la torre “Llampada”, en Les Landes o “Llanes”.[8] Esta torre (Esllampegada o Llampada) es el preludio del actual faro del Llobregat o “torre del cap del riu” reedificada en el siglo XVI para proteger de los ataques de piratas y corsarios. La mujer en estos tiempos ya va estando sometida a la familia o al claustro.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, 14-06-2023

A quienes escuchan las voces que reclaman justicia histórica en nuestros lugares emblemáticos, como el Castell de Bellvís o el faro del Llobregat.


[1] Baiges, Feliu i Salrach (dir.) (2010). Pergamins de l’Arxiu Històric de la Corona d’Aragó, segle XI, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV. FN, ACA, 48-51, n. 99

[2] Mas, Josep, (1909-1914). Notes històriques del bisbat de Barcelona. Rúbrica dels Libri Antiquitatum de la seu de Barcelona (LA), n. 1438

[3] García-Carpintero, Àngels: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2023/06/13/la-torre-del-riu-preludio-del-faro-del-llobregat/

[4] Baucells et. al., o.c., ACB, n. 993

[5] Paulí, A. (1945). El real monasterio de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona, p. 189-193

[6] Miret i Sans (1910=, Les cases de templers i hospitalers a Catalunya, p. 229

[7] Geladó, Adriana i Salvadó, Ivan (2010) “Del Castell de Bellvís a la masia de la Torrassa”. Actes del IV congrés d’arqueologia medieval i moderna a Catalunya.

[8] Codina, Jaume (1987). Els Pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions de la Abadia de Montserrat. Vol. I, p. 263

La “torre del riu”, preludio del faro del Llobregat

1. El Delta del Llobregat y los cauces del río

En aquesta imatge es veu els diferents nivells del relleu de l’Hospitalet, amb la zona de Marina o deltaica, a redós de Montjuïc i el Samontà.

La “torre del río”, en el margen izquierdo de la desembocadura del Llobregat, se construye en el siglo XVI para defender las costas de los ataques de piratas y corsarios. En realidad, se re-construye aprovechando los fundamentos de piedra de una antigua torre que debía hacer funciones de vigilancia y comunicación.

Para situarnos en el contexto previo a esta edificación debemos tener en cuenta que el Delta del Llobregat se fue formando entre los siglos V-XV con los sedimentos que traía el río, por lo que la línea de la costa fue variando. “El Delta creixia, ja des d’abans de l’època romana, pel sector oriental, a recer de la muntanya de Montjuïc”.[1]

Formació del Delta entre els segles V-XV

La zona portuaria más comercial se daba (siglos IV AC-V DC) en la antigua línea de la costa y cerca del final de río que en tiempos fue navegable y donde las embarcaciones podían encontrar agua dulce, en lo que se conoce como Les Sorres de Gavà. En 2018 se restauró la villa y la cisterna romana de Can Valls.

“L’activitat en aquest port de les Sorres començà cap al segle IV aC, encara en època ibèrica, i devia tenir el moment àlgid d’activitat la segona meitat del segle I aC i la primera meitat del segle I dC, quan els habitants de Barcino van impulsar la producció i comercialització del vi de la Laietània, arribant potser a esdevenir, a finals del segle I aC, la seva activitat econòmica més important”.[2]

Cisterna romana de Can Valls, Gavà. AGC, 2022

En los años sesenta del siglo XX, la extracción masiva de piedra y arena hizo que se perdieran muchos restos arqueológicos de la zona, sin embargo, el empuje y la dedicación de algunos estudiosos locales lograron sacar a la luz diferentes restos de barcos y de materiales de almacenamiento como ánforas que son una muestra de esta actividad comercial.[3]

Por otra parte, el curso bajo del Llobregat cambió en ocasiones de cauce, desdibujando antiguos caminos o marcando otros. Uno que había desembocado cerca de Montjuïc, formando un pequeño puerto, ya no estaba vivo desde el s. VIII y había generado el estanque del “Port”, alrededor del cual se edificarán algunas casas en el espacio conocido como “Círculo”. En época romana, se embarcaba desde aquí la piedra de Montjuïc para amurallar Barcino.

En el siglo X la familia vizcondal se instala en el Castell de Port controlando la actividad portuaria comercial que se seguía dando cerca de la desembocadura del río donde atracan embarcaciones buscando refugio y agua dulce. En 963 se menciona «el faro», a poniente de Montjuïc.[4]  Este faro o torre de vigilancia establecería comunicación con el Castell de Port y con otros puntos elevados cercanos como el de la “Peña del moro” de St. Just.

Restes del castell de Port a Montjuïc, AGC, 2021

Al sur de la ermita de Bellvitge (Banyols), otro brazo del río que ya no tenía salida al mar, el “Llobregadell vell”, también había formado un estanque, que en estos tiempos y seguramente gracias al canal de Amalvigia (citados ambos en 995) se iba desecando favoreciendo los cultivos y pastos y facilitando la vida.

La zona de Banyols cercana al Castell de Port de Montjuïc (la Marina de l’Hospitalet), bajo la casa vizcondal hasta mediados del siglo XI, tendrá un dinamismo comercial que contará con la intervención de las mujeres en los siglos X- XI y que nunca se dará alrededor de la parroquia de Provenzana.

Otro antiguo cauce había formado el estanque conocido como Llanera (entre El Prat y St. Boi), mencionado en 965. La vía Lanera iba desde los prados de Lagunaria, Lannaria o Landas (garrigas), atravesando Banyols, hacia “Enforcados” (cruce de caminos entre Provenzana, Montjuïc y Sants), también era conocida como “Carraria Bovatera” porque era un camino ganadero que seguía un antiguo cauce del río que corría de poniente a oriente, conectando el trasiego comercial de los rebaños que bajaban por el río con la ciudad. En 1210 este camino se denominará el del Medio (actual carretera del Medio), alrededor del cual se instalan numerosas masías.

Plànol 1782, el «camí» de la Barca, actual carretera del Mig, era un camí que va deixar un antic curs del riu que corria paral·lel al camí ral.

[1] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 26.

[2] Informació del museu de Gavà sobre la vil·la romana de Can Valls de Gavà.

[3] Izquierdo i Tugas, Pere (2013) “L’ancoratge de les Sorres: el port de la vall del Llobregat”.

[4] Feliu, Gaspar (1971) El dominio territorial de la Sede de Barcelona (800-1010). Tesis UB, I: obra y II: documentación, n. 30

El Port de les Sorres i la cisterna romana de Gavà.

Cisterna romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

El Delta del Llobregat no existia fa uns tres mil anys ja que la línia de la costa era molt més endins i el riu Llobregat acabava en una mena d’estuari. Els canvis climàtics que la terra ha patit, junt a l’activitat humana, com la desforestació, van fer que el Delta s’anés formant fa uns dos mil anys. “El Delta creixia, ja des d’abans de l’època romana, pel sector oriental, a recer de la muntanya de Montjuïc[1], no és estrany, doncs, que el port que van fer servir civilitzacions antigues i que servia per transportar la pedra de Montjuïc a la ciutat ja no funcionés, tot i que ens queda el topònim del Port.

Placa i restes del castell de Port a Montjuïc, davant la parròquia de la marededéu del Port. AGC, 2021

Fins el segle V els vaixells ancoraven al port conegut com «Les Sorres» (a Km. i mig a l’interior de l’actual platja de Castelldefels i a tres Km. de la de Gavà):

“L’activitat en aquest port de les Sorres començà cap al segle IV aC, encara en època ibèrica, i devia tenir el moment àlgid d’activitat la segona meitat del segle I aC i la primera meitat del segle I dC, quan els habitants de Barcino van impulsar la producció i comercialització del vi de la Laietània, arribant potser a esdevenir, a finals del segle I aC, la seva activitat econòmica més important”.[2]


La formació del Delta entre els segles V i XX

Endemés de la sedimentació que portava el riu, aquest va anar canviant de llera en diferents moments, creant diferents braços i estanys, com el de “Círculo” en Montjuïc o el de Lanera, entre St. Boi i El Prat, documentat des del 965. La via de Llanera (actualment Carretera del Mig) era un camí transitat i comercial que probablement seguia una antiga llera del riu y els prats de Llanera un ampli terreny guanyat al mar entre St. Boi i El Prat. En 1211 un nou canvi de llera deixa aïllada l’illa de Banyols, futur Prat de Llobregat.

El Cap del riu, cobert per la sedimentació del Delta, serà, durant el segle XIV, lloc de partida de naus (1343, el rei Pere “El Cerimoniós” cap a Mallorca contra Jaume III) i d’arribada (1355, naus genoveses en la seva lluita pel control del comerç marítim). El Delta oferia un lloc on aixoplugar-se per la vegetació, on proveir-se d’aigua dolça i on exercir el pillatge, per aquest motiu al segle XVI es refà l’antiga torre del cap del riu al marge de ponent de l’actual curs del riu, on està actualment, dins del consorci de la la Zona Franca.

La «farola» o far del Llobregat als anys 60

Als anys seixanta del segle XX, l’extracció massiva de pedra i sorra va fer que es perdessin moltes restes arqueològiques de la zona, malgrat tot, l’empeny i la dedicació d’alguns estudiosos locals aconseguiren treure a la llum diferents restes de vaixells i de materials d’emmagatzemament com àmfores que són una mostra d’aquesta activitat comercial a les platges, prop del Delta.[3]

Restes de la vil·la romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

També s’han trobat restes arquitectòniques romanes prop d’aquella primera línia d’ancoratge de “Les Sorres”, la més important és la gran cisterna d’aigua de la vil·la romana de Can Valls de Gavà, dalt del turó marítim de Caçagats, un lloc privilegiat i ben comunicat, cap el mar i cap a l’interior seguint el riu Llobregat, que llavors era navegable. Les troballes de Can Valls fan pensar que, més que una vil·la rústica, com d’altres de la època, podria ser un lloc portuari.

Interior de la gran cisterna romana de Gavà. AGC, 2022

En 1990, durant les obres de construcció del canal olímpic, es va trobar un vaixell medieval (probablement de la segona meitat del s. XIV) que es dedicava al transport de peix (segurament en conserva, degut a les salines que es feien en aquesta zona) i que es devia enfonsar en el que llavors eren els aiguamolls de la desembocadura del Llobregat. Es va catalogar com la troballa número deu (“Les Sorres X”) i actualment el podem contemplar al museu marítim de les Drassanes de Barcelona. [4]

Museu marítim de Barcelona. Vaixell medieval. AGC, 2021

L’any 2018 es va començar a consolidar i restaurar les estructures arquitectòniques que estaven en un estat més precari i es van fer noves excavacions arqueològiques, principalment de la cisterna romana. També es va adequar l’espai per tal que pogués ser visitat pel públic, minimitzant el risc tant pels visitants com pel monument.

2020 exposició al Museu Marítim de Barcelona de «Les Sorres X. Un vaixell medieval» https://www.mmb.cat/blog/el-museu/premi-seleccio-fad-intervencions-efimeres-per-a-lexposicio-les-sorres-x-un-vaixell-medieval/

Al poc temps arribà la pandèmia i ens hagueren de quedar a casa; ara que ja podem sortir, aquest és un bon lloc per visitar amb el màxim respecte i millor si ho fem acompanyats de qui ens ho pot explicar, amb les visites que organitza el museu de Gavà, per exemple; un lloc que, tot i que ja és conegut, serà un autèntic descobriment per a nosaltres.

Vil·la romana de Can Valls. Gavà. AGC, 2022

Maria Àngels Garcia-Carpintero Sánchez-Miguel, 05-02-2022

(Revisat i corregit 1-2-2023)

Als i a les que han treballat amb dures condicions de vida i als i a les que procuren donar-les a conèixer..


[1] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 26.

[2] Informació del museu de Gavà sobre la vil·la romana de Can Valls de Gavà.

[3] Izquierdo i Tugas, Pere (2013) “L’ancoratge de les Sorres: el port de la vall del Llobregat”.

[4] VVAA (1992) Les Sorres X. Un vaixell medieval al canal olímpic de rem. Castelldefels, Baix Llobregat. Ed. Generalitat de Catalunya.