Parets del Vallés, siglos IX-XI

Torre de Malla, entonces denominado «Vilatzir». AGC, 2022

En el concilio de Troyes de 878, celebrado con la coronación de Luis el Tartamudo (846-879), se reparten los bienes del derrotado marqués Bernardo de Gotia (-878) y se confirma al obispo Frodoí y a la Sede de Barcelona las propiedades que había dado Carlos el Calvo en el Vallés que habían sido de los clérigos Tirso de Barcelona y otro que, bajo el auspicio de Bayo (Rojo o castaño), magnate hispano-godo de Terrassa, bautizaban y ejercían su ministerio siguiendo el rito hispano o mozárabe. De los bienes que fueron de Bernardo de Gotia, además de la tercera parte de los impuestos sobre las mercancías y el derecho de acuñar la tercera parte de la moneda, se concede la villa Romanos (Vallromanes), con “Villaricello” por encima, junto a la iglesia de St. Esteve (casa que será conocida como “Vilatzir”, nombre de un prócer del siglo XIII, y como Torre de Malla desde 1548) y la villam Rodaldi (Vilarrosal), más cerca de Gallecs.[1]

Santa María de Gallecs, en Mollet, un sitio agrícola privilegiado gracias a los acuíferos de Mollet, que dan nombre a esta población («mojado») AGC, 2022

En 904 se consagra St. Esteve de Parets que es dotada con numerosas villae (núcleos de población con edificios dispersos) en su zona de influencia. Entre otras se mencionan la villa Spina, por encima de St. Esteve, las de Breda y Parietes (ambas designaciones acompañan a St. Esteban hasta que se acabe adoptando la de Parets), la villa Reudaldo (Rosal), medio alodio en Gallecs, la villa de St. Martí, la de Palaudàries en “el sitio de los pagos”, la de Marciá donde está St. Valerià y el campo de Teudemunda.[2] Cada sitio parece tener su propia iglesia o capilla.

St. Esteve de Parets o de Breda con au absis románico. Foto: Ramón Solé https://estimadaterra.wordpress.com/2019/02/15/esglesia-de-parets-del-valles/

Todo un despliegue topográfico que nos invita a unir nombres antiguos con sitios actuales. Recogeremos estos y otros lugares que aparecen cercanos en los documentos de la época y veremos el papel que ejercen los propietarios.

En 923 Auxili vende al obispo Teuderic por cuarenta sueldos (una cantidad importante) sus bienes y derechos en la villa Roudaldi (Rosal) quedándose en régimen usufructuario.[3] Vemos, pues, que la Catedral de Barcelona es una gran propietaria en Parets y su área de influencia al lado izquierdo del río Tenes.

El monasterio de St. Cugat del Vallés recibirá bastantes donaciones en la zona: En 945 Guisalec y su esposa Splandonia dan a St. Cugat en la Villa Ariulf o Valldario (Valldoriolf en Vilanova del Vallés). En 946 Sendred y Elisabet dan un amplio alodio de tierras y viñas entre Lliçà d’avall, Vilanova del Vallés, Lliçà d’amunt…, en los límites encontramos a María, Tortora y Escolástica. En 949 Justo da “por mandamiento de su padre” en Perafita (Vilanova). En 979 Delà permuta “por voluntad de Dios” tierra, casas, corrales, árboles, agua y riegos en Gallecs, en cuyos límites vemos a “Ermessinda Deodicada” y sus hijas. En 990 el prócer Ennec Bonfill dará a St. Cugat un alodio en Palau de Plegamans en cuyo límite oriental se menciona Palaudàries y “la sumitat de la Serra que és sobre Vila Rosal”. En 993 ErmengardaBonadona” y Eldregodo dan a St. Cugat tierra con huerto en Parets, limita al este con la sierra sobre la Villa Parietes, al sur con St. Vicenç i Sta. Leda (primera mención a la iglesia de Mollet), al oeste con la “Villa Alurí (Vilatzir) y al norte con la strada que va a Gallecs.[4] Vilatzir, con su capilla de St. Iscle,quedará en manos de St. Cugat y de señores feudales.

Palaudàries, Llicà d’amunt. AGC, 2021

El 968 el monasterio de St. Pol de Mar, bajo el obispado y la casa vizcondal de Girona, se unifica con el de St. Feliu de Guixols, quedando ambos bajo la regla benedictina y recibiendo, entre otros privilegios y donaciones del rey franco, un alodio en Parietes.[5] En 982 el abad de St. Pol permutará este alodio con Mayer y Ermessenda por diversas tierras entre Mollet, Moguda y Martorelles, en las afrontaciones encontramos a Chixilo, Guisla, Odesinda y Ermegodo.[6]

La Sede y St. Miquel siguen recibiendo donaciones: Oriol, clérigo, da en 977 a la iglesia de St. Miquel de Barcelona tierra, viñedos, casas, corrales y huertos con árboles, para quedarse como en usufructo en Vilarzir (Torre de Malla), una de las viñas es la que plantó “Gotmar et fraters seus”. En 981 Guitard hace importantes donaciones testamentarias a varias iglesias, entre las cuales, la Sede y a St. Miquel. A Sta. María del Mar deja bienes en la Torre de Malla que fueron de Adalvira. [7]

La Torre de Malla, hoy, como ayer, una finca agrícola AGC, 2022

La presencia reconocida de las mujeres en el siglo X es una constante.

En 1005 el obispo Aecio permuta con Guillem, hijo de Mayer y Ermesenda la capilla de St. Martí de Martorelles por una tierra con casales y una onza de oro cerca de Sta. María (Martorelles). En 1007, fallecido Guillem, se hace entrega de una tierra en Martorelles a la Sede de Barcelona y de una viña a St. Miquel. En 1008 Bulgará y Bonesind, sacerdotes y Guillem, laico, testimoniarán delante del juez Oruç a favor de la mujer de Guillem, Beliarda, que, habiendo perdido las escrituras correspondientes a consecuencia del paso de Almanzor en 985, es reconocida como legal propietaria de lo que poseía anteriormente con Guillem. Son diversos lugares entre Parets y Martorelles. El testimonio se jura sobre la capilla de St. Martí de Martorelles (actual Can Suñer).[8]

En 1207, en la segunda consagración de St. Esteve de Parets (no sabemos por qué hubo dos, lo único que constatamos es el valor documental de los topónimos que aparecen en este tipo de actas), entre las muchas donaciones que se hacen, encontramos numerosos monasterios y órdenes religioso-militares, como la del Temple, o familias feudales como la de los Montcada, principales receptores de los privilegios de las franquicias condales, también a St. Pere de les Puel·les junto a St. Jaume de Viladordila (Can Masferrer a partir de 1678 cuando esta familia la compró) y el “campo de la Deovota” (¿quizás el campo de Teudemunda de 904?), en todo caso la de St. Pere, como fue la de St. Joan de las abadesas hasta que no la depredaron, es siempre una presencia fructífera y pacífica no entrando en litigios más que con las instituciones eclesiales que quieren estar por encima de su propia gestión.

El río Tenes a su paso por Parets. Un río que se està recuperant amb la dedicació de molts. Foto: Ramon Solé

A las mujeres que realizan los trabajos del campo.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, julio caluroso del 2022.


[1] Pardo i Sabaté, Maria (1994) Mensa episcopal de Barcelona (878-1299). Fund. Noguera. Diplomataris, vol. 5, n. 1

[2] VVAA (1992). Catalunya romànica. Vol. XVIII. Vallés Occidental i Oriental. Enciclopèdia Cat.

[3] Feliu i Montfort, G. (1971).El dominio territorial de la sede de Barcelona: 800-1010. Tesis, n. 8

[4] Mas, Josep, (1909-1914). Cartulari de Sant Cugat, vol. IV, n. XX (945), XXI (946), XXIV (949), CXXIII (979), CCVII (990) y CCLIII (993)

[5] Pérez i Gómez, Xavier (1998). Diplomatari de la cartoixa de Montalegre (segles X-XII), n. 6

[6] Fàbrega i Grau, A. (1995). Diplomatari de la Catedral de Barcelona (844-1000). Arxiu Capitular de la catedral de Barcelona, n. 139

[7] Feliu i Montfort, G. (1971). o.c., n. 54 y 59.

[8] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006). Diplomataris de l’Arxiu Capitular de Barcelona (ACB) segle XI. Fundació Noguera, vol. 37, n. 68 (1005), n. 90 y 91 (1007) y 108 (1008)

La baronia de Montbui.

Guisla de Besora, una primera pubilla catalana, segle XI.
Castell de Montbui. AGC, 2021

El que queda del Castell de Montbui encara s’alça imponent entre els municipis de Bigues i Riells, Sant Feliu de Codines i Caldes de Montbui. Documentat des de 987[1] era la seu de la baronia de Montbui, que es va mantenir unida fins el 1799.

Formava part del que el comte Borrell va donar en feu, el 995, a Gombau de Besora, senyor del castell de Besora i d’altres propietats al comtat d’Osona com Torelló, Sant Quirze de Besora o Montesquiu. A Gombau, primat del Palau, el trobem signant diferents documents importants dels arxius comtals.

Gombau mor el 1050, però abans, en 1041, traspassà la part més important dels seus béns a la seva filla primogènita, Guisla de Besora, casada des de uns anys abans, en segones núpcies, amb Mir Geribert, el “príncep d’Olèrdola”, de la família vescomtal de Barcelona que es va enfrontar entre 1032 i 1057 a la connivència entre el poderós monestir de Sant Cugat i els comtes.[2]

Aquesta baronia rebia els delmes d’algunes esglésies i parròquies com:

Sant Mateu de Montbui, una ermita preromànica ben conservada que podem contemplar al costat del que queda del castell i que havia estat prèviament parròquia rural del terme.

Sant Mateu de Montbui, al costat del castell, AGC, 2021.

Sant Feliu de Codines, esmentada el 878, formava part del que els reis francs van cedir al bisbe Frodoí de Barcelona per a restaurar la Canònica. Probablement aquesta i les altres celles que es mencionen “als cims del Fai”: St. Genís i St. Martí (capella de St. Martí del Fai, sobre St. Miquel) eren en mans d’una església hispano-goda local que els francs estaven desmuntant.

Sant Miquel del Fai, donada pels comtes el 997 a Gombau de Besora amb l’encàrrec de fer un monestir benedictí, on ja hi havia un altar sota la balma. En 1044 Gombau el posa sota la protecció de Sant Víctor de Marsella, un dels monestirs que instaurava la reforma gregoriana.

Sant Miquel del Fai. Salt del Rossinyol. Postal antiga.

Sant Vicenç de Riells del Fai. Esmentada el 971 en un document de Vic, va ser venuda en 1045 a Gombau pel bisbe Guislabert per quinze unces d’or.  Guislabert havia participat amb el seu cosí, Mir Geribert, als inicis de les revoltes i mirava en aquells moments de fer les paus amb els nous comtes.

Sant Vicenç de Riells del Fai i creu de terme. Postal antiga.

Sant Pere de Bigues, alçada sobre una anterior vil·la romana, documentada el 1054 i consagrada el 1156, quan se li subjecten les esglésies de Sant Mateu de Montbui, Sant Vicenç de Riells i Sant Bartomeu de Mont-ras (al límit amb l’Ametlla). A l’acta de consagració es descriu el terme parroquial de mil cinquanta passes al voltant de l’església, amb el puig de Santa Maria de la Creu.

St. Pere de Bigues. AGC, 2022.

Sant Genís de l’Ametlla del Vallés. El 932 el bisbe de Barcelona, Teuderic, consagra aquesta església a precs d’Emma, abadessa de Sant Joan de Ter (o de les abadesses), continuant així la re-conversió del Vallés Oriental iniciada per aquest monestir femení uns anys abans.

Detall de St. Genís de l’Ametlla de Mar, consagrada amb l’abadessa Emma. AGC, 2022

Santa Eulàlia de Ronçana. El terme és esmentat el 932 a la consagració de Sant Genís de l’Ametlla. L’església com a tal ho serà el 1059, quan els comptes infeuden la baronia de Montbui a Mir Geribert, Guisla de Besora i els seus fills.

Sta. Eulàlia de Ronçana. AGC, 2022

Sant Esteve de Palaudaries, documentat com a “Palau d’Àries” des del 904 a la consagració de l’església de Sant Esteve de Parets (en un dels límits del terme parroquial), aquesta parròquia tenia com a sufragaria l’església de Sta, Justa i Sta. Rufina, edificada sobre les restes d’una vil·la romana.

Sant Esteve de Palaudàries. AGC, 2021.

Sant Julià de Lliça d’Amunt. El 946 Sendred i la seva dona Elisabet donen a Sant Cugat un alou de terres i vinyes entre Palau d’Àries (“Licano subterior”), Perafita (un lloc entre Granollers i la Roca) i Sant Julià de Lliçà d’Amunt.

Sant Julià de Lliçà d’Amunt. La torre és del segle XI. AGC, 2021

Sant Andreu de Samalús. Citat el 992 al testimonial dels béns del monestir femení de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona, aquesta parròquia va ser exclosa del que Gombau donà a Guisla en 1041.

St. Andreu de Samalús. Foto: Ramon Solé

Santa Maria de Caldes estava més directament sota els comtes i el bisbat, potser perquè donava millors rèdits. El 1059 els comtes infeuden totes aquestes parròquies a Guilla i Mir Geribert, excepte la de Caldes.

Podem treure una visió general de conjunt?

La baronia de Montbui sembla ser un conjunt de parròquies rurals que s’estenien principalment al llarg del riu Tenes. Sota el poder dels comtes, des de finals del segle X és donada al que esdevindrà un suport per a la casa comtal fins mitjans segle XI, abans que els nous comtes refermin el seu poder.

Interior de les restes del castell de Montbui. AGC, 2021

A la mort del comte Ramon Borrell (1017), Gombau esdevé home fort de la cort de la comtessa Ermessenda, signant l’empeny que ella i el seu fill fan sobre el castell de Gurb (1022) o el plet que reconeix els drets d’aprisió d’una dona, Guinidilda, amb els seus parents i amics, a Cervera (1026). En 1032 Gombau perd un plet que interposen Bonfill i Guifard, fills d’Enric, per la herència del seu pare; potser aquest fet ja té relació amb les revoltes dels nous senyors.[3]

En 1035 mor el fill de Ramon Borrell i Ermessenda que ja havia intentat introduir canvis a la vella política. La comtessa governarà de nou, ara amb el seu nét que aviat intentarà deslligar-se de la pressió d’aquesta unint-se superficialment a la revolta d’alguns senyors. Aviat tornarà al redós de la seguretat del poder establert, mentre les batalles que lliuren alguns guerrers de la frontera, sota el comandament dels vescomtes, van augmentant. El mateix succeïa a l’altra banda dels Pirineus, però d’una manera més dispersa, mentre que aquí n’hi havia un cap ben visible, Mir Geribert. La cessió de 1041 de Gombau a la seva filla més gran i al seu gendre, Mir Geribert, dels castells de Montbui i el de “Palau Dalmanla“ (Montornès), devia ser un intent d’apaivagar el foc.[4]

Montornés, rectoría a l’antic camí de Martorelles. AGC, 2022

En aquesta mateixa línia es pot entendre la connivència, el mateix any, entre el bisbe Guislabert i la família de Mir Geribert i Guisla de Besora infeudant el castell de Ribes i les seves fortaleses, com la de Sitges, a condició que deposin la seva actitud i que li jurin fidelitat (amb dret d’host i de cavalcada).[5]

En 1044 Gombau intervé en els acords entre els comtes Ramon Berenguer I i la seva tercera esposa, Almodís de la Marca, amb el bisbe Guislabert i el vescomte Udalard.[6] Potser com a expiació, Guislabert empenyora l’església de Sant Vicenç de Riells del Fai al monestir de Sant Miquel del Fai i a Gombau de Besora. Guisla i Mir Geribert, ratificaran aquesta donació.[7]

En 1058, superades les revoltes amb l’acatament de Mir Geribert a la sentència imposada, per la qual donava el Castell de Port de Montjuïc (tot íntegre excepte un feu de la església), prometia respectar els drets del comte als seus castells d’Olèrdola i Eramprunyà i renunciava al castell de Montbui i amb la retirada d’Ermessenda a l’ermita de Sant Quirze de Besora, on morí després de vendre totes les seves propietats al seu nét, els nous comtes reafirmen el seu  poder, davant dels nous senyors que els juren fidelitat. Entre ells, Guisla de Besora i Mir Geribert. A ells i als seus descendents cedeix en feu, Berenguer Ramon I, la baronia de Montbui. Mir Geribert i el seu fill Bernat (de la primera esposa, Adelaida de Sant Martí) moren en 1060, en una expedició a Tortosa, a mans dels seus antics aliats, als que Mir havia instat a no pagar les pàries al comte.

Restes del castell de Montbui. AGC, 2022

És llavors quan el bisbe Guislabert dona a Guisla i als seus fills, com a feu episcopal el castell de Ribes, el castell i la parròquia de Montbui i les parròquies de Madrona, Sant Jaume de Barcelona, Sant Joan Despí, Sant Boi de Llobregat, Santa Perpètua de la Moguda, Sant Sadurní del Palau Dalmanla, Sant Genís de l’Ametlla, St. Andreu de Samalús, Vilanova de La Roca, St. Feliu de Codines, Sta. Eulàlia de Ronçana i un feu d’Orúcia (segona dona de Gombau de Besora) a Osona, tot a condició de fer host i homenatge a ell i els seus successors, de que li jurin fidelitat i que estableixen un clergue a la Seu.

En 1069 Guisla, filla de Gombau de Besora i senyora del castell de Sant Martí (que Mir Geribert havia reclamat per Guillem, fill primogènit de la seva primera esposa, Adelaida), fa testament, donant un alou i els rèdits al monestir de Sant Sebastià dels Gorgs (Penedès), fundat pel seu marit, per les seves ànimes.[8]

Malgrat la pèrdua envers el reconeixent de les dones que suposa la plena instauració del feudalisme, una dona, Guisla de Besora, es manté forta procurant per la seva família. Una dona no gaire reconeguda per la història o directament vilipendiada per la seva lluita, la mateixa que lliuraren els senyors feudals en una època en la que es donà un canvi generacional.

En un temps en que de les relacions horitzontals familiars, en les que la dona tenia un paper clau, es passa a les verticals amb l’hereu que manté el patrimoni, podem dir que Guisla és una primera pubilla. Filla de la primera dona de Gombau, Guisla, tant la segona dona d’aquest, Aurúcia, com les dues germanes menors, Ermengarda i Ermessenda tenen papers molt menors en la herència i el que reben queda supeditat a la primogènita.

Els drets de la baronia van passar als fills de Guisla i Geribert, Gombau i Arnau Mir; en 1135 Guillem de Sant Martí (nét d’Arnau Mir) ret homenatge al comte de Barcelona, rebent a canvi l’honor de Montcada i els feus de Montbui i de Montornès. El castell va passant per diferents senyors fins arribar a la família Montbui. El 1204 va quedar sota el bisbe de Barcelona. Durant el segle XIV la capella de Sant Mateu del castell va ser utilitzada com a presó episcopal.

St. Mateu del castell de Montbuic va ser presò episcopal. AGC, 2022

En 1714, després de la Guerra de Successió, els borbònics van fer enderrocar el castell com va succeir amb la majoria de les fortaleses catalanes.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, L’Hospitalet, 29-12-2021

A les dones que han lluitat i lluiten pels seus drets.


[1] Als límits d’una donació del Comte Borrell a Sant Pere de Vic (Udina i Martorell, Frederic, 1951. El Archivo Condal de Barcelona en los siglos IX-X. Estudio crítico de sus fondos, n. 205)

[2] García-Carpintero, Àngels “De Sant Martí Sarroca a Santa Maria de Martorell. Els plets d’Adelaida de Sant Martí i de Mir Geribert”. https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2020/09/03/de-sant-marti-sarroca-a-santa-maria-de-martorell/

[3] Feliu, G. i Salrach, J. M., dir. (1999). Els pergamins de l’Arxiu Comtal de Barcelona de Ramón Borrell a Ramón Berenguer I. Fundació Noguera. Diplomataris, n. 158, 172 i 223

[4] Ruiz-Domènec, J. E. (2006). Quan els vescomtes de Barcelona eren. Història, crònica i documents d’una família catalana dels segles X, XI i XII. Fundació Noguera, n. 54.

[5] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006). Diplomataris de l’Arxiu Capitular de Barcelona (ACB) segle XI. Fundació Noguera, vol. 38, n.606-608

[6] Feliu, G. i Salrach, J. M., dir. (1999), o.c., n. 321

[7] Ruiz-Domènec, J. E. (2006), o.c., n. 62 i 63

[8] Baucells J., Fàbrega, A., et al. (2006), o.c., vol. 39, n. 1015 (1060) i vol. 40, n. 1183 (1069)

Del “Palau del Sultà” a la comanda dels Templers.

S. X-XIII a Palau-solità i Plegamans.

Castell de Plegamans, la part més antiga és la torre (s. XI). AGC, 2021

El terme “palau”, a l’alta edat mitjana, remet als dominis fiscals del període islàmic. El cognom d’aquest Palau del Vallés “Salathan” (o “del sultà”) senyala la presència andalusí. Aquests antics «palaus», amb una torre i un enclavament rural, eren prop de les vies importants de comunicació.

El terme “castell”, doncs, no indica un edifici imponent com pot ser l’actual castell gòtic de Plegamans ni ens podem imaginar un palau de la mateixa manera. Darrera d’aquests noms hi havia comunitats pageses que explotaven les terres per a la seva subsistència i per poder pagar les rendes als senyors del moment.

Normalment les explotacions agràries eren vora l’aigua on trobem els molins hidràulics. Junt als cursos d’aigua i als camins, trobem les capelles on s’enterraven els morts i s’emmagatzemava el gra.

Els primers topònims com Palau o Plegamans(a banda i banda de la riera de Caldes), Boada (al sud, on n’hi havia un pas per creuar la riera) o Gallecs (un àrea entre el Vallés occidental i el sud de l’oriental) apareixen vinculats a noms d’origen gòtic al segle X, sent més romanitzats avançat el segle XI i convertits en cognoms al segle XII.  

L’església de Santa Maria de Palau és anomenada el 981 en el testament que fa Inguiralda abans de peregrinar a Santa Maria de Puèg (o de “Ynicio”), Alvèrnia. Entre altres molts llegats, deixa quatre egües a Santa Maria de Palau per a la seva consagració.[1] Potser l’església era en obres, ja que no serà consagrada fins el 1122, o potser era sota l’advocació d’un cristianisme més primitiu. Actualment es troba al lloc conegut com “la Sagrera”, un petit nucli que mostra la població rural que existí fins fa relativament poc.

Santa Maria de Palau, on encara es pot sentir l’ambient rural del passat. AGC, 2021.

Inguiralda és la vídua de Borrell, un senyor que, en 970, també feia testament abans de peregrinar a Roma. La família tenia diferents possessions, principalment a Osona i La Selva. Borrell deixa les seves armes al seu primogènit i potser aquest és el vincle amb Palau, el dels senyors que, en un temps en que els francs i els comtes van reconquerint i assegurant terres sota el seu domini, van adquirint, a canvi, terres i béns i fan consagrar les esglésies que quedaran sota el seu control amb un model cristià romanitzat. Inguiralda es preocupa especialment de la seva filla Aigó, potser una filla no casada que Borrell no esmentava al seu testament.

Des de la segona meitat del segle X, el monestir de Sant Cugat estén el seu domini en aquestes zones del Vallés, amb el beneplàcit dels comtes. En 990 Ennec Bonfill, fill de Sendred, dona a Sant Cugat uns alous a Plegamans, que havia comprat al comte Borrell. Al nord limiten amb la via que va a Caldes i el lloc de “Coscoliola” (que correspon a l’ermita de Sant Valerià de Roberts, a l’oest de Lliçà d’Amunt), a l’est Palaudaries i la serra que és sobre la “Vila-rosal” (Parets), al sud el lloc de Gallecs i a l’oest la “rovira” que era del difunt Geribert.[2]El terme de “rovira” esdevindrà cognom d’uns senyors feudals importants de Santa Perpètua de Moguda.

Sant Valerià de Roberts a Lliçà d’Amunt, un dels límits del «castell» de Plegamans. AGC, 2021.

En 1013 Truiter i la seva dona Bonuça permuten amb Sant Cugat terra a Plegamans que limitava al nord amb la “Vall de Sant Genís” i amb terres de Sant Cugat a la resta d’afrontacions. L’ermita de Sant Genís (actualment al recinte del centre educatiu l’Alzina, a prop del castell) serà consagrada el 1121, un any abans que la de Santa Maria i farà les funcions de parròquia de Plegamans fins que va ser cremada durant la guerra civil. A partir del segle XV va tenir com a sufragaria la de Santa Maria de Gallecs. Des del segle XVII Palau-solità i Plegamans van constituir una casa comú.

A la zona coneguda com la Boada hi havia una cruïlla de camins important amb la Via Augusta que unia Caldes amb Barcino i la que anava des de Granollers a Martorell. A l’acta de consagració de l’església de Santa Maria de Palau (1122) s’explica així el límit oriental del terme: “camí que passa per Perafita de Caldes a Barcelona i continua a l’altre camí que va de Palau a Granollers fins l’altre camí que passa per la serra de Plegamans”.[3]

Memòria de l’acta de consagració de Santa Maria de Palau de 1122. AGC, 2021

El 1003 Ermegilde (fill de Geribert i Anna) ven a l’abat de Sant Cugat una important propietat amb terres, boada, torre, vinyes, cort, regs, horts i l’església de Santa Margarida, a la boada.[4] Aquesta Santa Margarida deu ser la figura martirial del segle III, d’origen oriental (Antioquia). D’aquesta capella no em sabem res, només tenim les restes d’una vil·la romana confirmades amb les excavacions de 1991 a la masia de Can Boada Vell i el nom de Santa Margarida a un carrer prop de l’hostal del fum, un antic alberg de traginers.

Masia de l’Hostal del Fum. Foto: viquipèdia

En aquests temps trobem nombroses dones que actuen per sí mateixes i són reconegudes com a tals, tant a les transaccions econòmiques com als límits de les propietats (en aquesta de 1003 trobem a Eigó, Rotrude i Ramovigia).

El 1008 Adroer i la seva dona Sunlo venen a Broncard, vicari, terres amb arbres al terme del “castell de Palau”, al cim del turó més alt del lloc o “serra”. El que esdevindrà casa forta de la quadra de Plegamans, consistiria, en aquells remots temps, en una torre de vigilància i defensa. Cal dir que a l’entorn del castell de Plegamans s’han  trobat restes del neolític, dels ibers i dels romans.

El castell de Palau des de Can Cortés. Postal antigua.

A la segona meitat del segle XI comencem a trobar les conveniències, com la de 1079 entre Ricard Guillem i Guillem Bonfill en la que el primer dona al segon les rendes de la església de Santa Maria de Palau a canvi que li sigui vassall i li proporcioni un guerrer cada cop que vagi a la host. A les infeudacions els vassalls aniran adquirint el cognom dels feus menors. En aquesta època les dones són citades merament per la seva funció familiar.

En 1080 es jura el testament d’Adalenda, sobre l’altar de Santa Eugènia de l’església de Sant Joan Baptista de Palau-solità. La dona fa llegats a familiars, com el seu fill, Ramon Mir, i a institucions religioses.[5] En 1376 el bisbe ordenà al rector de Palau que desmantellés i aprofités els altars de St. Joan i Sta. Eugènia i altres objectes de culte i ornaments d’aquesta capella. Més endavant les pedres s’aprofitaren pel mas del Forn del Vidre.[6]

Capella de Sant Joan integrada al mas del Forn del Vidre de Palau-solità. Foto: 1983 Arxiu Gavin.

Així tenim: Santa Maria de Palau i Sant Genís de Plegamans (al costat del castell), com les dues esglésies reconegudes que, endemés, van ser parroquials (actualment n’hi ha una església nova dita “Sant Genís”). Una desconeguda Santa Margarida, al sud, prop de Can Boada vell i de l’Hostal del fum i una oblidada que havia estat dedicada a Sant Joan Baptista, al nord.

I arribem a la comanda dels templers i la capella de Santa Magdalena, actualment utilitzada com a magatzem i galliner d’una masia. Tot i que en 1949 va ser declarada “Bé cultural d’interès nacional” es troba en un estat molt penós.

Santa Magdalena on va ser-hi la comanda templera de Palau. AGC, 2021.

En 1126 es jura el testament de Ramon Mir a l’altar de Sant Joan de Santa Perpètua de la Moguda. Aquest Ramon Mir era el vassall més important dels Moncada i devia ser el fill d’Adalenda, ja que entre els molts béns que té, n’hi ha varis a Palau que deixa al seu fill Pere que es farà dir “de Palau” i serà el nou castlà dels castells de Montcada i Sentmenat. Ramon Mir donava, en primer lloc, a Santa Maria de Palau el sagrer, horts i cases de Sant Joan més els delmes de Sant Genís de Plegamans i el mas Rovira amb el seu molí.[7]

És la època en que les ordes religiós-militars s’introdueixen a la Península. A Catalunya i Aragó ho fan amb un ampli recolzament de comtes, reis i nobles. Al testament de Ramon Mir de 1126, un dels testimonis és Berenguer de Rovira que també apareixia a l’acta de consagració de Santa Maria de Palau (1122) com a posseïdor d’un alou al sud, en una zona entre la riera de Caldes i el lloc de Gallecs. Pere de Palau donarà el seu patrimoni a l’orde dels templers. Pere de Rovira, també va posar a disposició d’aquesta orde la propietat de la Rovira que esdevindria, amb les donacions de Pere de Palau, la comanda templera de Palau. Pere de Rovira arribaria a ser primer mestre provincial de l’orde.[8]

Un dels béns més preuats és l’ús de l’aigua. En 1140, Sant Cugat i Adelaida de la Torre (Bernat Arnau de la Torre era un altre dels testimonis del testament de Ramon Mir), estableixen i donen dret de prendre aigua pel molí i alou de la Rovira que tenen conjuntament amb Santa Maria de Palau.[9]

Pou antic ara clausurat a Santa Magdalena de Palau.

En 1157 Alamanda amb els seus fills Guillem i Guilleuma venia els drets d’agafar aigua del seu molí “Castelon” a Palau-solità a Bernat Berenguer i Pereta per quaranta sous, una quantitat important.[10]

Tornant a 1140, Guilla, que deuria ser una germana dels Rovira, ven al Temple una vinya a Palau i en 1153 ho farà Guillem Arnau de la Torre. En 1162 l’alou del Temple ja és citat al límit de ponent d’un alou a la Boada.[11] Justament el lloc on es troba la capella dels templers de Palou, Santa Magdalena, convertida actualment en magatzem de trastos vells d’una granja i en galliner.

Santa Magdalena en estat ruinós.

Deixarem per un altre dia parlar dels templers, amb les seves llums i ombres, però també amb la horrible manera amb la que van acabar amb molts d’ells a França. De moment deixem constància de la manca de cura d’un “patrimoni d’interès nacional” que forma part de la història de totes i tots.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, L’Hospitalet, 15-12-2021

Als soldats de tantes guerres, enviats a morir per les ambicions d’altres.


[1] Udina i Abelló, Antoni, (1984). La successió testada a la Catalunya Altomedieval. Barcelona. Fundació Noguera. Textos i documents, vol. 5, doc. 23

[2] Mas, Josep (1909-1914). Cartulari de Sant Cugat, vol. IV, n. CCVII

[3] Pladevall, A. i d’altres (1991). Catalunya Romànica. Enciclopèdia catalana. Tomo XVIII. El Vallés occidental i oriental, p. 128

[4] Miret i Sans, J. (1914) “Los noms personals i geogràfics de la contrada de Terrassa en los segles Xè i XIè” Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, boletín n. 56

[5] Baiges, I., Feliu, G., et al. (2010). Pergamins de l’Arxiu Històric de la Corona d’Aragó (ACA) segle XI, de Ramón Berenguer II a Ramón Berenguer IV. Fundació Noguera, vol. 48, n. 111

[6] “In memoriam de la masia del forn del vidre i capella de Sant Joan Baptista”. Palau-solità i plegamans. El Vallès occidental.https://latribunadelbergueda.blogspot.com/2020/09/in-memoriam-de-la-masia-del-forn-del.html?m=1

[7] Baiges, I., Feliu, G., et al., o.c., vol. 49, n. 578

[8] Vilaginés i Segura, Jaume (2007). Cavallers, pagesos i templers. Santa Perpètua de Mogoda a l’edat mitjana (segles X-XIII). Publicacions de l’Abadia de Montserrat.

[9] Baiges, I., Feliu, G., et al., o.c., vol. 49, n. 777

[10] Baiges, I., Feliu, G., et al., o.c., vol. 51, n. 1020

[11] Baiges, I., Feliu, G., et al., o.c., vol. 49, n. 763 (1140), vol. 51, n. 959 (1153) i n. 1089 (1162)

Baio, qui alçà Sant Pere de Clarà.

Cristianismes a l’Edat Mitjana.

Inscripció funerària trobada a Sant Pere de Clarà. Foto: enciclopèdia.cat

A finals del segle IX el rei franc Carles el Calb nomena com a bisbe de Barcelona a Frodoí amb l’encàrrec de restaurar la Canònica sota l’arquebisbat de Narbona. Frodoí es queixà d’uns preveres vinguts de Córdoba que seguien el ritus hispà o mossàrab a Terrassa recolzats per alguns hispans potents com Baio (Castany). Es queixà també d’alguns altres, com el got Recosind, qui retenia el camp anomenat “agrum Sanctae Eulaliae”, prop de Barcelona, que segons Frodoí era de l’església. Recosind deia que havia obtingut del rei Carles el Calb aquests béns.[1] L’assemblea d’Attigny de 874 va obrir investigacions sobre aquest afer i altres similars, però els francs eren al mig de lluites internes.

Al concili de Troyes de 878 Lluís el Tartamut confirmà al bisbe Frodoí i a la Seu de Barcelona propietats que el seu pare donà. Entre d’altres béns hi ha el domum Sant Martí junt al riu Argentona (Can Martí de la Pujada[2]), les cel·les de Sant Genís i Santa Eulàlia amb els seus molins i horts a Pinells (Santa Eulàlia de Tapioles molt a prop del Dolmen Gentil de Vallgorguina), les de Sant Genís i Sant Martí junt al riu Tenes amb les seves coves, molins i terres (Riells del Fai) que havien estat del prevere Iovencianus, i altres al sud del Montseny (“Montis Signi”), junt al riu Tordera: les que alçà el prevere Otolgisus a Campins, a Breda i a Riells al costat de l’alou de Baio. Serien el mateix Baio?, ens preguntem.

També concedeix a Frodoí el “agrum situm prope civitatem Barchinonam” del got Reconsind[3], on Frodoí buscà, sense èxit, les restes de la màrtir Santa Eulàlia que finalment va dir que havia trobat a Santa Maria de les Arenes (Santa Maria del Mar o l’església del Pi).

Als preceptes reials es fa constar que es respecten els drets dels gots o hispans de Barcelona o del Castell de Terrassa que aprisionaren les terres ermes, ja que la llei gòtica establia que la terra treballada durant trenta anys i que ningú havia reclamat seria de qui l’havia treballat, també es reconeix el dret a seguir les seves lleis recollides al Liber Iudiciorum i a tenir lliurement llurs esglésies o llocs de pastura sense que ningú els pugui reclamar tribut. Si la llei contemplava que la terra podia ser de qui l’havia treballat, per accedir a aquests béns l’església canònica havia de dir que els que els tenien s’havien fet fraudulentament amb ells o que ja “eren de l’església” (una església no unificada encara).

Els reis francs donen també, a Frodoí i a la Seu, la tercera part dels impostos sobre les mercaderies, el dret d’encunyar moneda i el monestir de Sant Cugat que havia aprisionat Ostofredus i que es convertirà en el braç executor de la Canònica, amb el recolzament dels reis francs, primer i, després, amb el del papat de Roma, buscant, tant uns com els altres, la unificació del seu domini i, per contra, la divisió entre les forces no afines. Una vella història.

Quan el monestir de Sant Cugat es queda amb algunes d’aquestes esglésies ho fa per cobrar els tributs més que per cuidar-se d’elles, com es devia fer quan aquestes eren béns preuats de les comunitats pageses on hi havia les sitges per a guardar el seu gra i on s’enterraven els seus morts.

És el que devia passar amb Sant Pere de Clarà.

Argentona, capella romànica de Sant Pere de Clarà. Foto: Ricard Batllo a Catalunya Medieval https://www.catalunyamedieval.es/esglesia-de-sant-pere-de-clara-argentona-maresme/

Francesc Carreras i Candi va informar d’una làpida que es trobà entre les pedres de l’enrunat terrer de l’ermita de Sant Pere de Clarà (al terme d’Argentona però més a prop d’Òrrius), que contenia una inscripció, probablement de meitat del segle X, que deia: “Baio qui isto domo aedificavit”.

Anscari Mundó interpretà que aquest Baio és l’hispà potent que recolzava els clergues mossàrabs de Terrassa. [4] El seu alou entre la Tordera i el Maresme, prop de vies de comunicació entre el Vallés i el Maresme: l’axial del Vallés a Barcelona i la que pujava per la riera d’Argentona fins el coll de Parpers, ho fa factible. El recolzament a uns clergues mossàrabs a Terrassa, una Seu que Frodoí no volia restaurar i el menysteniment eclesial d’aquesta important inscripció de St. Pere de Clarà sembla que van en la mateixa direcció.

De Sant Pere de Clarà se’ns diu que va pertànyer a Sant Cugat d’acord amb els preceptes francs i papals que confirmen les possessions del monestir (1002 i 1098, respectivament). Però en les primeres confirmacions de 986, només apareix Sant Martí d’Argentona, motiu que fa més probable que, al segle X,  fos del tal Baio i dels seus, quan encara se’ls respectaven les propietats.

La propietat de Sant Pere de Clarà sempre serà confusa, doncs també intervindrà el poder comtal. La comtessa Ermessenda, que governà després de la mort del Comte Ramon Borrell en 1017, traspassà, en 1023, al seu fill Berenguer Ramon I (1005-1035), els dominis dels castells de Barcelona i Osona, entre d’altres, el castell de Sant Vicenç (al terme de Cabrera però a prop d’Argentona, conegut més endavant com a “Castell de Burriac”).

Poc després el Comte ven a Guadalt, castlà de Sant Vicenç, tots els feus que tenia sota les parròquies de Sant Sadurní de Roca i de Santa Agnès de Malanyanes, així com les esglésies que eren sota el castell de Sant Vicenç: Sant Julià d’Argentona, Sant Pere de Clarà, Sant Andreu d’Òrrius, Sant Cugat de Treià (avui Sant Jaume) i Sant Feliu de Cabrera, amb Sant Joan (a prop de Can Modolell, jaciment arqueològic de Cabrera de Mar) i Sant Cebrià (Santa Margarida del Viver a Cabrera de Mar), totes elles a l’entorn del castell.

Castell de Sant Vicenç -ara Burriac- en lamentable estat d’abandó. Foto: arxiu Rasola.

Adelaida Guadald, hereva del castlà de Sant Vicenç, cedeix en 1080 Sant Pere de Clarà a l’ordre del Cluny, poc després que els vescomtes de Cardona fessin el mateix amb el monestir de Sant Pere de Casserres.

“… Jo Adalets Guadald, filla d’Arsenda dono al senyor Déu i a Sant Pere de Cluny la meva església anomenada Sant Pere de Clarà (…) l’esmentada església es troba en el comtat de Barcelona en el terme del Castell de Sant Vicenç del Maresme, prop del Castell de Dorriers.”

El 1086 Adelaida, amb el seu fill Guadald, dota el monestir amb la meitat dels delmes i dels alous que tenien al comtat de Barcelona a Teià, Alella i Vilapicina.

Sant Cugat disputà la propietat al Cluny reclamant-lo en 1098, però, tot i que el papa li confirma els drets en 1120, Cluny ja tenia instal·lada una petita comunitat sota la dependència de Sant Pere de Casserres. [5]


La història dels segles XI en endavant està més documentada, però de la dels inicis, quan el poder encara estava dispers, de vegades només trobem referències toponímiques i, respecte dels que habitaren aquells llocs, sovint no podem fer-nos més que preguntes.

El 894 Adila i Ermessenda venen a Rami i Adalvira un quart de vinya a la Vil·la de Lotone, al terme de Purpurlas (Coll de Parpres). La propietat limita amb terres d’Oldesinda i amb el camí que va a l’església del castell de Sant Vicenç. En 981 Odger i Odesinda venen a Exebur i Truitel·la unes terres amb boscos i molí de reg a la “villa de Purpulas”. Limitaven amb el riu Argentona, la vinya de Cusca o de Sant Julià i a l’oest i amb terres de Truitel·la Deodicada.[6]


Sant Julià d’Argentona. A l’esquerra de la porta d’entrada es veu un dels tres sarcòfags trobats a Sant Pere de Clarà. Foto: viquipèdia. Font: Graupera, J. «El priorat de St. Pere de Clarà. Panteó funerari de les nissagues Sant Vicenç i Des Bosc» (Argentona, El maresme).

En 972, en el testament que fa Ervigi abans de peregrinar a Jerusalem, es venen unes terres de Truitel·la Deodicada a Vallromanes per a fer donació al monestir de Sant Pere de les Puel·les, a la Seu i a Sant Cugat en memòria d’Ervigi i de Truitel·la. El vicari Ervigi  tenia propietats a altres indrets com Caldes de Montbui (Sant Miquel de Martres) o la Roca.[7]

Les Deodicades o “consagrades a Déu” podien estar o no adscrites a una regla i fer lliure ús dels seus béns, es cuidava Truitel·la d’alguna capella?

El 974, Wifred anomenat “abbas” germà de Servodei dóna a Sant Cugat, seguint les disposicions del difunt Bulgarà, prevere, terres a Vila Romanedo (Vallromanes), Gallecs i Orreus, endemés d’un parell de bous, una bota de vi i diverses eines. Els almoiners de Bulgarà eren Wifred, Adaulf, levita i Joan, prevere, però havent mort aquests últims ho fa Wifred sol. [8]

Tots aquests noms junts remeten a una comunitat religiosa que potser havia perdut tots els germans, excepte qui fa la donació dels béns. Perquè devien morir en tan poc temps? A quina cel·la o església pertanyien?

Són preguntes que ens criden a seguir investigant sobre allò que va ser obviat.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, l’Hospitalet, 24-01-2021.

Als que edificaren i es dedicaren a les primeres comunitats cristianes, no sotmeses, encara, al poder més gran.


[1] No se sap quin camp pot ser. No seria el de Santa Eulàlia de Provençana dedicada a la màrtir de Mérida, molt anterior que la de Barcelona?

[2] Graupera i Graupera, J. «La capella pre-romànica de Sant Martí d’Argentona. Estat de la qüestió». Sessió d’Estudis Mataronins, [en línia], 1988, Núm. 5, p. 33-40,

[3] Pardo i Sabaté, Maria (1994) Mensa episcopal de Barcelona (878-1299). Fundació Noguera. Diplomataris, 5 doc. 1

[4] Mundó, Ascari “Baio i la Catalunya Carolíngia” Terme, [en línia], 2013, Núm. 28, p. 67-74, https://www.raco.cat/index.php/Terme/article/view/273585

[5] Cuadrada, Coral (1988) El Maresme medieval. Les jurisdiccions baronials de Mataró i Sant Vicenç / Vilassar (hàbitat, economia i societat, segles X-XIV), premi Iluro, 1987, p. 469-70.

[6] Alturo i Perucho, Jesús (1985). L’arxiu antic de Santa Anna de Barcelona del 942 al 1200. Fundació Noguera. Textos i documentos, vol. II, n. 4.

[7] Feliu i Montfort, Gaspar (1971). El dominio territorial de la sede de Barcelona: 800-1010. Tesis. UB. Vol. II, documentación, n. 48.

[8] Mas, Josep (1909-1914). Cartulari de Sant Cugat. Vol. IV, n. XCII.

Comunitats al Baix Vallés, segle X. Què ens poden dir pel nostre avui.

Les dones i la canalització de l’aigua a la Catalunya de l’Alta Edat Mitjana.

Gallecs, un àrea al Vallés Oriental Sud molt anomenada al segle X. Foto: Ramon Solé

Des de la tradició visigòtica, abans que la reforma benedictina s’instaurés plenament, hi havia monestirs, escampats per les valls catalanes, que eren petites celles o casetes agrupades com les “laures” d’Orient. Els “monistrols” dels temps visigòtics no eren els imponents edificis que associem a la paraula monestir, més aviat serien ermites, a vegades cases fetes de fusta i fang, de les que no ens ha quedat vestigi, també podien ser coves.

Lliçà d’Amunt. Sant Baldiri. (St. Baldiri era una figura molt apreciada pels Provençals, gens coneguda a la Hispènia visigótica) Foto: R. Solé.

Algunes d’aquestes primeres comunitats eren mixtes o dobles, podrien dir “familiars”. Tot i que hi haguessin clergues i algun prevere, l’abadessa tenia un paper importat i res es feia sense consultar “la que governa les verges de Crist[1] Aquestes verges podien ser religioses o seglars, així s’entén que algunes dones autodenominades i reconegudes com a “Deovotes i Deodicades” es podien consagrar sense perdre la capacitat de fer ús dels seus propis bens. No oblidem que també les vídues podien entrar a formar part d’una vida domèstica o eremita que es fonamentava en un pacte entre les parts. Això passava i així està recollit a les actes dels concilis de l’època visigòtica. No és estrany que continués aquest estil de vida durant uns segles plens d’incerteses. Més endavant la reforma carolíngia ho transformà tot.

Sabem que s’establien als llocs on hi havia cultes primitius o antics, aprofitant el que s’hagués conservat, a prop de les vies de pas, dels rius i l’aigua. Manuel Riu les va estudiar a les valls del Pirineu i Ordeig i Mata a Osona i Berga.

Riu Mogent. La Roca del Vallés. Foto: R. Solé.

La falda del Montseny deuria ser un lloc que permetia la vida a les petites comunitats de camperols, al voltant de petites esglésies-ermites que serien absorbits pel poderós monestir benedictí de Sant Cugat i pels bisbats, que establien les demarcacions parroquials.

Del riu Congost i la riera Mogent neix el Besós que més avall es trobarà amb el Tenes i, passat Mollet, amb la riera de Caldes, més avall, el riu Ripoll. Un lloc propici per la pesca i per enclavar molins hidraúlics a l’Edat Mitja. R. Solé

En parlar del Montseny ja vèiem com un grup de gent venien en 941 al Comte Sunyer les seves propietats a Vila-Rifà per mil sous. Probablement eren una comunitat mixta. L’únic que sabem del cert, és que en aquest monestir hi hauria una petita comunitat de Deodonades fins el s. XIV.

Baixem a la zona sud-est del Vallés Oriental. Al 946 Sendred i la seva dona Elisabet donen a Sant Cugat terres i vinyes a Lliçà d’Avall o «Licano subteriore» i a Perafita (un lloc no gaire precís entre Granollers i la Roca), entre els límits apareix Sant Julià de Lliçà d’Amunt[2]. Els antropònims que trobem: Servodei, Sinleva, Guitard, Tórtora, Maria, Escolástica, Ferrucio… homes i dones considerats per igual.

Santa Maria de Gallecs va passar, com altres ermites, al poderós monestir de Sant Cugat. R. Solé.

Les donacions que es feien als monestirs i esglésies sovint eren per a conservar la propietat en règim d’usdefruit, és a dir, que ja no podien vendre-la i que havien de pagar una tasca acordada. En aquest, com en d’altres casos que observem, després de la donació important venen tot un seguit d’altres més petites, com si tot el veïnat es veiés obligat a posar la seva part en joc.

Deixem constància d’algunes: en 945 Guisalec i la seva dona Splandonia donen a Sant Cugat a la “Vila Ariulf” o Valldario (entre Granollers i la Roca). En 949 és Just qui dóna “per manament del seu pare”. En 956 Salomon ila seva dona, Revella donen a Sant Cugat cases, corts, ferragenal, hort i arbres  a la zona de Gallecs, en un dels límits apareix la “eixida comú” (entrada a les cases) i s’anomena a Gontard “Bonhome”. El 963, els marmessors d’aquest Gontard: Sisoald, Geribert i Oriol donaran a Sant Cugat un alou a Gallecs.[3]

El 965 Deudat, Oriola[4], Adolf i Martí donen una vinya a Vilanova de la Roca, seguint les disposicions de Silici. En 974 Guifred, anomenat “Abas”, marmessor d’Adaulf, levita, dona terra a Sant Cugat a la vila Romanedo (Vallromanes), a Gallecs i a Orreos més dos bous, vi i eines[5].

St. Vicenç de Vallromanes abans va estar dedicada a Sant Bartomeu. Foto: R. Solé.

El 972 Ervigi, mort a Jerusalem, fa donacions a l’església de Sant Miquel de Barcelona del que posseïa a Sant Miquel de Martres a Caldes de Montbui fent donacions també a la Seu i a diferents esglésies de les seves propietats a Vallromanes, Vilanova de la Roca… Oriol, prevere, dóna en 977 a l’església de Sant Miquel de Barcelona terra, vinyes, cases, corts i horts amb arbres, per quedar-se en usdefruit a Vilarzir (torre de Malla), una de les vinyes era la que va plantar “Gotmar et fraters seus”, aquests fraters sonen a comunitat religiosa. També Guitard fa importants donacions a diverses esglésies el 981, entre elles, dóna a Santa Maria del Mar bens a la Torre de Malla que van ser d’Adalvira[6].

Torre de Malla a Parets del Vallés, avui finca particular. Foto: R. Solé

En 979 Delà permuta “per voler de Déu” terra, cases, cort, arbres, aigua, recs i cap de rec a Gallecs, al límits trobem a “Ermessinda Deodicada”. En 983 Bellit dóna a Sant Cugat diverses propietats a Sant Menat (Sentmenat), Granollers, Santiga (Santa Maria l’Antiga a Santa Perpetua de la Moguda) i altres llocs. El 990, en morir Bellit, els marmessors: Spanesinda, Adroer i Sperandéu, donen a Sant Cugat un alou a Llerona.[7]

Santa Maria de Llerona a les Franqueses del Vallés. Foto: R. Solé

Les donacions testamentàries s’entenen, donada la necessitat de ser enterrat “a sagrat”, també es ferien en altres “rituals de pas”, com naixements i casaments o podrien respondre a la necessitat –obligació- de vendre quedant-se en usdefruit. Els benedictins han passat a la història per allò del ”ora et labora”, una frase mai escrita a les seves regles, però el que van implementar és l’obediència total a l’abat. Inclús les religioses havien de quedar sota el poder masculí, cosa a la que elles es van resistir.

No és el que veiem encara al segle X, entre una gent que potser estava fent el pas de quedar sota un monestir benedictí com el de Sant Cugat, que contava amb el reconeixement dels Comtes i/o sota el bisbat que anava arreplegant esglésies i organitzant el territori mitjançant les demarcacions parroquials.

No podem determinar si eren comunitats monàstiques, perquè qui ha transmès el testimoni escrit era la institució que els va absorbir i anul·lar. Només queden els seus noms, alguns d’aquests han originant topònims, com la “Vall d’Ariulf”, avui un centre d’interpretació històrica i natural de la Roca del Vallés, la “Vall d’Oriola”, origen del nom Valldoreix, llavors conegut com Aqualonga o el lloc de “Gallecs”, potser degut a un tal Galí “gallec”, pare d’Auxili que el 923 ven al bisbe Teuderic de Barcelona els seus drets a Parets del Vallés[8].

La Vall d’Ariulf. Ajuntament de la Roca del Vallés. Foto: gencat.cat

El 984 l’abat de Santa Maria de Ripoll dóna al de Sant Cugat terres, torre i cort a Montjuïc i a Banyols, on trobàvem, als límits, a Virgilia i a Orúcia Deodicades. A canvi, rep de Sant Cugat terres i vinyes a la Vall d’Arnulf, a Corró i a Granollers. A final de segle, la zona del voltant de Barcelona sembla el tauler d’un joc a punt de començar. Tots els potents permuten entre ells.

Pou de glaç a Corró d’Amunt. Els pous de glaç eren construccions molt antigues. Foto: R. Solé a: https://fontsaigua.wordpress.com/2016/08/08/el-pou-de-glac-de-can-camp-de-corro-damunt/

En 993 Ermengarda “Bona Dona” i Na Eldregodo donen a Sant Cugat terres i horts que tenen a Parets que limiten amb l’església de Sant Vicenç i Santa Leda de Mollet, amb la “Vila Alvir” (Vilarzil o Torre Malla), amb el torrent i la via que passa per Gallecs i va a la torre d’en Guifred.[9]

El riu Tenes al seu pas per lliçà d’Amunt. Foto: R. Solé.

Les dades que aquí hem consignat són només una petita mostra que mostren:

  • La consideració més igualitària envers les dones al segle X i el paper rellevant que elles van jugar.
  • La presència a les nostres valls de comunitats familiars que treballaven i administraven en comú i de comunitats mixtes cristianes que seguien una espiritualitat més lliure.
  • La necessitat de recollir uns noms que evoquen aquesta presència poc coneguda per la història.

La constant que va sorgint en aquest treball, amb el que només preteníem donar a conèixer a dones que actuaven al s. X, és que, quan s’imposa un poder més gran, les dones i les dissidències són reprimides i obviades.

Ens pot passar el mateix al segle XXI?

Corró d’Amunt, torrent de Remogent. Sobre Corró d’Amunt: https://fontsaigua.wordpress.com/2016/08/07/avui-destaquem-la-font-de-sant-mamet-de-corro-damunt/

Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel

L’H, juny-2020, mirant amb preocupació els fets presents.


[1] Bada, Joan (2005). Història del Cristianisme a Catalunya. Barcelona: Eumo i Pagés.

[2] Mas, Josep (1909-1914). Cartulari de Sant Cugat (CSC). Vol. IV, XXI.

[3] Mas, Josep CSC, o.c. Vol. IV, XX (945), XXIV (949), XXXV (956) i LVIII (963).

[4] A Oriola la tornem a veure com a marmessora de Fedancio al 976

[5] Mas, Josep CSC, o.c. Vol. IV, LXX (965) i XCII (974)

[6] Feliu i Montfort, Gaspar (1971).El dominio territorial de la sede de Barcelona: 800-1010. Tesis. UB. Vol. II, n. 48, 54 i 59.

[7] Mas, Josep CSC, o.c. Vol. IV, n. CXXIII (979), CXXXVIII (983) i CCXIV (990)

[8] Feliu G. (1971), o.c. Vol. II, n. 8

[9] Ibídem, n. CXLX (984) i CCLIII (993)

El Mont Signe i l’Aigua Alba llocs mítics encara no perduts.

Les dones i la canalització de l’aigua a la Catalunya de l’Edat Mitjana.

Guifré Borrell (874-911), fill de Guifré el Pilós, concedeix a 904 privilegis a el monestir de Sant Cugat d’acord amb el bisbe de Barcelona Teuderic (904-924), iniciant la cristianització d’acord amb els cànons carolingis i ajudant en la reorganització del territori a les zones del Llobregat, el Penedès i el Vallès.

Entre les adquisicions importants que realitzen les institucions eclesials, cal destacar les de les petites esglésies que hi havia. Normalment en són donades o venudes mitjançant acords, però, en molts casos, es generen conflictes.

St. Martí de Pertegàs. St. Celoni. Foto: R. Solé

Avui anem al Montseny de segle X, una muntanya plena de petites ermites entre les aigües i els boscos. Molts d’aquests cenobis encara no seguien plenament la regla benedictina, en alguns encara hi pervivia la litúrgia visigòtica. No tenim molta informació al respecte. Perseguim noms que ens ressonen com la bellesa dels paisatges i dels racons del Montseny que podem gaudir contemplant, potser després aventurarem alguna interpretació.

En 908 Trasovadus ven als Comtes Guifré Borrell i Garsinda el que té a la Vall de la Tordera, a la Vila Vitamina o Palou (Palautordera) amb les esglésies de Santa Maria i Sant Esteve al costat del Mont Seny (Mont Signe). Limita dita vall amb Arcas que són a la vila Muscaroles (Mosqueroles) i que pel costat del Montseny va al coll entre Dos Signes i d’aquí va al coll Formic, passa per la collada alta del Mont Cavallar fins a l’Arca que anomenen Om (Ulmo) i va fins a la vila Pinells i al vilar que diuen Romans[1].

St. Esteve Palautordera. foto: R. Solé

En 919, Fortuny, un cavaller, es dona a sí mateix amb el seu cavall, el fre i la sella i tot el que té a Llinars: vinyes i cases amb corts i horts a la “casa de Santa Maria” (potser Santa Maria del Mar).[2]

Al 921 Sant Joan de les abadesses funda Santa Maria del Camí a la Garriga, que també farà les funcions d’hospital de peregrins, com ho farà l’ermita de Sant Ponç de Sant Celoni al segle XII. Durant el segle X, les abadesses de Sant Joan fan consagrar diverses esglésies al Vallés Oriental, Osona i Berga.

Sant Ponç de Sant Celoni, a l’entrada del poble, es va fer com hospital de pelegrins. Es conserva prou bé. Foto: R. Solé

En 941 Servandéu amb les seves germanes Exemosa i Undela, Daniel, Dolze, Fresisclo, Espondia, femina, Ismael, Endelega i Baldomir venen al Comte Sunyer les seves propietats a Vila-Rifà, per mil sous. La propietat limita amb Vila Brugueres, Vila Major (Sant Pere de Vilamajor), Alfou (St. Julià del Fou o d’Alfou)  i Cardedeu (Caro Titulo). Podria tractar-se d’una comunitat mixta, no ho sabem ni coneixem el seu funcionament, el cert és que hi havia grups que co-plantaven en comú, així que, una certa vida comunitària devia haver-hi entre aquestes persones que venen junts una propietat important.

St. Jaume de Rifà a St. Antoni de Vilamajor.

En 954 Vlido i la seva dona Arvidio, Teuderic i la seva dona Maria i Eugènia donen a Sant Cugat cases i terres amb arbres a Santa Maria de Llinars. Aquest tipus d’agrupació: dos matrimonis amb una dona sola és força freqüent i sembla que serien agrupacions familiars[3].

En 965, entre les donacions testamentaries que el Comte Mir fa a la Seu de Barcelona, està la de St. Esteve de la Garriga o la Doma.

En 978 Seniol dona al seu fillol Guillem, fill d’Onofre Amat i Riquilda, senyors de Castellví de Rosanes, diverses possessions a Gallecs, Bederrida (actual barri de Les Corts de Barcelona), Esplugues, Granollers, Vilarcel i Olzinelles: la parròquia, delmes i primícies in “Vila d’Elzinelles”[4]

En 981, Inguiralda, abans de peregrinar a Santa Maria de Inicio (Occitània), fa testament deixant llegats al seus fills (amb especial consideració envers la filla petita Aigó), al seu fidel i a diverses esglésies. A Sant Pere de Vic deixa la condamina (condomini) que té prop de la via Francesca (de França) anomenada sovint com la via que va pertot. L’expressió condomini no ens és estranya, la trobem a altres documents del segle X.

Inguiralda i el seu marit Borrell, que al 970 havia peregrinat a Roma deixant també testament, són senyors de la zona del Montseny que pertany a Osona, nosaltres seguirem amb la zona sud, la que pertany a Barcelona[5].

Al 984 Lívulo “Aurucia”, vídua de Gotmar, amb els seus fills: Mir, Plancario o “Bonuç” (clergue) i Ermengòncia, dóna a Sant Cugat un alou que tenien a Pertegàs (Sant Celoni) que limita amb Gualba (Aigua Alba), amb Vilardell (Vilarzello), amb el riu de la Tordera i amb Campins i Mosqueroles, noms actuals que provenen de tems remots, amb significats que potser desconeixien, però que podem situar a un mapa d’avui.[6]

En 982 aquesta mateixa parella havia permutat amb Sant Cugat terres junt al riu Ripoll per unes vinyes[7]. Aquestes transaccions en llocs diferents són les que veiem entre una gent que es guanya la vida fent obres de millora de les terres, però Gotmar i Lívul “Aurucia”[8] semblen propietaris més que treballadors.

En 995 el prevere Seniofred dóna a Sant Cugat un alou a Palau o vila Vitamina amb els límits que vèiem al 908 (la via que va a Romans i la que va a Pinells). En 997 els comtes Ramon Borrell i Ermessinda donen al monestir un alou anomenat Villare Teudbert al terme de l’anomenada Vila Vitamina que limiten amb alous de Sant Cugat i en 998 venen a Ennec Bonfill, fill de Sendred el fisc del que hi ha entre Vallgorguina, el riu de la Tordera, Olzinelles i Vilardell fins l’església de Sant Martí del Montnegre[9].

St. Llorenç de Vilardell. Foto: Ramon Solé

Ennec Bonfill aprofitarà aquesta compra de la vall d’Ollofred[10] junt a l’alou de Sant Cugat que diuen “vall Gorguria” o “vall Gregoria” (Vallgorguina) per permutar amb Sant Cugat aquesta propietat, el castell de Masquefa, la torre amb cases i terres que tenia a Olèrdola, altres cases i terres de Santa Creu d’Olorda i terres al Vallés, a canvi d’incorporar-se un camí del castell de Gelida amb la seva parròquia, església, delmes, pertinències i terra. Ho dóna tot a canvi de quedar-se com a senyor de Gelida[11].

Més endavant seguirem trobant donacions a Sant Cugat en aquesta zona, com la del 1002, en que Giscafred, fill de Moció dóna a Sant Cugat un alou entre el Montseny, Arbúcies, la Tordera i Gualba. En 1023, els marmessors testamentaris d’Udulard: la comtessa Ermessinda i altres donen a Sant Cugat la vila de Gualba amb els molins dels rius i rieres que l’envolten: la Tordera, Pertegàs o “ipsa aqua que dicunt Breda” (Riells). En 1040 l’abat de Sant Cugat estableix a Gausfred i a Raimon al lloc que diuen Vilarzello (Vilardell)[12].

De les conclusions que en podem treure una és que les ermites més antigues del Montseny, tot i que no disposem de gaire documentació, devien ser molt primerenques (paleocristianes o visigòtiques). Els noms de sants que duen ens remeten als primers segles de la cristiandat i a l’arribada de Provençals amb més relació amb l’orient cristià on es va iniciar la vida eremita, com el de Sant Martí[13], bisbe de Tours i fundador del primer monestir a Occident o Sant Cristòfol[14] que tot i que pugui ser una recreació de mites antics és dels primers segles de la cristiandat oriental o Sant Antoni, model de la vida eremita. Altres duen nom d’apòstols o sants més coneguts com Sant Pere o Sant Esteve[15], primer protomàrtir. Una de les ermites, avui derruïda, portava el nom de Santa Anastàsia, una santa venerada a diversos llocs d’Orient i d’Europa des de les persecucions de Dioclecià. Vàries esglésies duen el nom de Santa Maria. En aquests segles Maria era una santa més, junt als apòstols i els màrtirs.

Aquestes ermites van quedant reglades sota monestirs com el de Sant Cugat o sota els bisbats que tenen domini al Montseny: Vic, Barcelona i Girona, a mida que això succeeix els noms de les dones van desapareixent, més encara quan comencen els establiments al segle XI i molt més si ho fa una institució on només hi ha homes (bisbat o monestirs masculins), amb l’excepció d’alguna vídua.

Torrent Montseny. foto R. Solé

Àngels García-Carpintero, L’H, juny 2020

Viatjant al Montseny del segle X des de casa.

[1] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. IV, n. IV

[2] Mas, Josep (1909-1914). Notes històriques del bisbat de Barcelona. Rúbrica dels Libri Antiquitatum de la seu de Barcelona. (LA). Vol. IX, n. 4.

[3] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. IV, n. XVII (941) i XXIX (954)

[4] El nom d’Olzinelles potser és degut a les alzines.

[5] Udina i Abelló, Antoni, (1984). La successió testada a la Catalunya Altomedieval. Barcelona. Fundació Noguera. Textos i documents, 5. Docs. 23 (981) i 15 (970).

Salrach i Marés, J. M. (2000) “Inguiralda. Una gran propietària del Montseny” a: Monografies del Montseny, n. 15, p. 85-92

[6] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. IV, n. CXLVIII (984)

[7] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. VI, n. MCCXXXIX (982)

[8] A l’article de Ernest Zaragoza Pascual: “Sant Esteve d’Olzinelles i Sant Llorenç de Vilardell. Història de dues petites parròquies mil·lenaris del Montnegre”, molt interessant des de molts punts de vista es tracten les dones Seniol i Lívul com si fossin homes, tot i que una du l’afegit “femina” i l’altra és vídua. Un exemple del que ha passat amb els nostres noms.

[9] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. IV, n. CCLXIX (995), CCXC (997) i CCXCV (998)

[10] Teudbert i Ollofred fan referència a noms dels primers propietaris.

[11] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. VI, n. MCCXLIV (998)

[12] Mas, Josep, o.c., CSC, Vol. IV, n. CCCIX (1002), CCCCXI (1023)  i vol. V, CCCCLVIII (1040).

[13] St. Martí de Viladrau, St. Martí de Pertegàs (després St. Celoni), St. Martí de Mosqueroles o St. Martí del Brull.

[14] St. Cristòfol de Fogars de Montclús o St. Cristòfol de la Castanya.

[15] St. Esteve de Palautordera, St. Esteve de la Garriga o de la Doma o St. Esteve de la Costa.

El monestir de Sant Joan de les Abadesses (885-1017), actuacions al Vallés Oriental

Monestirs femenins medievals a Catalunya.

Monestir de Sant Joan de les abadesses.

St. Joan Baptista de Ter o de les abadesses, monestir femení benedictí de referència a Catalunya, va ser fundat per Guifré el Pilós i Guinidilda d’Empúries al 885 quan donen la seva filla Emma (880-942) deixant-la sota la tutela del bisbe Gotmar de Vic (886-899) que consagra el monestir al 887. Els comtes el doten amb amplis alous, especialment a Osona i a Conflent. [1] A l’acta de consagració s’indica que els servidors de l’església seran sacerdots, monjos i Deodicades[2]. L’abadessa Emma ho era de tots ells i elles.

Les abadesses conegudes de Sant Joan van ser: Emma (897-942), Adelaida Bonafilla[3] (949-955), Ranlo (955-962), Frederburga (962-996) i Ingilberga (996-1017). Totes elles emparentades amb la família comtal[4].

Tríptic de les jornades que es van fer a Sant Joan de les abadesses el 2017.

Emma començà el seu llarg i fructífer abadiat fent consagrar, amb el bisbe Gotmar, l’església de Sant Martí del Congost a Aiguafreda, al 898 fent donació de terres prop del riu amb un viver, la font i els arbres, roba, llibres, un servent, Isarn, i una serventa, Ermengarda.

Placa d’homenatge que Aiguafreda de Dalt va fer a l’abadessa Emma que va fer consagrar al 898 l’esglèsia de Sant Martí. Foto: R. Solé.

Els monestirs benedictins, d’acord amb els reis francs i els seus comtes reorganitzen  la cristianització de les zones en les que s’instal·len, mitjançant les fórmules de fe que es reciten oralment, els signes, com el de batejar, o els enterraments. En una societat illetrada on tampoc el clergat era molt instruït, els monestirs fan una tasca formativa important entre aquest sector. Aprofiten petites ermites visigòtiques o vil·les romanes de temps anteriors, com podia haver estat també el cas de Sant Joan. Als primers temps no hi hauria una clara imposició de les normes benedictines, davant d’altres regles que també es feien servir, especialment entre les dones.

Els francs comptaven amb una església romanitzada, però respectaven els costums germànics, promovent aliances familiars mitjançant matrimonis creuats, valorant la dona com a membre important del clan que afavoria els vincles i permetent que actués per sí mateixa d’acord amb les lleis gòtiques.

En principi les germanes es lliuraven a sí mateixes fent una carta de donació. El vint-i-sis d’abril del 900, Riquilda es dóna al monestir amb tots els seus bens: terres a Vallfogona, animals, eines, estris, mobles (un llit) i roba. Més endavant seran les mares o ambdós progenitors qui lliuraran les filles amb la seva dot.

El monestir de Sant Joan comptava amb Scriptorium on les monges escrivien els llibres que repartiran entre les esglésies. El dinou de febrer de 904 es reconeixen els drets de el monestir de Sant Joan de Ripoll d’unes terres a Petra (la Cerdanya), l’escriptura és d’una Deovota, la domna Gurguria[5].

L’arquebisbat de Narbona, a petició del rei franc, posa el monestir sota la seva protecció, vinculat a la casa de Barcelona i confirma les possessions amb les que havia estat dotat i li dóna immunitat jurídica i fiscal.[6]

El quinze de maig de 913, cinc-cents pagesos reconeixen la propietat dels seus béns i terres en favor d’Emma, amb qui pagaven únicament un cens anual de dos sacs de blat al bisbe de Vic[7] i amb qui estaven lliures de prestar el servei de la host comtal[8].

Al 921 es funda Santa Maria del Camí a la Garriga, que també farà les funcions d’hospital de peregrins, amb una de les germanes d’Emma, Cixilone o Quixol, que allí hi és enterrada.

La Garriga. Santa Maria del Camí. Foto: Ramon Solé, sota la germana d’Emma, Cixilone.

En 926 Guinidilda, Deovota femina, lliura a la seva filla Eló i un alou del seu espòs Teudemund. Amb aquesta donació, com en moltes altres ocasions veiem com els termes “Deovota” o “Deodicada” acompanyen a dones que no semblen estar sota una regla fent ús dels seus benssovint vídues que devien restar sense tornar-se a casa per a conservar el patrimoni[9].

En 932, amb l’abadessa Emma i el bisbe Teuderic de Vic, es consagren al Vallés les esglésies de Sant Sadurní de Roca i la de Sant Genís a L’Ametlla del Vallés.

En 938 la Deovota Auseza atorga testament en benefici del monestir de Sant Joan. Potser no era religiosa i per aquest motiu conservava el seu patrimoni, en tot cas les regles encara no eren molt estrictes i els límits eren difusos.

Les benedictines, com hem vist, generen vida i confiança entre diversos pobles; les donacions i vendes són abundants, les noves consagracions i repoblacions també; tot plegat estimulà la cobdícia dels seus familiars que en diverses ocasions intentaren fer-se amb els bens del monestir. Entre 942 i 949 hi ha un període que se’ns diu “de relaxació” de les germanes, amb el comte Sunyer al davant del monestir, però les valoracions que s’han vessat sobre el fet que les dones consagrades poguessin disposar dels seus bens, són molt diferents en funció del gènere. Sigui, com sigui, en 949 s’anomena abadessa a Adelaida “Bonafilla”, germana del comte Borrell, que fa donació d’unes possessions a Berga[10].

En 955 la comtessa Eló, vídua d’Oliba, lliurà la seva filla Enquila dotant-la de propietats que tenia a Vic. Oliba era un fill del bisbe Radulf (885-942), germà d’Emma,a qui els seus pares, Guifré el Pilós i Guinidilda, van lliurar, amb tres anys, al monestir de Santa Maria de Ripoll. Radulf deixà el monestir al 900, reclamà el seu dot, es casà i tingué fills, ja que el concili d’Aquisgrà permetia als clergues casar-se i disposar dels seus bens. En 914 és bisbe d’Urgell i es dedica a aixecar esglésies. La seva compra de terres a Provençana al 904 (Arxiu Capitular de Vic) és el primer document que tenim d’aquesta zona i ens permet veure com la tasca que es va iniciar als Pirineus acaba arribant a la zona de Marina.

Aquesta obra de reorganització del territori serà continuada per l’abadessa Ranlo, a Osona (960: St. Pere de Seva, St. Hilari de Vidrà o St. Julià de Vallfogona, entre d’altres), a la Cerdanya (Petra), el Conflent o Berguedà. Són nombroses les esglésies i parròquies que van quedant sota la seva protecció amb el beneplàcit del bisbe Ató de Vic (-971) qui, amb el Comte Borrell, va intentar aconseguir el domini sobre els altres bisbats, ja que el de Cerdanya-Besalú anava incrementant el seu poder, aconseguint les butlles papals necessàries, però, en ser assassinat a la seva tornada, es va frustrar el pla.

Fredeburga rep algunes donacions i privilegis dels comtes de Cerdanya-Besalú que actua en nom de tota la congregació, tant de germanes com de canonges regulars 11], el que ens fa veure aquest monestir com un dels monestirs dobles regits per una abadessa freqüents a l’alta edat mitjana europea dels que poc s’ha parlat a les nostres terres.

En 1017, sent abadessa Ingilberga (976-1049), el monestir va ser assaltat pel seu germanastre Bernat Tallaferro, que s’havia fet amb una butlla papal per a expulsar-les i una altre per a crear el seu propi bisbat a Besalú, el que va fer amb les rendes del monestir, deixant com abat i bisbe de Besalú a Guifré, fill seu. El bisbat va tenir un curt recorregut ja que no va sobreviure a la mort d’en Tallaferro al 1020, creuant el riu Roine. Ambdues actuacions es van fer amb la aquiescència del poderós abat Oliba i de la família comtal.

És després d’Instal·lar-se ordres masculines i dels enfrontaments armats que van haver-hi entre els monjos, que el monestir serà anomenat «de les abadesses», com es pot veure als documents de final del segle XI, adoptant el mateix poble aquest nom emblemàtic, tot un símbol de reconeixement popular envers uns dones que feien bé i van ser injustament tractades per la violència estructural des masclisme imperial de l’església de Roma[12]. De fet, al voltant  del 1017, les dones que veiem actuant pel seu comte comencen a desaparèixer dels documents, així com les Deovotes i Deodicades que no resten sota una regla. 

Les germanes es van refugiar en altres monestirs com el de St. Daniel de Girona o Sant Pere de les Puel·les de Barcelona sent ben acollides, el que demostra la falsedat de les acusacions, com el fet de que la butlla papal permetia a les monges disposar de béns del monestir fins la seva mort, en que s’haurien de retornar al monestir. Deu ser per aquest motiu que, en 1032, Guitard, prevere, Prim i ElóDeodicata, com a marmessors de Guinidella Deosacrata[13], germana de la vescomtessa de Besalú, donen a “Sant Joan de les abadesses” (quan les germanes ja no hi són) els seus alous de Besalú[14].

Ingilberga quedà sota la protecció del seu germanastre, l’abat Oliba, enaltit, en aquestes dates, a nou bisbe de Vic i del seu nebot, Guillem de Balsareny, futur bisbe de Vic a qui ella llegà el seu domini a St. Quirze de Besora, on va anar a morir la comtessa Ermessenda de Carcassona, sota l’aixopluc d’algunes Deovotes, tot un símbol del canvi de paradigma religiós femení.

Ingilberga morí en 1040, el bisbe Oliba i el seu nebot, Guillem, llavors arxidiaca, deixaren el seu necrologi a la catedral de Vic. Va ser enterrada a l’església parroquial de St. Joan, prop del monestir. El seu epitafi  la recorda així:

“Abadessa de bon record… insigne en virtuts, suportà pacientment la persecució”.

Altres noms de germanes Deovotes de la curta història femenina d’aquest emblemàtic monestir són: Quindiverga, Carísima (949: nomenament d’Adelaida com a abadessa, 960 donació d’un salteri a St. Hilari de Vidrà) Ermessinda “Bellucia” (960: permuta que fa Freudeberga, Letgarda (1011: oblació que fa de sí mateixa) Eló (1015: donació que fa Gotfred de la seva filla i d’algunes propietats)

Altres Deovotes que hem trobat a aquestes zones de muntanya: Ramovigia (977: reconeixement com a aloers lliures als habitants de Vallfogona que fa el Comte Borrell) i Espana (996: donació de la comtessa Ermengarda de Cerdanya)

Àngels García-Carpintero, l’Hospitalet, 30 de maig de 2020

A les Deovotes, mares i germanes del nostre poble.

[1] Udina i Martorell (1951) El archivo condal de Barcelona en los siglos IX y X. Estudio crítico de sus fondos. CSIC, docs. 3 i 4

[2] “Deovota” o “Deodicata” és un terme que apareix vinculat a les germanes benedictines i a les agustines de l’alta edat mitjana, però també a dones que s’autodenominen i són reconegudes com a tals.

[3] Es considera que podria ser la primera abadessa de Sant Pere de les Puel·les en constituir-se la comunitat al 945.

[4] Més informació sobre el monestir i les abadesses, al monogràfic de l’Ajuntament de Sant Joan: https://www.santjoandelesabadesses.cat/images/stories/monografics/pdfs/2018.pdf

[5] Udina i Martorell, o.c., docs. 10, 12 i 16

[6] Aurell, Martí (1998) Les noces del comte. Matrimoni i poder a Catalunya (785-1213). Barcelona. Ed. Omega, p. 170-171.

[7] Udina i Martorell, o.c., doc. 38, p. 157-165 (les signatures ocupen 5 pàgines).

[8] Riu, Manuel (1999) “Els monestirs catalans entorn de l’any mil” Actes del congrés Internacional Gerbert d’Orlhac”. Vic. Eumo ed.

[9] Sobre les Deovotes i Deodicades: Montserrat Cabré a: “Deodicatae y deovotae. La regulación de la religiosidad femenina en los condados catalanes, siglos IX-X” En: VVAA, Las mujeres en el cristianismo medieval. Imágenes teóricas y cauces de actuación religiosa. (1989). Ed. de Ángela Muñoz. Laya. As. Al-Mudayna, p. 169-182.

[10] Udina i Martorell, o.c., docs. 111, 128 i 130

[11] Ibídem, doc. 163

[12] En altres monestirs femenins europeus i en les mateixes dates es donen situacions similars. Brugués, I., Boada, C. I Costa, X. (ed.) (2019) El monestir de Sant Joan. Primer cenobi femení dels comtats catalans (887-1017). Publicacions de l’Abadia de Montserrat. Epíleg.

[13] Suposem que serà la mateixa que donava la filla i que devia pertànyer també al monestir; per una altra banda és el primer cop que apareix aquest títol, com observa Montserrat Cabré

[14] Ferrer i Godoy, Joan (2009) Diplomataris del monestir de Sant Joan de les Abadesses (995-1273), Barcelona, Fundació Noguera, 43, doc. 22.

Molt recomenable la lectura, que hem fet posteriorment a aquest article, del llibre:

Brugués, I., Boada, C. I Costa, X. (ed.) (2019). El monestir de Sant Joan. Primer cenobi femení dels comtats catalans (887-1017). Publicacions de l’Abadia de Montserrat.