El Llobregat, puentes y barcas en la zona baja del río.

Arc de triumf i pont gòtic, estructures romanes i medievals reconstruides. AGC, 2022

En 1089 Guillem Bellit, con bienes en Barcelona el Vallés, Bages y Osona, deja un legado para el puente del Llobregat que estaba en obras.  En 1093 su esposa Aissulina dejará diversos bienes que tenía en Cervera, Barcelona y el Bages a sus hijos y a diferentes instituciones religiosas, también una parte para el puente del Llobregat.[1] En 1091 Ermengarda, dejaba bienes a su esposo, Guillem Bonfill, un alodio en “Arija” (Sarriá) a su hija Flaudina, un legado para el Hospital (no sabemos cuál) y otro para restaurar el puente delLlobregat.[2] Es un primer testamento de una mujer que dona para servicios públicos y no sólo a instituciones religiosas como era habitual.

El puente debía ser el puente romano de Martorell, el único que hubo durante siglos. Entre 1283 y 1295 el puente, conocido como de St. Bartomeu por la capilla románica de la que quedan algunos restos en un extremo, fue reconstruido. El arco gótico del puente es de posterior, así como el apelativo del “diablo” y sus leyendas.[3]

Restes de la capella de St. Bartomeu, a l’extrem del poble. AGC, 2022

Las inundaciones y los cambios de cauce fueron frecuentes en el Delta, como también la lucha para canalizar las aguas estancadas y minimizar los efectos de los desbordamientos del río con terraplenes. La primera riada documentada es de 1143, dos más conocemos de 1267 y 1283, aunque según Vives i Tort no provocaron la destrucción del puente de Martorell, como se ha dicho.

El río Llobregat también se podía cruzar en barca por Abrera, Sant Andreu y Sant Boi. En la zona deltaica o “Banyols” había algún vado, como el “Gual dels Tarongers”, en Viladecans, que permitía cruzar si el río no bajaba muy crecido. Posteriormente se habilitará una barca de pasaje que sufrirá numerosos percances. En 1234, en una permuta entre el rector de Sta. Eulalia de Provenzana, Pere de Vilar, y el sucesor deRamón de Guanagau y de Guillem de Sobarbar, caballeros, el camino del Medio que conducía a la torre de Banyols y a la ermita de Bellvitge, se describe como “Camí de la Barca de Banyols” porque llevaba al sitio por donde se podía cruzar el río para ir a la “Illa de Banyols” (El Prat) aislada desde 1211 cuando el Llobregat cambió de curso.

Riu Llobregat al seu pas per Martorell. AGC, 2022

En 1257 Jaume I crea la institución del “sometent” (milicias) y manda a los habitantes del Baix Llobregat que tengan armas para defenderse de ladrones y raptores, si no lo hacen serán castigados. En realidad, los que preocupaban al rey eran sus enemigos, los poderosos señores feudales de la zona y lo que buscaba con estas movilizaciones forzosas era tener un cuerpo disponible para los intereses reales. Esta institución se convertirá en el “sacramental” o cuerpo policial para proteger la ciudad. Cada población había de disponer de un número determinado de hombres al servicio de Barcelona y de sus costas.

En 1303 el Consell de Cent proyecta y hace construir un puente de madera en St. Boi. Una vez cruzado el río, un camino subía hacia St. Climent del Llobregat, Begues y Olesa de Bonesvalls, comunicando el Pla del Llobregat con el Penedès. Una vía de transporte de mercancías y de comunicación muy importante para el Pla del Llobregat y Barcelona, ya que propiciaba las peregrinaciones, los mercados y las guerras.

Carrer Pont a Sant Boi del Llobregat. AGC, 2021

La Ciudad Condal es propietaria, en 1327, de la barca de pasaje que arrienda, así como el puente de madera que se hizo en Sant Boi. Una parte de Banyols queda mejor comunicada con St, Boi. El Consell de Cent adquiere en 1335 el derecho de arrendar la barca del Prat, tal como hacía con el puente de St. Boi (destruido en 1315 y nuevamente en 1336)[4]. Este organismo impondrá los precios del pasaje para personas, animales y mercancías.

Home i cavall forasters, 2 diners; foraster a peu, 1 diner; barceloní i cavalcadura, 1 diner; barceloní a peu, 1 malla; centena de caps de llana, 10 diners; un porc, 1 malla; una truja amb porcells, 1 diner; un bou, 1 malla; una vaca amb vedell, 1 diner; naturals i eclesiàstics, francs.”[5]

En 1343 los de “l’illa de Banyols” actúan colectiva e independientemente del resto de parroquianos de Provenzana, para el establecimiento de la barca con las tasas establecidas por Barcelona.

La barca de pasatge del Prat tenia una sirga o corda per ajudar a traspassar el riu. Encara era utilitzada quan les inundacions destruïen els ponts.

Las franquicias de los ciudadanos de Barcelona provocan conflictos con los propietarios locales que se agrupan para resolverlos o minimizarlos. Los problemas llevan al inicio de los primeros ayuntamientos, denominados el “común” o la “universidad”, en los que estarán representados todos los estamentos sociales excepto la mujer, que sólo será considerada si es viuda, como cabeza de familia, algo que perduró durante el franquismo.

El siglo XIV es el de la gran expansión política y comercial por el Mediterráneo de la Corona de Aragón, de la que Catalunya formaba parte. El Cap del riu, enclave del antiguo puerto al abrigo de Montjuïc, cubierto entonces por la sedimentación del Delta, será lugar de partida de naves (1343, el rey Pedro “El Ceremonioso” hacia Mallorca contra Jaime III) y de llegada (1355, naves genovesas en su lucha por el control del comercio marítimo). El Delta ofrecía un lugar donde guarecerse por su vegetación, donde abastecerse de agua dulce y donde ejercer el pillaje.

Reproducció d’una galera genovesa

En 1990, durante las obras de construcción del canal olímpico, se halló un barco medieval (probablemente de la segunda mitad del s. XIV) que se dedicaba al transporte de pescado (seguramente en conserva, debido a las salinas del delta) y que debió hundirse en lo que entonces eran los humedales de la desembocadura del Llobregat. Se catalogó como el hallazgo número diez (“Les sorres X”) y actualmente está en el Museu Marítim de Barcelona.[6]

Vaixell medieval trobat a «Les Sorres» de Gavà al museu marítim. AGC, 2021

En 1390, con el rey Joan I, se aprueban unas ordenaciones para mantener el funcionamiento de acequias y desagües, un problema constante que necesitará trabajo y aportaciones económicas conjuntas. Los agricultores se agrupan para resolver sus problemas, como los conflictos por los pastos con los terratenientes de la ciudad, los esfuerzos constantes por frenar los desbordamientos del río o el hacer frente a las deudas que generan las guerras, renunciando a tener rebaños particulares y creando una “carnicería” única cuyas rentas se destinarán a estos fines. Más adelante se abrirán, con este mismo fin, algunos establecimientos como un hostal en la Carretera de la Bordeta y el horno en “la pobla” para los menestrales y jornaleros sin hogar.

L’hostal de la Bordeta, un edifici amb segles d’història que es va enderrocar fa poc temps.

[1] Baucells i Reig, Josep (1984). El baix Llobregat i la Pia Almoina de la Seu de Barcelona: inventari de pergamins. Generalitat de Catalunya, n. 1506 y 1593.

[2] Baiges, I., Feliu, G., et al. (2010). Pergamins de l’Arxiu Històric de la Corona d’Aragó (ACA) segle XI, de Ramón Berenguer II a Ramón Berenguer IV. Fundació Noguera, n. 233 i 234

[3] Vives i Tort, Miquel (2007) “Evolució històrica de la xarxa viària entre el Llobregat i el Foix”.

[4] Codina, J. (1994). Inundacions al delta del Llobregat. Barcelona: R. Dalmau, ed., p. 63

[5] Codina, Jaume (1987) Els pagesos de Provençana (984-1807). Societat i economia a l’Hospitalet pre-industrial. Publicacions Abadia de Montserrat, vol. I, p. 170

[6] VVAA (1992) Les Sorres X. Un vaixell medieval al canal olímpic de rem. Castelldefels, Baix Llobregat. Ed. Generalitat de Catalunya.


El Port de les Sorres i la cisterna romana de Gavà.

Cisterna romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

El Delta del Llobregat no existia fa uns tres mil anys ja que la línia de la costa era molt més endins i el riu Llobregat acabava en una mena d’estuari. Els canvis climàtics que la terra ha patit, junt a l’activitat humana, com la desforestació, van fer que el Delta s’anés formant fa uns dos mil anys. “El Delta creixia, ja des d’abans de l’època romana, pel sector oriental, a recer de la muntanya de Montjuïc[1], no és estrany, doncs, que el port que van fer servir civilitzacions antigues i que servia per transportar la pedra de Montjuïc a la ciutat ja no funcionés, tot i que ens queda el topònim del Port.

Placa i restes del castell de Port a Montjuïc, davant la parròquia de la marededéu del Port. AGC, 2021

Fins el segle V els vaixells ancoraven al port conegut com «Les Sorres» (a Km. i mig a l’interior de l’actual platja de Castelldefels i a tres Km. de la de Gavà):

“L’activitat en aquest port de les Sorres començà cap al segle IV aC, encara en època ibèrica, i devia tenir el moment àlgid d’activitat la segona meitat del segle I aC i la primera meitat del segle I dC, quan els habitants de Barcino van impulsar la producció i comercialització del vi de la Laietània, arribant potser a esdevenir, a finals del segle I aC, la seva activitat econòmica més important”.[2]


La formació del Delta entre els segles V i XX

Endemés de la sedimentació que portava el riu, aquest va anar canviant de llera en diferents moments, creant diferents braços i estanys, com el de “Círculo” en Montjuïc o el de Lanera, entre St. Boi i El Prat, documentat des del 965. La via de Llanera (actualment Carretera del Mig) era un camí transitat i comercial que probablement seguia una antiga llera del riu y els prats de Llanera un ampli terreny guanyat al mar entre St. Boi i El Prat. En 1211 un nou canvi de llera deixa aïllada l’illa de Banyols, futur Prat de Llobregat.

El Cap del riu, cobert per la sedimentació del Delta, serà, durant el segle XIV, lloc de partida de naus (1343, el rei Pere “El Cerimoniós” cap a Mallorca contra Jaume III) i d’arribada (1355, naus genoveses en la seva lluita pel control del comerç marítim). El Delta oferia un lloc on aixoplugar-se per la vegetació, on proveir-se d’aigua dolça i on exercir el pillatge, per aquest motiu al segle XVI es refà l’antiga torre del cap del riu al marge de ponent de l’actual curs del riu, on està actualment, dins del consorci de la la Zona Franca.

La «farola» o far del Llobregat als anys 60

Als anys seixanta del segle XX, l’extracció massiva de pedra i sorra va fer que es perdessin moltes restes arqueològiques de la zona, malgrat tot, l’empeny i la dedicació d’alguns estudiosos locals aconseguiren treure a la llum diferents restes de vaixells i de materials d’emmagatzemament com àmfores que són una mostra d’aquesta activitat comercial a les platges, prop del Delta.[3]

Restes de la vil·la romana de Can Valls a Gavà. AGC, 2022

També s’han trobat restes arquitectòniques romanes prop d’aquella primera línia d’ancoratge de “Les Sorres”, la més important és la gran cisterna d’aigua de la vil·la romana de Can Valls de Gavà, dalt del turó marítim de Caçagats, un lloc privilegiat i ben comunicat, cap el mar i cap a l’interior seguint el riu Llobregat, que llavors era navegable. Les troballes de Can Valls fan pensar que, més que una vil·la rústica, com d’altres de la època, podria ser un lloc portuari.

Interior de la gran cisterna romana de Gavà. AGC, 2022

En 1990, durant les obres de construcció del canal olímpic, es va trobar un vaixell medieval (probablement de la segona meitat del s. XIV) que es dedicava al transport de peix (segurament en conserva, degut a les salines que es feien en aquesta zona) i que es devia enfonsar en el que llavors eren els aiguamolls de la desembocadura del Llobregat. Es va catalogar com la troballa número deu (“Les Sorres X”) i actualment el podem contemplar al museu marítim de les Drassanes de Barcelona. [4]

Museu marítim de Barcelona. Vaixell medieval. AGC, 2021

L’any 2018 es va començar a consolidar i restaurar les estructures arquitectòniques que estaven en un estat més precari i es van fer noves excavacions arqueològiques, principalment de la cisterna romana. També es va adequar l’espai per tal que pogués ser visitat pel públic, minimitzant el risc tant pels visitants com pel monument.

2020 exposició al Museu Marítim de Barcelona de «Les Sorres X. Un vaixell medieval» https://www.mmb.cat/blog/el-museu/premi-seleccio-fad-intervencions-efimeres-per-a-lexposicio-les-sorres-x-un-vaixell-medieval/

Al poc temps arribà la pandèmia i ens hagueren de quedar a casa; ara que ja podem sortir, aquest és un bon lloc per visitar amb el màxim respecte i millor si ho fem acompanyats de qui ens ho pot explicar, amb les visites que organitza el museu de Gavà, per exemple; un lloc que, tot i que ja és conegut, serà un autèntic descobriment per a nosaltres.

Vil·la romana de Can Valls. Gavà. AGC, 2022

Maria Àngels Garcia-Carpintero Sánchez-Miguel, 05-02-2022

(Revisat i corregit 1-2-2023)

Als i a les que han treballat amb dures condicions de vida i als i a les que procuren donar-les a conèixer..


[1] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 26.

[2] Informació del museu de Gavà sobre la vil·la romana de Can Valls de Gavà.

[3] Izquierdo i Tugas, Pere (2013) “L’ancoratge de les Sorres: el port de la vall del Llobregat”.

[4] VVAA (1992) Les Sorres X. Un vaixell medieval al canal olímpic de rem. Castelldefels, Baix Llobregat. Ed. Generalitat de Catalunya.

Sant Pere de Sant Boi de Llobregat

Font de Sant Pere a la casa que fa cantonada entre el carrer de Sant Pere i el de Sant Pere més alt de Sant Boi. AGC, 2021.

El nucli més antic de Sant Boi de Llobregat és el barri de Sant Pere, on el monestir femení de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona s’encarregava de la capella de Sant Pere, enderrocada el segle XIX.

Ja hem vist en diversos articles com l’advocació de Sant Pere a l’alta edat mitjana indica que la capella s’havia alçat sobre una vil·la romana. En aquest cas les excavacions realitzades el 1984 al barri de Sant Pere, a l’antiga fàbrica tèxtil de Can Massallera, van treure a la llum vint-i-vuit tombes, cobertes de llosses, totes individuals excepte una doble i una d’elles tipus cista (caixa). En principi es van datar dels segles IX-X, però estudis més recents del C 14 indiquen que podrien ser més antigues. Malauradament aquest jaciment es va destruir en 1986. Molt a prop ja s’havien trobat, poc abans, tombes i restes que mostraven la continuïtat d’hàbitat en aquest lloc, amb troballes dels ibers, àmfores i tegulae (teules) romanes, ceràmiques medievals i pedres vidrades modernes.[1]

L’església parroquial de Sant Boi va ser alçada sobre una cisterna romana. AGC, 2021.

En tot cas aquestes restes confirmen l’espai de sagrera que tindria la malaurada ermita de Sant Pere i la masia propera, Can Trias, últimament coneguda amb el nom del seu masover, Pere Rossinyol, nom que s’ha conservat en un carrer d’aquest barri.

Carrer de Sant Pere. Al fons: Baixada de Pere Rossinyol AGC, 2021.

La capella depenia de la parròquia de Sant Boi des del s. XV, quan l’ermita de Sant Pere tenia al seu servei donats i, més endavant, ermitans. A partir del segle XVI ja estava en mal estat i, tot i que es volia reparar, va ser enderrocada entre 1835 i 1837 degut als esdeveniments polítics. El 1826 es va traslladar a l’església parroquial una talla de marbre de la “Verge del Bon Part”.[2]

Restes de la capella romànica de St. Boi (St. Baldiri, figura martirial de la Provença occitana, no conegut a la hispània tarraconense). AGC, 2021

Però nosaltres viatjarem, com fem normalment, als inicis de la documentació a casa nostra, als segles X i XI, deixant constància de la presència manifesta de l’activitat de les dones de fa mil anys.

Al testimonial de Sant Pere de les Puel·les de 992 s’indiquen vuit alous que el monestir tenia a Sant Boi de Llobregat, llavors anomenat “Chastellone, Alcalà o Lanaria”, termes que remeten a la presència islàmica, a una fortificació com seria el Castell de Sant Boi (esmentat a la documentació el segle XI) i a la proximitat deltaica, on hi havia l’estany de Llanera i la via de Lanera o camí ramader que anava del Delta del Llobregat a Barcelona. Tot i que és difícil de precisar la seva ubicació, sí que mostra que la presència del monestir era important. El professor Jordi Gibert dona algunes interpretacions d’alguns llocs citats com la terra de “Helos, Sancti Juliani et de Sancta Eulalia”  que serien la torre d’Eles (Torre Salvana), Sant Julià de Montjuic i la torre del Llor (a Marianao).

«Les basses de Cal dimoni» a Sant Boi de Llobregat, un espai deltaic que seria ben aprofitat des de temps antics. Foto: Ramon Solé https://fontsaigua.wordpress.com/2016/05/26/les-basses-de-can-dimoni-de-sant-boi-de-llobregat/

Entre els propietaris que s’anomenen als límits trobem altres institucions religioses, com el monestir de Sant Cugat, la Seu de Barcelona o l’església de Sant Julià de Montjuïc, veguers o senyors dels castells propers (Eramprunyà i Cervelló) i altres hisendats locals dels que es parla àmpliament Gibert.[3]

Nosaltres volem ressaltar alguns noms de dones que ens ressonen, com el de “Lívul” que surt quatre vegades al testimonial de Sant Pere. Una a Sant Boi: “un alou que fou de Bulgarà (home) o de Lívul” (devien ser marit i muller), dues a Provençana: una referència de unes vinyes que van ser de Lívul, Deovota (potser ja era vídua o vivien separats com s’esmenta en altres casos[4]) i una altra del “Pontenare de Lívul” al coll d’Enforcats entre Montjuic, Sants i Provençana (l’actual Pl. Espanya de Barcelona) i una més a Barcelona, prop de la “Boadella” i de la via que controlava el vescomte Udulard (prop de Sant Pau de Barcelona). El fet de que donessin el nom de Lívul al que devia ser un lloc de pas vol dir que aquesta dona tenia rellevància entre els propers.

Vistes des del carrer (abans camí) de Sant Pere. Al fons: Montjuic. AGC, 2021.

Podria ser la mateixa i estar lligada als inicis de Sant Pere de les Puel·les, tot i que no necessàriament formant part de la pròpia comunitat, potser que, lliure dels compromisos matrimonials, s’encarregava d’alguna capella com podria ser la de Sant Julià de Montjuic. Recordem que a una zona propera, Espodoia (el que avui és la ciutat de la justícia) en parlar de la “Torre d’Emma” anomenada a finals del segle XI, trobàvem uns probables orígens en “Sendred Lívul”, un home que agafa com a cognom el nom de la mare, cosa gens freqüent.[5] En una altra afrontació trobem la dona Chixilo, un nom freqüent entre les dones del segle X i del que ja vam parlar en un article.[6]

No queda res de l’ermita de Sant Pere, ni una fita que recordi on era, però tenim, al final del carrer de Sant Pere (antic camí que unia aquest sector amb l’església parroquial), a la casa que fa cantonada amb el carrer paral·lel de Sant Pere més alt, on aquest puja al castell (avui hotel), la font de Sant Pere que, tot i ser d’èpoques posteriors ens pot servir de record, així com els noms dels carrers i aquest barri antic en el seu conjunt que esperem es conservi.

Casa on hi ha la font de Sant Pere, darrera es veu Can Cisternas, un nom suggestiu del lloc d’emplaçament d’una ermita situada com abans les vil·les i els poblats, prop de l’aigua. AGC, 2021.

Aquesta església és documentada per primer cop el 1004 quan Geribert, fill d’Astoval (un dels primers propietaris de la zona) amb la seva dona Blanqueta donen a Sant Cugat (segurament per a quedar-se en règim d’usdefruit) cases i arbres que tenien a “Alchale que diuen Lanera”, als límits trobem el mateix Sant Cugat, la Seu de Barcelona, algun particular i l’església de Sant Pere del cenobi de Sant Pere de les Puel·les. En 1011 l’abat de Sant Cugat porta a judici (amb presència dels comtes i de nombrosos senyors feudals del moment) a Geribert per haver empenyorat una propietat prop d’aquesta església de Sant Pere, evidentment Sant Cugat guanya el plet com acostumava a succeir.

Carrer Sant Pere més alt, sota l’antic castell de Sant Boi, avui hotel-restaurant.

És el mateix temps en que un altre Geribert, el que es feia anomenar “Comte Mir” de la família vescomtal, estableix també un plet amb Sant Cugat pels béns del seu germà Adalbert, suposadament llegats al monestir del Vallés. Temps de lluites entre els que volen centralitzar més el poder i els que volen prendre una millor part. En aquesta lluita n’hi haurà un clar perdedor: el protagonisme de les dones que hauran de quedar relegades a la família o als claustres.

L’església de Sant Boi des del carrer Sant Pere més baix. AGC, 2021.

Maria Àngels García-Carpintero Sánchez-Miguel, L’Hospitalet, 15-01-2022

A les que i als que tingueren i tenen cura de les ermites.


[1] VVAA (1992). Catalunya romànica. Vol. XX, Barcelonès, Baix Llobregat i Maresme. Fundació Enciclopèdia Catalana.

[2] Informació donada pel museu i l’ajuntament de Sant Boi

[3] Gibert Rebull, Jordi (2013). A l’ombra de Barchinona. Antecedents i gènesi de la societat feudal a l’entorn del delta del Llobregat (segles VI-XI), p. 125-130.

[4] El 986 el Comte Borrell ven a Aurucia deodicada un terreny a Banyols, al lloc conegut com «Torres», «in termini de Sancta Eulàlia Provinciana» que limitava amb terres de la mateixa Aurucia que havien estat d’Honerada deodicada i dels seus fills, «dona que va ser de el jutge Deudesin i monjo en l’actualitat».

[5] García-Carpintero, Àngels. Històries des de Bellvitge: https://historiasdebellvitge.wordpress.com/2021/03/13/la-torre-demma/

[6] García-Carpintero, A. (2020) “Amalvigia i les dones soles de Banyols. La Marina de l’Hospitalet de Llobregat, segles X-XI” Quadern d’estudi 34. Centre d’estudis de l’Hospitalet, p. 25